El general en retiro Roberto Chiabra habla de los ministros fusibles y la bala de oro (ya no de plata), y pide a la oposición unidad y autocrítica. A días del pedido de confianza del gabinete Torres (8 de marzo), el congresista invitado de APP (Alianza para el Progreso), también advierte sobre la degradación del sistema democrático desde adentro.
Por Carlos Cabanillas
¿Darán la confianza al gabinete el 8 de marzo?
Después del fallido gabinete Valer, todos, no solamente los de la oposición, sino inclusive sus exaliados y partidarios, prácticamente todos los sectores, le dijeron al presidente que era la gran oportunidad de formar un gabinete no solamente de concertación, sino también de calidad. Mira, acá hay que empezar señalando que el Perú está en emergencia, y cuando estás en emergencia no puedes poner gente que recién va a aprender. No puedes seguir colocando a ministros sin experiencia de gestión, sin conocimiento del sector y con unos cuestionamientos personales que no se comprenden. La pregunta es: ¿estos son sus mejores cuadros? Porque cuando inicias un gobierno pones a tus mejores cuadros, ¿o nadie de calidad quiere ya formar parte de este gobierno?
La pregunta es: ¿pone a la peor gente a propósito para deslegitimar al sistema democrático por dentro?
Es una realidad. Este gobierno está degradando para destruir. Está degradando las instituciones nombrando ministros insostenibles por lo que te señalo: sin experiencia de gestión, sin conocimiento del sector y con cuestionamientos personales que no merecen ocupar un ministerio. No solamente es eso, son los mandos medios. Los viceministros, los directores generales.
Los ministros son fusibles, pero antes de irse logran meter a su gente.
Ya Contraloría ha cuestionado y el Congreso está dando una ley, porque en una democracia que busca la superación no puedes colocar gente sin calificaciones ni cualidades personales.
Menos en una emergencia.
Menos en una emergencia. No estamos en una época normal. Seguimos en emergencia: sanitaria, económica, social.
Y también han metido prefectos…
De forma abierta colocan como prefectos a gente del Movadef. Al hacer estos nombramientos, estás destruyendo ante la sociedad, estás señalando que el problema es el sistema político y el modelo económico, para así llegar a lo que ellos quieren: la Asamblea Constituyente y el
cambio de la Constitución. Yo degrado para destruir el sistema, degrado para llegar a una Asamblea Constituyente y tener una nueva Constitución. Ese es el objetivo.
Se inmolan, porque también se deterioran ellos.
La izquierda en todos los países siempre se ha caracterizado por ser muy efectiva para desestabilizar gobiernos, pero ellos no se han dado cuenta de que son gobierno y se están desestabilizando solos. El ejemplo fue la primera ministra antiminera y el daño que hizo. Esa es una forma de sabotaje. Deberíamos tener un crecimiento de 7% u 8%, como en el segundo gobierno de García. La pregunta es: ¿estos ministros que sobreviven del fallido gabinete Valer tienen dignidad? Valer se ofrecía como bala de plata. Se han quedado trece de diecinueve. ¿Van a ser fusibles?
Mientras tanto, ahora resulta que almorzar en un hotel miraflorino es complotar por la vacancia. Imagino ese 14 de febrero…
Hay algo que es grave. Ellos están amenazando a todos los peruanos y recortándoles su libertad de reunirse. Tú no te vas a poder reunir con tres o cuatro personas porque puede haber la sospecha de que estás tramando algo. Lo que ha hecho de la reunión de la presidenta del Congreso con otros congresistas en un evento, eso es un atentado contra la libertad. Nadie lo ha orientado por ahí. Te está diciendo que no te puedes reunir, que está prohibido reunirse, y eso es grave en una democracia. Hay que cuestionar esta restricción a la libertad de reunión. Eso es lo grave.
A sí como la izquierda está acostumbrada a la oposición y no sabe ser gobierno, ¿la derecha no sabe ser oposición?
Lo que pasa con la derecha es que no ha reconocido sus errores. El primer error es creerse salvadores. No ha habido unidad.
Seguimos en la lógica de la segunda vuelta.
El problema de la izquierda es que es incompetente y encima quiere refundar el país. Es una izquierda que, como decía Luis Alberto Sánchez, hay unos que solo han nacido para ser oposición. El tema de la derecha es que no quiere cambiar nada, ni ellos cambian. Y su primer gran error es no reconocer sus errores y no generar unidad. No hay un trabajo de unidad en las bancadas. Entonces, la oposición funciona en función de la incompetencia de la bancada de la izquierda, porque la bancada de la izquierda está buscando justificar lo injustificable. Hay que tener sangre en la cara para justificar estos gabinetes.
¿Cómo puede el sistema defenderse de sí mismo?
