Lideresas, (ex)esposas, parejas y hasta víctimas que han escrito a lápiz la historia del flamante gobierno de Perú Libre. Sepa quién es quién en el juego de damas de la política peruana.

Por Redacción COSAS

Vicepresidenta Dina Boluarte, abogada y funcionaria de Reniec.

Con la confianza otorgada al cuestionado gabinete Bellido, la opinión pública ha podido conocer a algunas de las nuevas “ joyitas” que adornan la corona, o mejor dicho, el sombrero. Desde filoterroristas hasta potenciales feminicidas, los nuevos representantes del Gobierno de Pedro Castillo deslumbran por sus antecedentes e imputaciones penales. Y como todos sabemos, detrás de toda persona exitosa hay una gran pareja. Lo único más colorido que el turbulento historial de algunos de nuestros congresistas y ministros son sus “medias naranjas”. Echemos un vistazo a las complejas relaciones –también manchadas con la incertidumbre característica de este gobierno– de nuestros flamantes representantes “castillistas”. Quizá las dos más notorias son Lilia Ulcida Paredes Navarro y Dina Boluarte. La primera dama es una maestra rural con grado de bachiller en Educación y maestría en Psicología Educativa. Es también tejedora, artesana, ganadera y natural de Tacabamba, en Cajamarca. “No había otra opción”, dijo sobre cómo su hoy esposo la convenció de casarse. “Yo doy gracias a Dios por cruzarme con esta persona”, le dijo a “Cuarto Poder”. “Es una persona buena, humilde, cariñosa, respetuosa. Es muy bueno”, finalizó en referencia al presidente. Tras su matrimonio el año 2000, tuvo dos hijos (Arnol y Alondra), además de Yenifer, quien, si bien es su hermana menor, ha sido criada como una hija más. Pertenece a la Iglesia Cristiana del Nazareno, una congregación evangélica. Boluarte, por su lado, es una abogada de 59 años que vive en Surquillo, distrito del que quiso ser alcaldesa en 2018. Dina Ercilia Boluarte Zegarra, la actual vicepresidenta, es funcionaria de Reniec desde 2007. Ella es natural de Chalhuanca, Apurímac. También es ministra de Desarrollo e Inclusión Social.

Los “ex”: El terrorista Alejandro Astorga Valdez, asesino integrante del MRTA, y la ministra Anahí Durand

Ministra de la Mujer, Anahí Durand, expareja del exemerretista Alejandro Astorga.

La socióloga y jefa del plan de gobierno de Juntos por el Perú, Anahí Durand, asumió el puesto de ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables el pasado 29 de julio. Una juramentación no exenta de polémicas. La parlamentaria, ahora encargada de velar por los intereses y seguridad de todas las mujeres del Perú, abogó por el líder y fundador del grupo terrorista MRTA, Víctor Polay Campos, en una carta pública-pronunciamiento dirigida al gobierno de Alan García, el 27 de septiembre de 2008. Porque no hay nada que grita “feminismo” como la defensa de un asesino convicto. Gusto por el susto. No sería la primera vez que Durand dejara en evidencia su intimidad con el terrorismo. Su expareja, Alejandro Astorga Valdez es un miembro convicto del MRTA. Fue encarcelado en 1993 por colocar bombas en la sede del ICPNA Miraflores en nombre de la agrupación, y sentenciado en 1997 a cadena perpetua bajo el cargo de “traición a la patria”, pero tras doce años fue expulsado del Perú. En 2005, la flamante ministra dedicó su tesis al padre de su hija y se lamentó por “tanta injusticia que nos afecta”. ¿Injusticia para un terrorista acusado de secuestrar, matar y volar en mil pedazos a inocentes? Ese pensamiento irracional debe ser el motivo de sus más de veinte visitas en los últimos siete años a un “señor” con el que, según ella, no comparte relación hace más de nueve años.

