El sector privado peruano enfrenta hoy uno de sus momentos más difíciles. La clave para superarlo podría estar en su amplia experiencia para enfrentar escenarios tan complejos como el que estamos viviendo. Pese a la gravedad de la coyuntura, muchos empresarios locales siguen apostando e invirtiendo en el país. Aquí contamos las historias de 28 de ellos, quienes además comparten sus expectativas para el futuro.

Por Álvaro Roncal Baronio

Uno fue veterano de la Primera Guerra Mundial y vino a buscar la chinchilla; otro fue veterano de la Segunda Guerra Mundial y llegó al Callao por error. Hay quien salió caminando de su casa en Huánuco rumbo a la capital, y el que huyó de su trabajo en Tarapoto para escapar del terrorismo. Hay quienes enfrentaron hiperinflación, expropiaciones, fenómenos naturales, pobreza… También tenemos músicos, ingenieros mecánicos, lavadores de carros, agentes de aduana… Hay quienes cargan con el peso de su apellido y el legado de generaciones pasadas; y otros que comenzaron desde cero y hasta hoy siguen construyendo su propio legado.

En el empresariado peruano hay de todo, pero sobre todo existe un denominador común: la capacidad camaleónica para transformarse, superar las adversidades y salir adelante. El 2020 le plantea a dicho empresariado uno de los escenarios más arduos que le haya tocado enfrentar: una pandemia, que no solo empujará la economía nacional a un terreno recesivo, sino que supondrá una transformación total de la sociedad, de sus hábitos y sus formas de convivencia. “Nos enfrentamos probablemente a uno de los golpes económicos más devastadores que el mundo haya experimentado en décadas o siglos.

Sin embargo, como toda crisis, esto representa también oportunidades que como emprendedores tenemos que encontrar y no dejar pasar”, afirma Samuel Dyer Ampudia, fundador y presidente del Grupo D&C. Para celebrar sus 28 años, COSAS quiere contar 28 historias de éxito del empresariado peruano y sus expectativas para el futuro. Estos testimonios no solo nos ayudan a recordar de dónde venimos y qué hemos superado como país: también nos dan luces de hacia dónde vamos y cómo el Perú está construido sobre los hombros de emprendedores con amplia experiencia en salir adelante.

De minería a agroindustria, pasando por moda, metalmecánica y muchos rubros más, estas compañías –que dan empleo a miles de peruanos– pintan un panorama variopinto, pero esperanzador, del futuro del Perú. Y como expresa Vasco Masías, director de La Calera, “para salir adelante, hoy todos los peruanos tenemos que poner huevos”.

 

28 empresarios futuro

Camposol

Si bien Camposol lleva más de veinte años en el mercado, la historia de la familia Dyer Coriat con su hoy empresa bandera recién se remonta a 2007, cuando adquirieron la compañía. “La compramos como un gran sueño: hacer realidad la visión de convertir un desierto en un gran ‘mar verde’”, señala Samuel Dyer Ampudia, fundador y presidente de D&C Holding, el grupo que reúne los negocios de la familia. Tras la compra de la empresa y su listado en la Bolsa de Oslo, los Dyer pusieron su marca registrada en la compañía, y la convirtieron en uno de los líderes del mercado agroindustrial, apalancados en su sueño hecho realidad: el proyecto de irrigación de Chavimochic, en La Libertad. Hoy, Camposol es proveedor de 20 de los 24 principales supermercados del mundo y ya tiene oficinas comerciales en cuatro continentes.

Expectativa para el futuro: “Estoy convencido de que esta pandemia puede precipitar el comienzo de una era que consolide al emprendimiento y al corporativo como un protagonista activo de un nuevo acuerdo social que integre a gobiernos, empresas y ciudadanos”.

Expectativa para el futuro: “En nuestro sector se han hecho buenos esfuerzos para trabajar en conjunto con el sector público. Esperamos más apertura y espacios para intercambiar ideas que sigan aportando en el desarrollo del país”.

