Recogimos el testimonio de dos cineastas peruanos que viajaron a la 66 edición de la Festival Internacional de Cine de Berlín.
Adrián Saba (presentó “El soñador” en la sección Generación)
Fueron tres proyecciones. Nunca había estado en un cine tan grande. Había cerca de 1000 personas. En la primera proyección -conforme iba llegando el final de la película- mi corazón empezó a latir súper rápido. Berlín es un público recontra exigente, hubo proyecciones donde no se aplaudió nada. Es bastante desconcertante después de 4 años de tu vida dedicadas a una película, verla cómo quedó con muchos desconocidos. Y ya está. Tu hijo se fue, ya empezó a caminar. Tú como papá lo solo puedes desear que le vaya bien y verlo a la distancia. La experiencia de estrenar para mí es bastante agridulce. No es solo furor y locura.
Felipe Esparza (participó en el Talent Campus)
El Talent selecciona a 300 participantes, entre productores, editores, directores de arte, sonidistas, críticos de cine, de más de 70 países. Consiste en workshops y conferencias que abordan distintas temáticas. Específicamente, hubo una conferencia sobre ensayos visuales, nuevos medios y lenguajes del internet que la dieron Kevin B. Lee y Kogonada, cuyos trabajos son reconocidos como nuevos horizontes en el cine independiente.
Luego, una charla sobre plataformas de distribución y visibilización, tuve la oportunidad de conversar con Madeleine Bernstorff, parte del comité de selección del festival internacional de Oberhausen. Es un festival que apuesta por propuestas distintas a la tradicional construcción cinematográfica y permite recibir material más personal o con visión única, que no se limita a fórmulas ni a requerimientos de la industria. Se tiende a nombrar como cine experimental o video arte, pero conversando con ella, menciona lo limitante e inexacta que resulta alguna de esas etiquetas. Eso fue bastante motivador.
Dentro de las proyecciones que pude ver -que no fueron muchas ya que el Talent campus te ocupa todo el tiempo- lo que más me llamó la atención fue “El Buzo”, un cortometraje del mexicano Esteban Arrangoiz que propone un lenguaje entre lo documental y lo poético.
Texto: Ana Carolina Quiñonez