El ex alcalde de Lima y ex accionista del canal RBC que fue presentado como nuevo asesor del despacho presidencial de Pedro Castillo nunca detalló el rédito económico que recibieron los accionistas provenientes de la ciudadanía que invirtieron en el canal 11.
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Por Redacción COSAS

“Si yo te voy a tratar a ti de cabro, también nos vamos a picar”, asegura en modo de advertencia Ricardo Belmont. “Pero trátame de lo que quieras hermano”, responde un Jaime Bayly, de 35 años, muy fresco y abierto. “Esto es una cabrería, estas son cosas de cabros. ¡Traición! ¡Traición!”, comienza a vociferar un Belmont ya más exaltado, moviendo las manos y con el cuerpo reclinado hacia el entrevistador.

Esta escena corresponde a una entrevista realizada el año 2001, durante la campaña presidencial que se terminó llevando Alejandro Toledo. El enojo del “Hermanón” se debió a que “El niño terrible” le preguntó sobre los réditos que habían recibido los miles de ciudadanos que pusieron su dinero en el canal 11, RBC, para recuperarlo de la quiebra y por ende se habían convertido en accionistas.

Belmont solo fue claro en las primeras cifras. “70 000 personas pusieron dinero” que permitió recaudar al canal entre “6 y 7 millones de dólares”. Una entrevista que comenzó amena con ambos personajes dándose piropos y diciéndose amigos terminó en ataques personales y pedidos de evitar la piconería.

Belmont en todo momento evitó responder cómo las personas que pusieron su dinero en el canal recibieron de alguna u otra forma un beneficio económico. “Me estás tratando de ladrón”, renegaba el “Colorado”. “No, solo te estoy preguntando por qué no luchas por el dinero de la gente”, le respondió Bayly después de que Belmont le aclarase que él si recibía un honorario mensual de 4 500 dólares producto del pago de 100 000 dólares que los gerentes efectuaban por alquilar el canal.

Han pasado 22 años de aquella entrevista, ¿los accionistas populares recibieron su dinero o algún rédito? La respuesta: no. El canal desapareció.

El fin de RBC

Instalaciones del canal RBC en la Avenida Manco Cápac.

Uno de las últimas ocasiones en las que RBC figuró en la opinión pública fue en el 2017 y no precisamente por su éxito, sino porque corporaciones como TV Azteca de México; el Grupo Cisneros de Venezuela, el Grupo Capuñay, Grupo Wong, y Latina, estaban interesados en adquirirlo.

El escándalo se produjo cuando se supo que quien estaba ofreciendo en venta el canal era Ricardo Belmont Vallarino, más conocido como “Ricky”; nada menos que su hijo.
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En aquel entonces el semanario Hildebrandt en sus trece publicó dos textos sobre “Ricky”, uno titulado “Hijazo del hermanón” y otro “Hijo de papá”. ¿La polémica? Se pensaría que Ricardo Belmont como heredero podría poner en venta el canal pero no era así.

Ricardo Belmont le quitó el canal a su padre. En el mes de abril del 2016 hubo un primer intento de tomar por la fuerza las oficinas ubicadas en la avenida Manco Cápac. El “Colorado” quien se hallaba sumamente desconcertado subió un video en las redes sociales donde se le veía muy consternado afirmando que detrás de toda esa intervención estaba involucrada una persona muy querida y cercana.
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Ricardo Belmont Vallarino, hijo de Ricardo Belmont Casinelli.

En los meses posteriores, el panorama se salió de control porque unos sujetos irrumpieron en la planta de trasmisores del Morro Solar para invadir sus instalaciones y de esa forma tomar el control de la televisora. Posteriormente al “Hermanón” reconoció que el usurpador era su propio hijo. “Creo que es un tema emocional, que tiene que ver con una actitud pero no pensé que mi hijo tan querido a quien le di el manejo de mis propiedades pretenda quedarse con todo de la noche a la mañana”, informó en aquel entonces el ex alcalde de Lima.

RBC ha quedado en el pasado pero la imagen de Ricardo Belmont Casinelli parece indestructible. Derrotado en las últimas elecciones municipales parecía que su carrera política se encontraba en las cenizas. Sin embargo, el “nuevo asesor de Castillo en diez frases machistas” – como ha titulado el portal internacional Swissinfo- estará en los ojos del pueblo nuevamente. Muchos de esos ojos, tal vez, aún albergando esperanza de ver un rédito económico de las acciones en las que confiaron.

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