Los dos candidatos anti sistema se disputarán la presidencia de Colombia en junio. La derecha tradicional sufrió una grave derrota histórica.
Por Sergio Herrera
Con el 99% de las mesas de sufragio contabilizadas, se definió la segunda vuelta de las Elecciones Presidenciales de Colombia. El candidato de la coalición izquierdista Colombia Humana, Gustavo Petro, obtuvo el 40,32% de los votos. Su contrincante será el empresario independiente Rodolfo Hernández, quien sumó 28,15% del apoyo. En tercer lugar, quedó el derechista Federico «Fico» Gutiérrez de la coalición Equipo por Colombia, con un 23,91%. Ante el carácter irreversible de los resultados, Gutiérrez reconoció la derrota y anunció su apoyo a Hernández en la segunda vuelta a celebrarse en junio.
La participación fue del 54.9% del electorado. En un país donde 39 millones de colombianos estaban habilitados para votar, aunque no de forma obligatoria. Aun así, la abstención fue la más baja en una primera vuelta desde la década de 1970. Los resultados llegan tras una campaña electoral marcada por la violencia política y los rumores de un posible fraude electoral a favor de Petro.
Balance de los resultados
El triunfo de Petro, un antiguo guerrillero del M-19 y ex alcalde de Bogotá, no sorprendió a nadie. El economista de 62 años siempre fue el favorito desde el inicio de la contienda, aunque quedó muy lejos del 50% de votos requerido para ganar en primera vuelta. «Lo que se disputa hoy es el cambio. Los partidos políticos aliados al gobierno de Duque, su proyecto político, han sido derrotados en Colombia. La votación total de Colombia lo que lanza es ese mensaje central al mundo: se acaba un periodo, se acaba una era», declaró Petro ni bien se conoció su triunfo.
Desde la otra orilla, Rodolfo Hernández si bien representa una opción de derecha, es un outsider de la política. En primer lugar, se postuló como candidato independiente y enfocó su campaña en las redes sociales con unos llamativos videos donde aparece cantando y montando una patineta eléctrica. Esta presencia digital y su discurso contra la corrupción fueron los catalizadores de su repunte electoral.
Y al igual que Petro afirmó que el resultado electoral significaba el fin del dominio de la política tradicional en Colombia. «Hoy sabemos que hay una voluntad ciudadana firme para acabar con la corrupción como sistema de gobierno. Hoy perdió el país de la politiquería y la corrupción. Hoy perdieron las gavillas (grupos) que creían que serían gobierno eternamente, dijo Hernández en un video.
La derrota de la política «tradicional»
Las declaraciones de ambos candidatos tienen sustento en la aplastante derrota que ha sufrido la candidatura de Federico «Fico» Gutiérrez. El ex alcalde de Medellín representaba a la política tradicional, incluyendo como aliado al Partido Conservador, organización que se alternó la presidencia de Colombia con el Partido Liberal desde 1849 hasta el 2002. «Al saber que nuestra posición es determinante para el futuro de Colombia, hemos tomado una decisión que la queremos comunicar al país. Votaremos por Rodolgo y por Marelen Castillo», declaró Gutiérrez en una rueda de prensa tras conocer su derrota.
El ahora ex candidato asegura que Petro es un «peligro para Colombia por todo lo que ha dicho». Actualmente, no es un sentimiento raro en Colombia. Pues varios sectores políticos y sociales temen la deriva que pueda tomar un eventual gobierno de Petro. Debido a sus promesas de cambiar el modelo económico y a su pasado como guerrillero de izquierda. Ha asegurado también que de reemplazar a Iván Duque en la presidencia, una de sus primeras medidas en política exterior sería reestablecer relaciones diplomáticas con el régimen chavista de Venezuela.
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