Agrícola Chapi

En 1997, Augusto Baertl Montori tenía un amplio expertise en el mundo minero y era el flamante primer CEO de Antamina, cuando la hoy gigante cuprífera era solo un proyecto prometedor. “De agricultura no sabía mucho. Unos primos lo enamoraron y compramos terrenos al sur de Ica, hicimos una obra hídrica para abastecerlos de agua desde Los Aquijes y así nació Chapi”, cuenta Augusto Baertl Espinoza, su hijo y actual CEO de Agrícola Chapi.

Ya con cuatro fundos por todo el litoral peruano, Chapi es uno los jugadores más importantes en el mundo de la exportación de uva, palta y espárragos. “La compañía tiene muchas hectáreas con agua que no están siendo trabajadas: tenemos que maximizar su potencial”, asegura Baertl Espinoza.

Expectativa para el futuro: “En 2014, creamos un bosque de especies nativas junto al Jardín Botánico de Londres. Tenemos una idea de sostenibilidad socioambiental instaurada que queremos compartir para crear un ecosistema de buenas prácticas alineado con los principios de las Naciones Unidas”.

La Calera

Estuardo Masías estudió Agronomía en la Universidad Nacional Agraria La Molina y, luego de una maestría en California, se especializó en cítricos. Su plan para las tierras que ya había adquirido era sembrar mandarinas, pero los años setenta tenían otros planes: tras la reforma agraria, Masías se quedó con una parcela limitada, en la que sembró mandarinas. “Pero los cítricos tardan cinco años en producir, así que comenzó con los huevos para sobrevivir mientras tanto”, cuenta su hijo Vasco Masías.

Dos mil gallinas iniciales se convirtieron con el paso de los años en seis millones, haciendo de La Calera una de las empresas avícolas más grandes del mercado peruano con 6000 trabajadores. “El Perú ya tenía la biodiversidad y el clima ideal. A eso le sumamos la mejor tecnología del mundo”, asegura Masías, hoy director de la compañía.

Expectativa para el futuro: “Hoy nuestro presupuesto no está pensado en vender huevos, sino en pensar que, como país, sí la hacemos. Para salir adelante, hoy todos los peruanos tenemos que poner huevos”.

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Resemin

La compañía que lidera James Valenzuela hoy será la tercera fabricante de equipos de perforación para minería subterránea del mundo, pero Resemin tardó doce años desde su fundación en 1989 para construir su primera máquina, cuenta Valenzuela, su fundador y CEO. “A partir del 95 fue duro, en el 98 casi quebramos.

Pero en 2001 hicimos nuestra primera máquina, y fue el punto de quiebre”, asegura. Con Glencore como cliente, la compañía vendería su primer Raptor en Zambia en 2002 e iniciaría su proceso de conquista global. En 2014 llegaría el Muki, el equipo para exploración minera más pequeño del mundo, con el que llegarían a los cinco continentes.

Expectativa para el futuro: “Dentro de la industria metalmecánica, las empresas como la nuestra deberían tener una política propia, con beneficios como un ‘drawback’ diferenciado. Lo que nosotros hacemos es casi física nuclear”.

Casa Andina

El boom del turismo hizo que Juan Stoessel pusiera los ojos en Lima y en el circuito del sur a inicios de los 2000. “No existía en el país una cadena con nuestro estándar”, asegura Stoessel, gerente general de Casa Andina. Así, en 2003 comenzaría a operar Casa Andina con su ‘Classic Miraflores San Antonio’, en la avenida 28 de Julio. El resto es historia: hoy tienen 30 hoteles en 18 destinos del país con dos más en construcción.

“La idea es seguir desarrollando hoteles en el país y, por qué no, en un futuro pensar en salir a la región”, señala. A pesar del golpe del COVID-19 al turismo, Casa Andina no ha dejado de tener la mirada puesta en adaptarse y crecer.

