En el imaginario común se podría sostener la idea de que el entorno de Abimael Guzmán, el mayor genocida de la historia del Perú, sería generalmente masculino. Sin embargo, es una presuposición incorrecta. Diferentes mujeres cumplieron papeles preponderantes tanto en la vida del líder terrorista como en Sendero Luminoso. Desde Augusta La Torre hasta la recientemente mediática camarada “Bertha”, conozcamos a las mujeres que marcaron un antes y un después en la trayectoria del camarada “Gonzalo”.

Por Salvador Sampen

Matrimonio de Abimael Guzmán y Augusta La Torre. Ayacucho, febrero de 1964. (Foto: Wálter Alejos / IDL Reporteros)

El primer amor

Abimael Guzmán se inclina a besar en la frente el cadáver de Augusta La Torre y luego le soba la cabeza con una mano. Esta escena se dio en noviembre de 1988 y corresponde al velorio de la camarada “Norah”, el primer amor de Guzmán. La cinta de audio y video – incautada por la policía peruana en 1991 – registra una reunión en una sala. En el lugar, iluminado con velas rojas,  yace un cuerpo cubierto con una bandera roja, bordada con una hoz y un martillo dorados,  rodeado por un grupo de personas visiblemente compungidas.
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Pero, ¿quién fue Augusta La Torre y por qué este velorio es un hito en la historia de Sendero Luminoso?

La denominada camarada “Norah” fue hija de Carlos La Torre Córdova y Delia Carrasco. Además de ser un hacendado ayacuchano, su padre era un dirigente comunista y político regional; por lo que, tenía amistades de diversa índole en la región. Una de ellas era el profesor de filosofía de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, Abimael Guzmán, a quien invitaba a su casa frecuentemente para debatir sobre comunismo. Fue así como Guzmán y La Torre se conocieron, se enamoraron y se casaron. La boda civil contó con solo tres invitados.

Guzmán y La Torre

Matrimonio de Abimael Guzmán y Augusta La Torre. Ayacucho, febrero de 1964. (Foto: Wálter Alejos / IDL Reporteros)

Ambos se complementaban. Guzmán era el teórico y La Torre era práctica, llevaba a la acción las ideas. Ambos viajaron a China durante la época en que Pekín se desencantó de Moscú. Fue allí donde fortalecieron la premisa de llegar al poder mediante las armas. La Torre ocupó el segundo lugar de liderazgo en Sendero Luminoso y llevó a cabo sus ideales en diversas oportunidades. Hay un hecho que describe su personalidad muy bien: el atentado al fundo Ayzarca. El 24 de diciembre de 1980, numerosos senderistas mataron al dueño del fundo y le cortaron la lengua. Este operativo fue dirigido por La Torre y se registra como el primer asesinato de Sendero Luminoso.

“Capaz de aniquilar su propia vida para no levantar la mano contra el Partido… En la lamentable confusión de su soledad nerviosa, prefirió autoaniquilarse, extinguirse”, son las palabras que expresa Guzmán durante el velorio y que dan a entender que La Torre se habría suicidado. En 1988 el Comité Permanente de Sendero Luminoso convocó a su primer congreso para analizar la conducción de la “guerra popular”. En una de las sesiones murió La Torre. ¿La razón? Hasta el día de hoy no se tienen las pruebas contundentes de lo ocurrido. Guzmán declararía años después que su esposa murió de una afección al corazón. El secreto se lo llevó consigo a la tumba. Por su parte, la Dircote maneja la tesis de que La Torre fue asesinada por el siguiente personaje de nuestra lista: Elena Iparraguirre.

La líder terrorista viuda

Elena Iparraguirre y Abimael Guzmán. Foto: Perú 21

Elena Iparraguirre y Abimael Guzmán se conocieron en la década de los años 70. Entablaron una relación de amistad; ya que, en ese entonces, Augusta La Torre era la esposa del líder de Sendero Luminoso. Tras la muerte de la camarada “Norah”, Iparraguirre asume su puesto en la organización y en la vida de Guzmán. En parte, por ello, la tesis de la Dircote apunta a que La Torre fue asesinada por Iparraguirre a causa de razones sentimentales.