Los viajeros: La abogada penalista Pilar Ponce Mullisaca y el “Che” Guillermo Bermejo

De Piedras Gordas a Europa. Conocido como el “Che” por sus amigos terroristas, el ahora congresista parece haber cambiado su vida “revolucionaria” por una de lujos… o al menos eso le gustaría hacernos creer. Pese a que Guillermo Bermejo ahora presume de sus viajes en crucero por Europa, el parlamentario de Perú Libre se encuentra más cerca que nunca de sus “camaradas”. En la audiencia del pasado 18 de agosto, el Perú recordó que la Fiscalía pidió veinte años de prisión en su contra por pertenencia y afiliación terrorista a los remanentes de Sendero Luminoso del VRAEM, entre 2008 y marzo de 2009. Así, el juicio oral en su contra ya vio a dos testigos implicar a Bermejo con la agrupación terrorista. Fanático a morir del Che Guevara, su “misión” era compartir el pensamiento Gonzalo en Venezuela. El faenón, encargado por “la camarada Olga, en el comité central [de Sendero en el VRAEM]”, significó (según testigos) una ganancia de $1000. Dinero “sucio” del gobierno yanqui que de seguro no le vino nada mal en sus travesías por el viejo mundo. A pesar de los testigos, las evidencias y el tiempo pasado en el penal, lo más probable es que Bermejo quede impune. ¿La razón? Pilar Ponce Mullisaca. La esposa del congresista es abogada penalista de profesión y actualmente es funcionaria pública. Mucho se ha hablado de sus amistades en la Corte Suprema, debido a su labor como asistente judicial entre 2004 y 2009. Las mismas a las que se atribuye que, en el primer proceso, el futuro legislador fuera absuelto de todo cargo. ¿Se volverá a repetir la historia? (La respuesta podría ser sí).

No se escapa: El acusado por feminicidio, Pedro Castilla Torres

Pedro Castilla Torres, ex viceministro del MTPE.

No se olviden de Betsabeth. Señor Pedro Castilla, “el que nada debe nada teme”. No tiene sentido su renuncia, ¿acaso no está seguro de las resoluciones en sus dos juicios por feminicidio? Así es, el flamante exviceministro renunció a su cargo en el Ministerio de Trabajo citando que no quería ser un obstáculo para la “gobernabilidad”. ¿O tal vez no quería que su turbulento pasado saliera al aire? Resulta que, a pesar del resultado favorable, los detalles detrás de la resolución son complicados. Según el testimonio de Lizbeth Flores Sánchez, hermana de la víctima, seguir con el caso le sería imposible debido a la influencia y posición de Castilla. “Yo ya no me quiero meter en problemas con esa persona, mi mamá viajó hasta Lima también, pero ya no se pudo más, como él tiene dinero, el dinero corre para los policías y hasta para el médico legista, y prácticamente nosotros salimos perdiendo”, reveló al programa de Beto Ortiz. Además, la hermana reveló que existían muchos indicios que lo conectaban al asesinato de Betsabeth Flores Sánchez. Falleció apedreada tras salir de su trabajo acompañada de Castilla, quien fue absuelto en dos instancias. “Había muchos indicios, muchas cosas que ella me contaba y como éramos chiquillas, no sabíamos cómo denunciar todo eso. (…) Cuando pasó todo eso, nos comentaron incluso que la vieron salir del trabajo con él (la noche que fue asesinada). El juicio ha durado 6-7 años, los abogados, que él tenía lo declararon inocente y ya. (…) Mi mamá lo que hacía era llorar no más”, comentó. Entonces, para ayudar a la gobernabilidad, sería bueno volver a revisar el caso de Betsabeth Flores Sánchez.

