Hablamos muchísimo de empoderamiento, de feminismo, mujer independiente, decidida y fuerte, pero no tenemos idea de lo que nos gusta en la cama y cuando llega el momento de tener intimidad con alguien, le depositamos toda esa responsabilidad para que se ocupe y se encargue de nuestro propio placer.

Por Romina Castro (@yacallateromina)

¿Cuántas veces has tenido relaciones sexuales solo para salir del paso? O, ¿cuántas veces has accedido para que la otra persona no se moleste y no tener que pasar por un trámite?

Durante muchísimo tiempo el placer femenino ha sido ignorado y hasta muchas veces negado. El sexo en una pareja se solía centrar en el placer masculino, ya que era la única información que obteníamos por los medios de comunicación. (Películas de hollywood, novelas, porno, etc.). Cuando se hablaba de sexo, solamente era algo centrado netamente en la penetración, porque ¡claro! el objetivo de toda relación sexual se creía que era netamente el coitocentrismo.

Actualmente, se habla mucho más de sexo. No solo se habla, sino que también hay una parte muy interesada en aprender a disfrutar. Porque el mejor sexo no es aquel que solo consiste en un “mete y saca” sino el mejor sexo es aquel donde ambos disfrutan y se erotizan. No hay nada mas excitante que ver a tu pareja tener sexo CONTIGO, ¿no te parece?

Las mujeres estamos acostumbradas a cumplir con muchos roles y en satisfacer siempre a la otra persona. Nos enfocamos que la otra persona disfrute antes que nosotras mismas y esto se ve reflejado también en la cama. ¿Acaso está mal centrarnos en el placer de nuestra pareja? Absolutamente no, justamente de eso se trata el sexo. De poder disfrutar ambos. Pero no solo se trata de ser el causante y motivo de la excitación del otro, ¡sino de concentrarnos también de nuestro propio placer! De conectar con nuestros deseos, con nuestras sensaciones, nuestras fantasías, nuestro erotismo. ¿Es mucho pedir? Pareciera que si.

No podemos gozar ni disfrutar de algo que no conocemos, así de sencillo. ¿Cuantas de nosotras no conocemos realmente nuestros genitales? ¿Cuántas de nosotras sabemos perfectamente qué ángulo es bueno en nuestro rostro para posar a una foto, pero no conocemos qué partes de nuestro cuerpo nos brindan las mejores sensaciones? Hablamos muchísimo de empoderamiento, de feminismo, mujer independiente, decidida y fuerte, pero no tenemos idea de lo que nos gusta en la cama y cuando llega el momento de tener intimidad con alguien, le depositamos toda esa responsabilidad para que se ocupe y se encargue de nuestro propio placer.

Hacernos cargo de nuestra sexualidad, es empezar por derribar todos los mitos que existen respecto a nuestra salud sexual, empezando por el que el sexo esta solo para cumplir la función de reproducción. El sexo tiene más de una función, y si bien es cierto la reproducción es una de ellas, existen dos más a las que casi nunca les damos interés: el placer y la comunicación. Hacernos cargo es también empezar por conocernos, mirarnos, explorarnos para poder conectar con nuestra sexualidad.

No podemos amar ni conectar con algo/alguien si no lo conocemos. No nos enamoramos sin antes conocer. Lo mismo pasa con nuestro cuerpo. No podremos disfrutar de él, ni conocer todos los beneficios que nos ofrece si no lo conocemos antes y no invertimos tiempo en explorarlo. No solo en cómo se ve, sino también en cómo se siente.

Empoderarse del cuerpo y de sus sensaciones, es parte importante para disfrutar de tu sexualidad y sobre todo, disfrutar de ti.

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