Expectativa para el futuro: “Lo más difícil para hacer turismo ya lo tenemos, que son los atractivos. Pero necesitamos con urgencia lo más fácil: la infraestructura. Si nos ponemos las pilas, podríamos ser la gran potencia turística de la región”.

Corporación Rey

El cierre de las ensambladoras de vehículos en los setenta llevaría a Samuel Gleiser, un ingeniero de la Ford Company, a asociarse con Isaac Sterental en 1974, un empresario peruano que en 1949 había fundado la Compañía Industrial Rey, una prolífica fábrica de cierres. En los noventa, los Gleiser comprarían el total de la empresa, la fusionarían con APX Industrial –liderada por Alex Gleiser, hijo de Samuel– y comenzarían en 2001 una agresiva expansión internacional a través de Brasil. “En 2006, hicimos una visita a China que nos hizo ver que nuestra calidad era incluso mejor”, afirma Alex Gleiser, gerente general y director de la compañía. Esa seguridad los llevó a hoy tener presencia en toda Latinoamérica, Estados Unidos e incluso Europa.

Expectativa para el futuro: “Los ‘clusters’, como el de moda sostenible, son lo que nos harán competitivos como país. Hay una gran oportunidad si nos logramos aliar con Colombia para que las prendas peruanas se abran paso en los mercados europeo y asiático”.

Michell & Cía

Acabada la Primera Guerra Mundial, el piloto de la Real Fuerza Aérea británica Frank Michell salió de Londres rumbo a Sudamérica buscando la chinchilla, tras quedar fascinado con la textura de un abrigo que le vio a una actriz de teatro. Al darse cuenta, a su llegada al Perú, de que no iba a encontrar al roedor, se mudó a Juliaca y comenzó a comercializar lana de alpaca.

“Vio que era un negocio muy burdo, y comenzó a clasificar la fibra según su calidad. Eso cambió la industria para siempre”, señala Derek Michell, nieto de Frank y director ejecutivo de Michell & Cía. Hoy, son la principal exportadora del mercado con presencia en cincuenta países con marcas como Sol Alpaca o Mallkini, que hacen de la alpaca un producto bandera.

Expectativa para el futuro: “El ‘cluster’ alpaquero es una historia de éxito. El siguiente paso sería llegar lo más rápido posible a todos los mercados del mundo y darle a cada uno una oferta a su realidad, pero sin perder nuestra esencia: una alpaca prime reconocida como un producto de calidad”.

Farmacias Universal

A principios de los sesenta, Herman Guevara y su esposa María Inés Pasache compraron una farmacia del llamado grupo de ‘Las Santas’. Los cambios que introdujeron, como ampliar su horario de atención y aumentar el surtido de productos, fueron revolucionarios para la época. Así, Farmacias Universal se instauró como una de las más representativas de la época, consolidándose y peleando codo a codo con las grandes cadenas internacionales, luego de que ingresaran al Perú en 1995.

“Era un mercado muy competitivo, así que decidimos especializarnos en productos para operaciones, fórmulas magistrales y para enfermedades largas”, señala Dolores Guevara, su actual gerente general. Hoy, la cadena cuenta con diez locales y es un estandarte de los negocios médicos limeños.

Expectativa para el futuro: “La salud y la educación tienen que seguir siendo prioridades del Estado, y nosotros debemos seguir apoyando desde el sector privado. Este es nuestro país, en el que debemos trabajar todos para el futuro de nuestros hijos”.

Maderera Bozovich

Batrich Bozovich, un veterano montenegrino de la Segunda Guerra Mundial, tomó un barco rumbo a Estados Unidos una vez acabado el conflicto en busca de un primo suyo. No fue poca su sorpresa cuando este barco encalló en el Callao, en el Perú. “Que se haya metido al negocio maderero fue circunstancial; el trabajo que más pagaba cuando llegó fue ir a un aserradero en Oxapampa”, indica su nieto Drago Bozovich, actual CEO de Maderera Bozovich.