El problema no es el sistema político ni el modelo económico; el problema son las personas. ¿Qué es lo que tiene en contra la democracia peruana? La corrupción. Una corrupción sistemática y generalizada. Una corrupción que abarcó a los partidos políticos que recibieron una subvención para su campaña electoral de las principales empresas constructoras. Y a los árbitros. Esa corrupción mató a la dignidad en el Perú.
Ese es un factor que juega en contra hoy en día. ¿Cómo te opones si hemos regalado veinte años? Lava Jato nos ha desnudado como Estado y como nación, y todo por un tribunal de Estados Unidos. Y le sumas los Cuellos Blancos. Hemos estado viviendo en un país artificialmente desarrollado. No hemos construido ciudadanía ni menos desarrollado en economía, porque después vino la pandemia y delató la incompetencia del Estado. Doscientos mil muertos: somos el peor país en gestión del covid. ¿Por qué? Por la incapacidad de un gobernante y todo su gabinete.
Nos delató el covid, nos hizo dar cuenta de que los principales servicios básicos no estaban. El resultado de las elecciones no ha sido analizado. Tú ves la presencia diferenciada del Estado. Ves la ausencia del Estado en las zonas de frontera, ves el abandono o la indiferencia del Estado en el corredor minero, en el corredor petrolero, y entonces te preguntas por qué esa gente bloquea las carreteras y reclama tanto. ¿Por qué las ciudades no han crecido al mismo ritmo que las minas? Nosotros deberíamos estar hablando de ciudadminera, de ciudad-puerto. ¿Cómo es posible que las estaciones en Loreto, donde está el oleoducto, no tengan agua? No hay luz, no hay posta, y las mujeres tienen que irse a dar a luz en canoa a la capital. En este triángulo que es comunidad, gobierno y empresa, el Estado se puso de perfil. El Estado es cómplice.
Y entonces viene una izquierda que te vende un cambio y en seis meses tienes cuatro gabinetes. Entonces, la otra fórmula es volver a lo mismo que hizo Vizcarra: echarle la culpa al Congreso. ¿Qué Congreso quisieran los peruanos? ¿Un Congreso pasivo que dejara que tuviéramos un Maraví, un Barranzuela, un Gallardo, y que mantengamos a este Silva que es una vergüenza para el Congreso? El Congreso está cumpliendo su función. El Congreso solamente ha interpelado cuatro ministros. Ha censurado a uno, el que filtró la prueba. Y vemos que este gobierno de izquierda lo que ha priorizado son sus intereses sindicales sobre los nacionales.
Ponen a los profesores antes que a los estudiantes, a los sindicatos de transportistas informales antes que a los pasajeros…
Este último ministro que entró a Educación dijo hace dos meses: “Vamos a volver a la educación presencial, pero ya no el primero de marzo, sino el 31”. Ahora ya no vamos a volver a la educación presencial. Ahora están hablando de semipresencial. Los profesores quieren lo más fácil. Y la educación a distancia es un desastre. Qué vergüenza que en un gobierno de profesores seamos el único país en la región que no ha vuelto a la educación presencial.
¿Qué hará el Congreso el 8 de marzo? ¿Dar o no dar la confianza?
Yo te digo lo siguiente: si hay una bala de plata, la siguiente tiene que ser la de oro. Y la de oro tiene que ser la vacancia del presidente. Porque si das la bala de plata, ya estás en la cuerda floja. Entonces, no son dos balas de plata.
¿Y la acusación constitucional?
La acusación constitucional demora más y tienes que probarla. Es un juicio. Permanente incapacidad moral es un juicio político.
Le van a dar el voto de confianza…
Yo dudo.
Antes del 8 de marzo habrá cambios en el gabinete. Salud, energía y minas…
Yo he señalado que el voto de confianza para este gabinete no es un voto ni de derecha ni de izquierda ni de bancada. Es un voto individual y que cada uno asuma la responsabilidad.
¿Usted le daría la confianza?
Tú me conoces poco, ¿no?
Es una pregunta abierta.
Si me conocieras. El gabinete Bellido, el gabinete Vásquez…
Usted apela a la dignidad de los individuos, a separarlos.
Así es. Porque ahora están hablando de que ellos no apoyan a uno que otro ministro, sino a todo el gabinete. O sea, que apoyan al ministro de Salud, apoyan al ministro de Energía y Minas, al ministro de Justicia, Defensa…
La estrategia de ir bajando y censurando ministro por ministro.
¿Siempre y cuando no te toque uno de transporte no?
Claro.
Transporte solamente tiene once firmas para la moción de censura. ¿Por qué? Porque ha repartido obras.
Baja aprobación presidencial, victimismo por “racismo”, pedidos de renuncia.. ¿No le recuerda un poco a la era Toledo? El gabinete era infinitamente mejor, claro.
Yo te digo, sin temor a equivocarme, y lo puedes comparar. Yo formé parte del mejor gabinete de los últimos veinte años. Nosotros hemos estado en el 6%, pero la economía estaba en azul. No había esta inseguridad ciudadana. Toledo regresa a la democracia después de once años de dictadura. Se estabilizó la economía.