Su labor en la “lucha armada” fue vital hasta que el 12 de setiembre de 1992 fue detenida junto al camarada “Gonzalo” por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN). Actualmente cumple cadena perpetua por el atentado con coche bomba en la Calle Tarata, ubicada en Miraflores. El ataque ocurrido el 16 de julio de 1992 cobró la vida de 25 personas y dejó más de un centenar de heridos.

En abril de 2010, Iparraguirre y Guzmán sellaron su amor formalmente con un matrimonio permitido por el presidente Alan García, quien argumentó que la condena de ambos “no les había privado de sus derechos fundamentales”.
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Tras su unión, Iparraguirre visitó esporádicamente a su esposo; sin embargo, algunas veces fueron imposibilitados de verse y por ello Guzmán tomo decisiones drásticas como la huegla de hambre a la que se sometió en noviembre de 2014.

Su muerte se dio en condiciones similares. Las autoridades señalaron que su deceso se produjo “debido a las complicaciones de su estado de salud”. El pasado mes de julio, el Instituto Nacional Penitenciario informó que se negaba a ingerir alimentos.

El camino a Guzmán 

Guzmán

Maritza Garrido Lecca. Fuente: Andina

Maritza Garrido Lecca fue la mujer que alojó al camarada “Gonzalo” en sus últimos tiempos en libertad. Nació en 1965 en una familia católica que la educó en el colegio de clase media alta, Sophianum.

Posteriormente estudió Danza y Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). En 1986 viajó a La Habana, Cuba, donde reforzó sus creencias orientadas a izquierda y la revolución popular. Este pensamiento la llevó a unirse al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) con el cual fue detenida en 1989, pero después liberada sin cargos.

A inicios de 1992, Garrido Lecca mantuvo una relación con el arquitecto Carlos Incháustegui, quien estuvo preso 22 años por sus vínculos con Sendero Luminoso. Ambos alquilaron una casa de dos pisos en Surquillo. En el primer nivel, Garrido Lecca brindaba clases de baile; mientras que en el segundo nivel, escondía a Abimael Guzmán.

En abril de ese año, el GEIN detuvo a Luis Arana Franco, jefe de economía del grupo terrorista. Esta captura le brindó información al grupo de inteligencia que vinculó a Arana Franco con Garrido Lecca e Incháustegui. Este triángulo motivó a los agentes a vigilar la casa de Surquillo. Uno de los métodos fue revisar la basura para obtener información. En una de las búsquedas encontraron  una nota escrita por Iparraguirre, la pareja de Guzmán. De esa forma lograron dar con el paradero del camarada “Gonzalo”.

La heredera de los restos

Iris Yolanda Quiñones Colchado, mejor conocida como camarada “Bertha”, ha solicitado al Ministerio Público los restos de Abimael Guzmán. A su salida de la Morgue del Callao, aseguró que cuenta con una carta poder otorgada por la esposa y terrorista del genocida, Elena Iparraguirre.

Pero, ¿quién es Iris Quiñones? Su nombre se registra en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) y está vinculado a un suceso lamentable: el asesinato del policía Manuel Tumba Ortega. Según la documentación, este asesinato se habría realizado en modo de venganza por la captura de Guzmán el 12 de setiembre de 1992.

Hasta el momento, el lugar donde residirá el cuerpo del líder terrorista es una incógnita. Sin embargo, como hemos visto, vivió y aún permanece vivo en la mente de las mujeres que amó, de diferentes formas. Tal parece que le dio la razón al poeta irlandés Oscar Wilde quien aseguró que “todo hombre mata lo que ama (…) Unos con una mirada cruel; otros, con palabras zalameras”. Guzmán no solo mató con armas, sino también las infectó con su ideología y acabó con la vida de estas mujeres.

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