La cadena de pago ya se rompió. El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias acaba de afirmar que las empresas no les podrán pagar a sus trabajadores en abril. Y la presidenta de la Confiep acaba de pedirle al ministerio de Trabajo facilidades para el cese colectivo automático y sin autorización. Para el periodista Luis Felipe Gamarra, tiene sentido: ¿Con qué ingresos le podrán pagar las empresas a sus colaboradores a fin de mes?
Por: Luis Felipe Gamarra
Los principales críticos del presidente Martín Vizcarra señalan que su gobierno está tomando malas decisiones. Pero la verdad es que el presidente, su grupo de expertos, al lado de la humanidad entera, están al frente de un enemigo totalmente desconocido. Esa es la verdad: el gobierno no sabe qué pasará mañana, pero tampoco sus críticos.
No obstante, donde sí poseemos conocimiento todos, incluso quienes reclaman medidas más contundentes, es en el plano económico. Hace 30 años el Perú afrontó una de las hiperinflaciones más críticas de la historia. Y si bien la recesión que afrontaremos no posee fundamentos estructurales, y que seremos testigos del “rebote” del PBI hacia el 2021, existen peruanos que viven del día a día, y empresas pequeñas y medianas que subsisten de la semana a semana y del mes a mes.
La famosa “cadena de pagos” de la que habla el presidente, la ministra de Economía, el presidente del Banco Central de Reservas, entre otros, ya se rompió. El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias acaba de afirmar que las empresas no les podrán pagar a sus trabajadores en abril. Y la presidenta de la Confiep acaba de pedirle al ministerio de Trabajo facilidades para el cese colectivo automático y sin autorización. Tiene sentido, ¿con qué ingresos le podrán pagar las empresas a sus colaboradores el mes de abril, si se han visto obligadas a cerrar sus operaciones o trabajar solo con el 20% del personal? Y, si no les pueden pagar abril a sus trabajadores, ¿les pagaron a sus proveedores en marzo? Miles de empresas pequeñas y medianas que esperaban los pagos de sus facturas de marzo han recibido la mala noticia de que sus pagos se reprogramaron o que fueron aplazados. ¿Hasta cuándo? No se sabe.
Ahora, el gobierno ofrece al Estado como garante para que pequeñas y medianas empresas soliciten créditos a los bancos privados a tasas de entre 5% y 7%. Pero el problema ya no solo es la falta de liquidez, hoy enfrentamos una parálisis en los ingresos. Las empresas de puerta a la calle están cerradas. Las empresas de servicios no cobrarán el mes de marzo y sus clientes han suspendido servicios o aplazado los pagos hasta el mes de junio, en el mejor de los casos. ¿Cómo mantener una planilla sin clientes, a punta de deuda, así sea a bajas tasas?
Se necesitan medidas sectoriales específicas, soltando todas las “balas” posibles. Más que un martillazo, se requiere de una intervención de cirujano casi personalizada para cada tamaño de empresa, de sector e incluso de región. Comprendo el temor de los expertos en economía de no querer tocar los “sólidos fundamentos macroeconómicos”, por lo que les suenan tal mal las medidas relacionadas con liberar los fondos privados de pensiones.
Pero es hora de pensar en acciones que les ayuden a los peruanos a salir hoy de la crisis, y no a sus 60 años. Esta es una situación sin precedentes, y, como dijo la ministra de Economía, esperamos medidas sin precedentes. Queda claro que 20 años de crecimiento económico no fueron suficientes para consolidar un sistema de salud sólido. Pero aprovechemos el espacio fiscal que tenemos para ayudar a las familias que quedarán sin empleo y con deudas apenas salgamos de esta crisis. No salgamos de casa, es correcto, pero encontremos la fórmula para quedarnos en casa con la certidumbre de que al salir no habrá males peores que el coronavirus.