¿Quién podría estar con ellos? Ministros Ayala (trata de personas) y Silva (maltrato)

Walter Edison Ayala Gonzales, MInistro de Defensa

Ayala y su venezolana. El ministro Walter Edison Ayala Gonzales es un experto en esconder la verdad, o al menos eso cree. Al igual que lo hizo durante las elecciones, cuando se reunía con Pedro Castillo a escondidas y negaba su cercanía, ahora niega cualquier tipo de relación con una “señorita” de nacionalidad venezolana. Así es, presidente del comité de ética del Colegio de Abogados durante el periodo 2020-2021 (estas ironías se escriben solas), fue cuestionado por aparecer en una serie de fotografías comprometedoras en Chorrillos, junto a una mujer de iniciales O. L. que no era su esposa. Besos, abrazos y visitas a su oficina quedaron claramente registrados en las imágenes, las cuales Ayala procedió a negar bajo la freudiana tríada argumental de la tetera prestada: “Son fotos clonadas”, “Yo me estoy divorciando”, y “Por último, esas fotos no tienen nada de malo”. Pero esa es una tontería frente a las serias denuncias por estafa, fraude, abuso de autoridad, falsedad ideológica y trata de personas. Una larga y preocupante lista.

¿Una prueba más del desinterés por las mujeres en el gobierno de Pedro Castillo? El ministro Juan Francisco Silva Villegas

Mejor conocido como “pegalón”, Silva ostenta experiencia previa en lo que a violencia doméstica respecta. Su exconviviente, Norma Lola Sánchez Córdova, lo denunció por violencia física y psicológica en 2011. La denuncia sostiene que cometió diversas agresiones, desde jalones de cabello hasta empujones contra la pared que provocaron daños físicos, además de “continuas agresiones psicológicas”. Entonces, uno podría pensar que la elección de este personaje se basó en una difícil decisión, donde, pesando los positivos y negativos, la experiencia de Silva superaba sus antecedentes penales. Como se pueden imaginar, este no fue el caso. En materia de transporte y comunicaciones, el nuevo titular del MTC no registra experiencia anterior. Y encima tiene un grave historial de papeletas, incluyendo multas por transporte informal.

La esposa peruana del verdadero “Che”: Hilda Gadea (y otros amores radicales)

Hilda Gadea: primera esposa del Che Guevara. Era peruana y aprista.

Se podría decir que la peruana Hilda Gadea es en parte responsable de una de las “revoluciones” más grandes de América. La militante aprista se encontraba exiliada en Guatemala en 1954 cuando conoció a un joven médico y aventurero argentino llamado Ernesto Guevara. Gadea era una mujer educada y unos años mayor que él. Fue ella, además del médico peruano Hugo Pesce, director del Leprosorio de San Pablo, quien le apuntaló las lecturas apristas, que bebían tanto del anarquismo del que había bebido Haya de la Torre como del socialismo primigenio. Literatura clave para que el “Che” cimentara sus ideas de izquierda. Se trataba de una unión basada en una profunda identificación intelectual. No contenta con la nueva ideología inculcada, también presentó a Guevara con los grupos de intelectuales cubanos dedicados a la discusión política y la planificación del derrocamiento del dictador Fulgencio Batista. No fue, ciertamente, el único caso de parejas que se radicalizan políticamente. La chilena Sybila Arredondo, hija de la escritora Matilde Ladrón de Guevara, ahijada de Gabriela Mistral y primera esposa del poeta Jorge Teillier, se casaría con José María Arguedas, a quien conoció en la casa de Pablo Neruda. Arredondo estuvo presa catorce años por sus vínculos con Sendero Luminoso. Hoy, a sus 85 años, vive en Chile. Otro caso notable es el de Osmán Morote Barrionuevo, el número 2 de Sendero Luminoso, quien se casó con Teresa Durán Araujo, hermana de Maximiliano Durán, también dirigente de SL. Morote es hijo del desaparecido intelectual Efraín Morote Best, etnólogo y rector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, quien a su vez se casó con Leila Barrionuevo, hija del escritor y político zurdo Roberto Barrionuevo Navarro. Morote Best –quien fuera citado por Mario Vargas Llosa en “Historia secreta de una novela” (1971) como fuente para crear “La casa verde” (1966)– fue quien contrató y formó a Abimael Guzmán en aquellos años de docencia. El resto es historia.

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