Inaugurado recientemente en los Emiratos Árabes Unidos, el Louvre Abu Dabi Aloja una extraordinaria colección de arte que refleja la historia de distintas épocas, civilizaciones y culturas, en una obra arquitectónica faraónica presidida por una espectacular cúpula.
Por Ricardo Segura / EFE
El Louvre Abu Dabi (LAD) es una joya arquitectónica llena de tesoros artísticos. Este edificio, obra del arquitecto francés Jean Nouvel, alberga una colección permanente de más de seiscientas piezas y acaba de abrir sus puertas al público.
Se trata del primer emplazamiento del distrito cultural que se proyecta erigir en la isla de Saadiyat, o ‘Isla de la Felicidad’, una ínsula natural de 27 kilómetros cuadrados que acogerá a una serie de establecimientos culturales de gran envergadura.
En esta metrópoli de altísimos rascacielos y brillante cristal y acero, es un alivio ser bienvenido bajo una cúpula baja que parece flotar, aparentemente ingrávida y sin medios obvios de soporte, sobre un grupo de edificios blancos y cuboides situados en la costa arábiga, donde la luz es cegadora y el calor, abrasador.
El LAD es el primer museo en el mundo árabe que se enfoca en las historias humanas compartidas a través de las civilizaciones y culturas, ofreciendo la posibilidad de ver la humanidad bajo una nueva luz, según esta nueva institución, localizada en la capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Jean Nouvel, ganador del Premio Pritzker, ha diseñado este museo representando una medina (ciudad árabe), bajo una gran cúpula plateada de 180 metros de diámetro y compuesta por casi 8000 estrellas de metal únicas en un patrón geométrico complejo, bajo el cual los visitantes pueden caminar por los paseos con vista al mar.
Ciudad museo
El Louvre Abu Dabi nació de un acuerdo intergubernamental entre Emiratos Árabes y Francia en 2007, el cual incluye el préstamo del nombre del Louvre por treinta años y seis meses, además de trabajos artísticos de instituciones francesas durante diez años, y de la programación de exposiciones temporales durante quince años.
El acuerdo involucra a doce instituciones culturales públicas francesas, encabezadas por el Museo del Louvre y el Centro Pompidou.
El objetivo de los EAU con este museo, según las instituciones francesas, es hacer de su país “un destino cultural superior e internacionalmente reconocido por su arte, educación y cultura”.
El LAD ha adquirido hasta la fecha más de seiscientas obras de arte, muchas de las cuales se exhibirán junto con otras trescientas obras en préstamo, provenientes de trece instituciones francesas.
Estas obras abarcan toda la existencia humana: desde objetos prehistóricos hasta trabajos contemporáneos, destacando temas e ideas universales y desviándose de la museografía tradicional que, a menudo, las separa según su origen. La “ciudad museo” del Louvre Abu Dabi abarca casi sesenta y cuatro mil metros cuadrados, con seis mil dedicados a la colección permanente y dos mil para exposiciones temporales.
Su gigantesca cúpula cubre dos tercios del museo, proporcionando sombra y reduciendo el consumo de energía, en tanto que lo atraviesa un canal de agua inspirado por el antiguo sistema ‘falaj’ de ingeniería árabe, convirtiendo el espacio en un oasis refrescante que invita a pasear a lo largo del curso acuático.
Santuario de obras de arte
Una de las obras emblemáticas en este museo es ‘Propagation’, una pared de gres porcelánico que representa círculos concéntricos dibujados a mano originados en la huella dactilar de Sheikh Zayed, el padre fundador de los EAU, y que ha sido producida en colaboración con los talleres de Sèvres – Cité de la Céramique, en Francia.
En el centro destacan las obras de Leonardo da Vinci, Vincent van Gogh, Auguste Rodin, Vincenzo Coronelli, Jacques-Louis David, Primatice y Alberto Giacometti, así como un raro salero de marfil del Imperio de Benín, un par de vasijas ‘gui’, un cofre relicario del siglo XIII, una jarra china de forma persa y una pechera de Marmesse.
En cuanto a otras obras, existe una galería dedicada a las religiones universales que presenta textos sagrados: una hoja del “Corán azul”, una Biblia gótica, un Pentateuco y textos del budismo y el taoísmo. Los visitantes también pueden apreciar cómo el horizonte del mundo se expandió gradualmente, primero entre Asia y el Mediterráneo y luego entre Europa y América.
El artista italiano Giuseppe Penone ha producido varios trabajos específicamente para el LAD, como ‘Leaves of Light’, un vasto árbol de bronce con espejos colocados en sus ramas para reflejar la “lluvia de luz”. Jean Nouvel quería que su edificio tuviera “una forma que coincida con su función de santuario de las obras de arte más valiosas”, según explica el propio arquitecto.
Sobre el diseño, Nouvel señaló que además de la influencia de la cultura árabe, “el desierto aportó poesía, la belleza de la amplitud y el horizonte interminable. La toma de conciencia de la arena, el viento y, por supuesto, de la luz”.
“Es un proyecto único que se suma a un contexto urbanístico y cultural: en la isla de Saadiyat también está previsto que abran sus puertas el Museo Nacional Zayed y el Guggenheim Abu Dhabi”, agregó el arquitecto francés.