El negocio fue creciendo, llegó a Lima de la mano de los dos hijos de Batrich en los setenta y, en 2001, con Drago a la cabeza, inició su internacionalización: Estados Unidos, y luego México, Asia, Europa y Brasil. “El sueño de mi papá siempre fue la internacionalización”, concluye Drago.

Expectativa para el futuro: “Un bosque bien manejado genera mano de obra y es para siempre. En los últimos años, el Estado ha abierto los ojos y ve un aliado para conservar el negocio. Creemos importante que haya una política de Estado que vea al bosque como renovable, sostenible”.

Costagas

“Todo el negocio del gas en el norte eran unos repartidores en triciclos que se paseaban gritando ‘¡gas, gas!’”, rememora Fernando Vásquez Yepes, nieto de Fernando Vásquez, un trujillano que vería en un negocio entonces informal la oportunidad para abastecer con gas de calidad a su ciudad. Trujillo Gas vería la luz en 1979 tras una larga lucha por obtener permisos de comercialización; adquiriría su primera cisterna y un tractor Volvo; integraría verticalmente el negocio y se convertiría con los años en Costagas, empresa que hoy lidera el abastecimiento del GLP a toda la costa centro y norte del país.

Expectativa para el futuro: “Es vital reducir la informalidad y el contrabando en el sector del GLP. No solo afectan el desarrollo de nuestras actividades como empresas formales, sino que ponen en altísimo riesgo la vida de los ciudadanos con balones adulterados o de contrabando”.

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Modasa

El ingeniero mecánico Héctor García Béjar le propuso al Estado, en 1973, crear una empresa que produjera motores diésel para la región andina. En 1974, los gigantes europeos Volvo y Perkins se asociaron con el Estado y, con García Béjar a la cabeza, fundaron Modasa.

De motores pasaron a grupos electrógenos, luego al chasís de buses, de ahí a carrocerías completas y, finalmente, en 2006, y ya con 100% de capital privado peruano, a sus primeros buses propios. Hoy, son de las principales empresas latinoamericanas del mercado de buses y abastecen al Metropolitano. “En setiembre, estaremos presentando el primer bus eléctrico producido 100% en el Perú, que ya fue adquirido por Engie”, señala García Béjar, hoy gerente general de la empresa.

Expectativa para el futuro: “Espero que los proyectos del gobierno se materialicen rápidamente. La infraestructura tiene un atraso de treinta años; requerimos agilizar los sistemas de contratación y destrabar la ejecución de grandes proyectos, como los mineros”.

Rock Drill Group

Luego de que su padre falleció, cuando él tenía 15 años, Herbert Vilcapoma quedó a cargo de su familia y al cuidado de su madre. Se dedicó a estudiar, y se volvió técnico de mecánica en el sector minero, hasta que decidió jugársela a todo o nada: invirtió todos los ahorros de su familia en fundar Rock Drill Group en 2000.

Apostando por crear máquinas que se adecuaran mejor a la compleja geología y geografía peruana, Rock Drill Group se posicionó en el mercado y ya opera en minas de Barrick, Volcan, Glencore, Nexa, Newmont y Fresnillo. “Cada época de crisis vio nacer un nuevo emprendimiento y una oportunidad de analizar formas de seguir optimizando nuestros procesos e identificar nuevos nichos”, señala Vilcapoma, presidente ejecutivo de la compañía.

Expectativa para el futuro: “El gobierno y las autoridades deberán implementar mecanismos de reactivación para el sector minero que generen resultados al corto plazo y brindar todas las facilidades para que la reactivación económica fluya en este sector”.

Don Mamino

“Mi apodo de chico era Mamino. Cuando terminé mi tesis, que consistía en hacer una panadería y un autoservicio, pensé en ese apodo. Así comenzó todo”, recuerda Ignacio Rouillon, fundador y gerente general de Don Mamino. Al ver un mercado demasiado tradicional y poco sofisticado, Rouillon abrió un local en Surco, introdujo el autoservicio, trajo nuevas variedades –incluido el hoy hiperconocido ciabatta– y el negocio voló.