La gran diferencia es la economía.
Antes comprabas diez panes con un sol; ahora compras cuatro o cinco. Cuando a las amas de casa no les alcance para ir al mercado, se terminó la revolución de la izquierda.
¿Usted es partidario del “que se vayan todos”?
Vacas al presidente y entra la vice. La vice tiene dos caminos: o cumple con su palabra, porque ella dijo: “Si se va el presidente, me voy yo”, o ya debe estar formando un buen gabinete, si es inteligente. Pero está más cuestionada ella y su familia. El tema pasa por lo siguiente: estamos en una grave crisis, y acá como siempre el factor fundamental es la opinión publica, la reacción de la gente. Hay que medirla bien.
Si la gente dice “que se vaya el inútil, que se queden los congresistas” o “que se vayan todos”. Lo que tienes que ver es que ya está la campañita en contra del Congreso. “El Congreso tiene la culpa”, “el Congreso no deja trabajar”, “el Congreso golpista”, “los vacadores”. Quiénes son los que lo dicen, el Ejecutivo y sus amigos, como diciendo “vámonos todos”, metiendo miedo, como diciendo “me vas a vacar, no te reúnas ya, no me vaques”. Estamos trabajando al miedo.
Entonces, yo soy partidario de que si hay que cortar de raíz este problema por el bien del Perú, como dije hace mucho tiempo, nos vamos todos y empezamos de nuevo.
¿Y si eso no lo corta? Nada garantiza que no salga otra persona que diga: “Lo que prometió el señor Castillo yo lo voy a cumplir”.
Ahí viene la parte que hablábamos. La derecha se supone que se ha dado cuenta de sus errores. Hemos regalado lo que nos costó veinte años. Porque se presenta un partido que dice: “Soy marxista, leninista, maoísta”, no pues. ¿Dónde están los veinte años de violencia, destrucción y muerte?
La derecha ganó la guerra, pero la historia la escribió la izquierda. Maneja la narrativa y la educación.
Porque no hubo la consolidación de la victoria militar, porque si no, no tendríamos al Movadef. A nadie le importó hasta que pasó esto. ¿Cuánta gente se ha ido? ¿Cuántos capitales se han ido? Por miedo. Porque así empezó Hugo Chávez. Mira a Venezuela. ¿Quién nos dice que no vamos a tomar ese rumbo? Mira a Nicaragua. Mira la vergüenza que está pasando Chile. El Perú es el país en el que no pasa nada hasta que pasa. Acá no, no crees que va a ganar la izquierda. “Nunca se juntan”, dices, y pum.
Parece que ya pasamos del “que se vayan todos” al “nos quedamos todos”. Usted está en la baraja para la próxima mesa directiva.
Mira, yo soy bien realista y siempre tengo mis pies bien puestos sobre la tierra. Este es un ambiente diferente para mí. Yo debí ser el primer presidente del Congreso.
¿Cuál iba a ser la composición?
Maricarmen, Yarrow y Patricia. Que me digas que estoy en el bolo y soy un fijo es una mentira.
Acá no pasa nada hasta que pasa, como dice usted.
Nadie es fijo hasta que salga.
Pero si la vacancia llegase con la próxima mesa directiva, usted sería presidente.
Mira, en la parte legal, yo veo difícil que no le den el voto de confianza a este gabinete. Y veo que no hay ochenta y siete votos para la vacancia; creo que por gusto estamos hablando. Esa figura no va ahora. El 8 de marzo vamos a ver qué presentará ese gabinete. El 8 de marzo vamos a ver si todo lo que decían los congresistas tiene relación con su voto. El 8 de marzo es una primera medida, porque si se aprueba este gabinete, así como está, de qué vacancia vas a hablar.
Si no votas en contra de este gabinete impresentable, ya no te da para votar por la vacancia. Pero si no le das el voto de confianza, la vacancia está ahí, porque si no, el que se va eres tú. El orden de los factores sí altera el producto. Tú dices me voy, pero antes de que tú me saques, te saco. Ahí sí hay los ochenta y siete votos.
Una renuncia no parece posible…
El presidente no va a renunciar. Tengo la impresión de que quiere irse, pero no quiere renunciar, él quiere que lo saque el Congreso para después decir: “Soy una víctima, no me dejaron gobernar porque soy profesor rural”. Esa capacidad de renuncia no la veo. “Sáquenme porque me quiero ir”. El error político más grave que cometió el presidente fue cesar a los dos comandantes generales. ¿Sabes por qué? Porque ahí se conoció a Pacheco, y cuando comienzas a ver a Pacheco, sale la Sunat, Karelim, Sarratea y todo lo demás. ¿Quién puso a Pacheco? Él. Él se puso en complicidad con el saliente para bajar el perfil, porque quería que él fuera.
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