Aprender, desaprender y reaprender compartiendo habilidades entre generaciones.
Por Álvaro Collas, columnista invitado. Asesor especializado en búsqueda de ejecutivos, Co-fundador de Quantum Talent.
Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, el desempleo a nivel mundial aumentó y las ofertas de trabajo disminuyeron considerablemente en todo el mundo. Según el Economic Tracker desarrollado en la Universidad de Harvard, el volumen de ofertas de trabajo en plataformas digitales o ‘job postings’ en Estados Unidos al 10 de julio de 2020 disminuyó en 23,5% comparado con enero del mismo año.
Haciendo una revisión en LinkedIn de los principales empleadores, ‘job postings’ y perfiles actualizados al 20 de julio de 2020 en la región, las posiciones y habilidades ‘duras’ más buscadas en esta recesión son las vinculadas a tecnología, ingeniería de software, ciencia de datos, desarrollo de negocios, ventas y marketing digital, entre otros.
De acuerdo con el MIT Sloan Management Review, a junio de 2020, si bien los ‘job postings’ de posiciones en ciencia de datos y analítica habían declinado, lo habían hecho a una velocidad menor que otras ocupaciones. La industria financiera y de seguros es la que más ha demandado estas posiciones.
Hoy las empresas tienen una necesidad imperativa vinculada a la sostenibilidad del negocio: la de recuperar sus ventas. Para esto, más que nunca es indispensable contar con las habilidades ‘duras’ mencionadas arriba. Pero en una crisis es cuando se hace imperativa la necesidad de acompañarlas de las habilidades ‘blandas’ que serán, finalmente, las que definirán a un trabajador exitoso.
Un ejemplo reciente de esto es el de una empresa líder regional que descubrió, ante la crisis del COVID-19, que algunos de sus ejecutivos más destacados de la organización y fichados como los sucesores de los C-levels no tuvieron las habilidades ‘blandas’ necesarias para liderar bajo la coyuntura y, por lo tanto, fueron descartados de la lista.
Las habilidades ‘blandas’ o ‘soft skills’
¿Qué son las habilidades ‘blandas’ o ‘soft skills’? De acuerdo a Mckinsey, son aquellas habilidades que permiten que una persona pueda interactuar de forma efectiva y armoniosa con otras.
Estas habilidades ‘blandas’ son claves y pueden impactar de forma importante en la cultura organizacional, los modelos mentales, el liderazgo, las actitudes y los comportamientos.
Las habilidades ‘blandas’ encajan en estas categorías: comunicación y negociación, empatía y aptitudes interpersonales, liderazgo y gestión, emprendimiento e iniciativa, adaptabilidad y aprendizaje constante, compartir conocimiento y capacidades de entrenamiento.
Sin embargo, estas habilidades ‘blandas’ son muy variadas, ya que están relacionadas con las experiencias, la personalidad y la formación de cada persona. Si bien no se puede generalizar y es cierto que cada persona tiene su propio set de habilidades, se pueden encontrar habilidades recurrentes que priman en cada generación, características adquiridas como resultado de la era en la que le tocó a cada generación crecer y desarrollarse.
Millenials y X: el éxito de complementar generaciones
¿Cuáles son estas habilidades ‘blandas’ típicamente recurrentes en cada generación? De acuerdo con el ejercicio de una empresa de servicios profesionales, se identificaron habilidades ‘blandas’ más prevalentes por grupo etario/generación.Y vemos cómo estas se complementan y potencian entre sí. En cuanto a los millennials, su flexibilidad para el trabajo remoto y su iniciativa para resolver problemas ágilmente. Pero esto no es suficiente sin la capacidad de liderazgo, el sentido de urgencia y la responsabilidad de la generación X. Estas son claves, pero mucho más productivas si se las complementa con el aprendizaje continuo y la capacidad de autoentrenamiento del millennial.
De los millennials rescatamos su necesidad de encontrar un sentido de propósito en su trabajo. Pero esto no logrará objetivos sin la perseverancia y el foco en resultados adquiridos por los X producto de su experiencia con los ciclos de recesión y crisis pasadas. Esto último es indispensable en un momento en el que toca abordar retos titánicos, como el de reconstruir la economía y fortalecer la primera línea en las empresas de forma sostenible.
Para promover esta transferencia de habilidades, las empresas pueden organizar grupos de mentoría intergeneracional y así fomentar un espacio donde los trabajadores puedan alternar fuera de sus equipos y jerarquías.
En los momentos más difíciles es cuando se ve el verdadero carácter de las personas, o sea las habilidades ‘blandas’ que normalmente son más difíciles de detectar. Y surge la oportunidad de jugar el juego de maneras distintas y de agilizar los procesos de cambio que muchas veces a las organizaciones tradicionales les cuesta mucho implementar. Hoy se están viendo más abiertas a plantearse salidas ‘fuera de la caja’.
Según John Maxwell, autor de varios libros sobre liderazgo, el proceso de ‘aprender, desaprender y reaprender’ es esencial en el éxito de las personas y las organizaciones.