En 2002, abrió su primera cafetería como nuevo giro de negocio en la Av. Conquistadores; en 2010, se asentó en su planta de Huachipa y de 15 trabajadores iniciales pasó a 600 en la actualidad. Un nuevo local está próximo a salir del horno, y Rouillon no cree que vaya a ser ni por cerca el último.

Expectativa para el futuro: “Queremos copar todo el mercado de Lima en el NSE A y B. El mercado de provincias sigue siendo muy conservador para nosotros. Pero estamos listos para conquistar Lima y hacerlo solos, sin franquicias”.

Maquinarias

Eran los cincuenta cuando cuatro amigos ingenieros, Carlos Chávez González, Carlos Chiappori Cambana, Enrique Garland Arnillas y Enrique Trujillo Cuglievan, formaron IESA. Lo que parecía un primer emprendimiento se convirtió en un grupo multifamiliar que sumó a Roberto Carrión Pollit en 1958 y que hoy cuenta con cinco empresas y más de 3000 trabajadores: Maquinarias, Maquisistemas, IESA, Armaq y Primera Corredores de Seguros.

“Con la segunda generación, incorporamos directores independientes para la buena gobernanza corporativa, la profesionalización y la continuidad de nuestros negocios”, asegura Mariana Garland, directora en Maquinarias y Maquisistemas, así como presidenta del directorio de Primera.

Expectativa para el futuro: “Esperamos que el Perú genere toda la confianza para continuar invirtiendo como hasta ahora lo hemos hecho. Vamos a seguir trabajando con la misma seriedad y el mismo compromiso que nos enseñaron nuestros padres, porque tenemos la responsabilidad de continuar con ese legado”.

Civa

Pensar en Miguel Ciccia es tararear “Rosal viviente”, considerada casi como el himno de Piura. Pero el cantante, compositor y luego político del norte también recorrió con éxito las carreteras de los negocios en el Perú: en 1970, Ciccia crearía Civa, empresa de transporte interprovincial que buscaba darle formalidad a un rubro desde entonces poco recto.

“Cuando en los noventa se reordenan las rutas, se construyen carreteras y se abre el mercado, se da el primer hito para que crezcamos y llegamos a los cien buses”, indica José Juan Ciccia, su hijo y hoy VP de turismo de la compañía. Habiendo nacido en un pueblo de la sierra de Piura, hoy Civa recorre todo el país y ya es la flota más grande de buses 180° de Latinoamérica.

Expectativa para el futuro: “Como gremio tenemos un fin: combatir la informalidad, que es el dolor de cabeza de cada día en nuestro rubro y en nuestro país. Es fundamental que el Estado comience a fiscalizar no solo al formal, sino a aquel que evade todo y que no cumple las condiciones mínimas de seguridad”.

Hoteles Costa del Sol

“El Perú comienza en Tumbes, ¿por dónde más íbamos a empezar?”. Inspirado en sus tesis de grado y licenciatura, Mario Mustafá vio que los hoteles de turistas del norte del Perú tenían un servicio deficiente. Luego del primero en Tumbes, conquistaron la costa norte del Perú y entraron a Piura y Chiclayo, hasta llegar a Lima.

“Entramos por la puerta grande: con un hotel en el mismo Jorge Chávez”, se enorgullece Mustafá. Hoy, con once hoteles, más de mil trabajadores y una alianza con Wyndham a cuestas, Mustafá cree que tiene los galones suficientes para sobrellevar la crisis actual en su industria. “Nos ha tocado vivir varias y se necesita experiencia. Hoy somos más maduros”, concluye.

Expectativa para el futuro: “Siempre hemos puesto el hombro, hemos apoyado en los momentos complicados, hemos pagado nuestros impuestos: hemos puesto nuestra cuota. Hoy necesitamos que el gobierno nos dé una mano en estos años, en el mediano plazo”.

 

Lecciones empresariado Perú

Vistony

“Era un lavador de carros y vendedor ambulante con un centavo en el bolsillo”. Cuando Oswaldo Hidalgo reflexiona sobre los inicios de Vistony, una empresa internacionalizada que hoy apunta a llegar a los cinco continentes al 2021, no puede dejar de pensar en los trece años que le demoró conseguir su primera máquina para hacer grasa. “Hasta que la conseguimos, fuimos avanzando con una máquina del tamaño de una licuadora que producía 30 kilos al día”, asegura.

El director fundador de la empresa de lubricantes industriales y para vehículos, a pesar de la coyuntura, sigue viendo el futuro con optimismo: en 2021 abrirá una planta en la India, y ya piensa en un plan al 2065. “Si hoy somos un pique para los grandes, quiero que lleguemos por lo menos a ser una pulga. Y todo se lo debo a la familia de ocho hermanos visionarios que tengo”, afirma.

Expectativa para el futuro: “Pareciera que estamos retrocediendo.Creo que falta la misión de emprender, de
hacer obras de grandes magnitudes, como crear infraestructura”.

Cidelsa

Como muchos otros negocios, Cidelsa comenzó en un garaje. Era 1968 y Fernando Rodríguez empezó a comercializar aparejos pesqueros. Con el inicio del gobierno velasquista, se vio forzado a pivotear: pasó a telas plásticas industriales. Un negocio que buscaba proveer de mejor ropa a los pescadores terminó convertido en una operación altamente tecnificada, que ingresó con éxito al sector minero y luego al de infraestructura.

“Hemos dejado huella: nuestras telas plásticas están en las tribunas del Estadio Nacional, las estaciones del Metro de Chile y próximamente en un estadio argentino para la Copa América 2021”, asegura Paola Rodríguez, directora comercial de Cidelsa e hija de Fernando. Sus próximos objetivos son igual de ambiciosos: llegar a mercados cada vez más grandes, como Brasil, México o Estados Unidos.

Expectativa para el futuro: “Nosotros como empresarios debemos tratar de identificar las oportunidades que la crisis genera y salir adelante como se pueda. De hecho, tenemos las herramientas para que, reactivada la economía, lo logremos”.

Platanitos

Manuel Wong llegó a Lima desde China en 1935 e hizo de los zapatos, más que una prenda de vestir, una forma de vivir. El empresario creó la fábrica Boby en 1963 en el jirón Áncash, el antecesor más antiguo de Platanitos, fundada por su hija Lourdes como Banana Boutique en 1991, y hoy liderada por su nieto, Pedro Mont Wong.

Con Pedro y su hermano Alex a la cabeza, Platanitos se ha convertido en el baluarte de la transformación digital entre las medianas empresas familiares. “El COVID-19 es un ‘reset’ que nos obliga a crear y diseñar nuevas formas de hacer negocio. En retail, la tendencia hacia la omnicanalidad y la fusión con la industria del entretenimiento se está acelerando”, proyecta Mont.

Expectativa para el futuro: “Espero que haya un mayor enfoque en la igualdad de oportunidades a nivel social, y resalto los beneficios de la formalización de empresas para beneficio del usuario, además de la desburocratización y la unificación de reglas para generar mayor fluidez entre entes gubernamentales y privados”.

Scharff

Como muchas empresas de logística, Scharff comenzó su vida siendo una agencia aduanera. “Más que hacer empresas en los setenta y ochenta, ibas creando negocios, porque no sabías cuánto iban a durar”, explica Raúl Alcalde, presidente ejecutivo de la compañía. Sin embargo, el despegue llegaría en los noventa, cuando Scharff ganaría la representación de FedEx en el Perú.

La consolidación llegaría con el liderazgo de Mariela Alcalde, tía de Raúl, quien ampliaría la gama de servicios de la compañía para que sus clientes tuvieran que lidiar con menos proveedores. Desde 2016, Raúl encabeza la revolución final. “Lo que he tratado es quitarnos el estigma de familia empresaria, reconstruir ese paradigma y pasar a ser una empresa corporativa con espíritu de ‘startup’”, sentencia.

Expectativa para el futuro: “No sé cómo se van a mover las cosas, cómo será la logística en el futuro. Si tenemos que migrar a ser una compañía de drones o de impresiones 3D, lo haremos. Y ojalá en eso también seamos los mejores”.

Pevoex

“Comencé como obrero y ya habían pasado casi veinte años cuando decidí especializarme en lo que más me gustaba: la adrenalina de los explosivos”. Entre ANFO, dinamita y el olor a pólvora, Rómulo Mucho descubriría que su verdadera vocación era la voladura para el sector minero. De esa manera, en 1999 nacería Pevoex. Volverse subcontratista de Antamina, luego del gasoducto de Camisea, y posteriormente ampliar sus servicios a carreteras y movimiento de tierras en general, consolidó a Pevoex en la industria, y le dio a Mucho renombre e incluso una carrera política, pues fue viceministro de Minas durante el gobierno de Alejandro Toledo. “Somos una empresa con renombre, con la capacidad de seguir creciendo. Tenemos que prepararnos para salir al extranjero”, proyecta Mucho.

Expectativa para el futuro: “Estamos impulsando la empresa y esperando proyectos como San Gabriel, Corani o Pampa del Pongo. Incluso Zafranal o Tía María. Probablemente otros gobiernos los sacarán. Estamos a la expectativa”.

Danper

Era 1994 cuando Rosario Bazán y su esposo Jorge Arangurí se asociaron con un grupo de empresarios daneses y comenzaron a exportar espárrago blanco. El Perú en los años siguientes seguiría una agresiva política comercial internacional que abriría el mundo al agro peruano. Danper sería uno de los baluartes de ese proceso: hoy, Danper exporta más de 200 productos distintos a los cinco continentes.

El éxito comercial no sería suficiente: la agrícola es pionera en sostenibilidad empresarial, y es la primera empresa del Perú en lograr la certificación EDGE por equidad de género. “¿De qué vale generar rentabilidad económica e inversiones eficientes si no somos capaces de comprometernos con el progreso de nuestra gente, de comprometernos a estándares éticos?”, reflexiona Bazán, su CEO.

Expectativa para el futuro: “Necesitamos que las autoridades y el gobierno hagan posible que el crecimiento económico sostenido que estamos generando y que tanto requiere nuestro país sea traducido en desarrollo social”.

Petramás

A inicios de los noventa, el 80% de la basura de Lima y el Callao terminaba en chancherías clandestinas o ríos. No obstante, en 1994, Petramás cambió la historia sanitaria de la capital para siempre: puso en marcha el relleno sanitario de Huaycoloro y formalizó la gestión de residuos sólidos. “Teníamos la esperanza de formalizar un sector del que nadie se ocupaba seriamente, pese a estar directamente relacionado con la calidad de vida y la salud de millones de peruanos”, señala Catalina Ruiz, quien junto a su esposo, Jorge Zegarra, fundó la empresa.

La historia verde de Petramás no termina ahí: desde 2012, ha generado más de 4,5 millones de bonos de carbono tras inaugurar junto al Banco Mundial una planta de mecanismo de desarrollo limpio.

Expectativa para el futuro: “El éxito de Huaycoloro debe replicarse a nivel nacional como la mejor solución para el problema de residuos sólidos que aqueja al país. La muerte de niños por contaminación ambiental sigue siendo un indicador dramático de todo lo que nos falta avanzar”.

empresariado joven Perú

Deltron

Deltron tendrá treinta años en el mercado, pero la sociedad entre Óscar Zevallos y Néstor Quispez-Asín se remonta a mucho tiempo antes. “Los dos somos ingenieros de sistemas de la UNI. Van ya cuarenta años de amistad ininterrumpida”, señala Zevallos, director ejecutivo de la compañía.

Cuando Néstor tuvo que dejar su puesto en una embotelladora ubicada en Tarapoto debido al avance del terrorismo a inicios de los noventa, la amistad se convirtió en sociedad. “Las TI estaban en fase de inicio en el Perú. Tenían la posibilidad de crecer exponencialmente”, explica Zevallos. Razón no le faltó: hoy Deltron es el mayorista más grande del país en ventas de equipos de cómputo y, desde 2016, cuenta con una fábrica de tablets y smartphones en China.

Expectativa para el futuro: “Quisiera que el gobierno incentivara el uso de la tecnología digital en las instituciones del Estado, y que auspicie la implementación de políticas de reducción de trabas burocráticas para el desarrollo de nuevos negocios digitales”.

Promelsa

José Mallqui tenía 17 años cuando comenzó a caminar desde la provincia de La Unión hacia Huánuco, a unos 140 km de distancia. Un caballo y luego un bus lo llevarían a Lima, su destino final. En la capital fue vendedor en un almacén eléctrico, y luego pasó a hacerlo con su bicicleta, en viajes que iban desde Surquillo hasta el Callao. Promelsa llegaría recién en 1968 junto a Betty Mallqui, su esposa, más de veinte años después de arribar a Lima.

“Su lema siempre ha sido ‘no hay que temer a la falta de dinero, sino de espíritu: la insistencia es moneda que no se gasta’”, cuenta Ljubitza Frkovich, jefa de marketing de Promelsa y nieta de los Mallqui. A base de insistencia y espíritu, Promelsa hoy es uno de los líderes a nivel nacional en la venta de artefactos eléctricos, con más de diez mil productos a la venta y sedes en las principales ciudades del país.

Expectativa para el futuro: “La atención de las autoridades tiene que estar en prender todos los motores de crecimiento, sin excepción. Si hemos podido superar todos los hechos pasados y los que vendrán, ello es por una palabra: ‘resiliencia’”.

Savar

David Kuoman era un contador público con experiencia en los negocios gracias a su padre y su abuelo. Su olfato lo llevó al mundo del comercio exterior, a pesar de no tener mayor experiencia previa: se graduó como parte de la primera promoción de agentes de aduana del Estado y comenzó su vida aduanera.

En 1980, puso su propia agencia, un camino que lo terminó llevando a convertir a Savar en una de las principales compañías logísticas del país, al punto de ser designado como el operador logístico de los Juegos Panamericanos 2019. “Hoy contamos con 1500 colaboradores, una flota de 300 camiones y más de 600.000 metros cuadrados en dos almacenes”, señala Sara Kuoman, directora de la empresa y miembro de la segunda generación de Savar.

Expectativa para el futuro: “Dios nos bendijo al otorgarnos un país rico en su naturaleza. Solo depende de nosotros su desarrollo. El sector estatal y privado debe tener una sola meta de dejar a las generaciones venideras un país totalmente enrumbado hacia su desarrollo”.

Renzo Costa

Marina Bustamante no tenía intenciones de ir a la universidad cuando acabó el colegio. Eran los años sesenta y la época de los hippies había llegado. “Me identificaba mucho con su moda transgresora. Me encantaba el cuero y mi sueño era trabajar en ello”, señala Bustamante. Por presión de su papá, terminó estudiando Psicología, pero su relación con el cuero recién había comenzado. En 1973 fundó Renzo Costa, en honor a su primer hijo, y cambió el mercado para siempre.

“Nos identificábamos con la juventud, y las marcas grandes tenían una onda muy clásica. Nadie teñía los cueros como nosotros los comenzamos a hacer. Rompimos las reglas del mercado”, afirma Bustamante. Hoy, la marca tiene presencia en todo el Perú a través de más de sesenta puntos de venta, más de 500 trabajadores y un nombre que resulta imposible no reconocer.

Expectativa para el futuro: “Quisiera que Renzo Costa se internacionalizara y generara franquicias en distintos países. Que una empresa peruana como la nuestra sea una marca fuerte a nivel internacional: es mi sueño, pero espero que Renzo lo realice”.