La congresista de APP Gladys Echaíz –ex fiscal de la Nación y una de las más voceadas para dirigir la próxima Mesa Directiva– propone repensar el sistema de designación de jueces, volver a la bicameralidad y acercar el Congreso nuevamente a la ciudadanía.

Por Carlos Cabanillas

¿Qué opina del caso de la vicepresidenta Dina Boluarte?

Es un tema problemático, porque se trata de una inconducta de orden ético. La norma seguirá su curso en trámite, y el caso pasará a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y ahí se evaluará el tema desde el punto de vista constitucional.

¿Es difícil prever qué pasará ahí?

Tenemos el antecedente del señor Vizcarra.

El presidente parece querer insistir con la Asamblea Constituyente. Como presidenta de la Comisión de Justicia y vicepresidenta de la Comisión de Constitución, ¿cuál es su lectura?

El artículo 206 claramente establece cuáles son los mecanismos para la reforma constitucional. Entre ellos no está la Asamblea Constituyente. El presidente tiene como uno de sus deberes respetar y hacer respetar la Constitución bajo responsabilidad. Sabe que al mandar un proyecto contrario a la Constitución la está infringiendo, y podría dar motivo a que se le denuncie nuevamente por infracción constitucional.

Además, lo que se propone no es un referéndum, sino una consulta popular plebiscitaria, que es una forma de participación ciudadana que no está considerada en la Constitución. Y si el Ejecutivo desea hacer eso, previamente hubiera propuesto que se reforme el artículo 32 o el artículo 2 inciso 17 de la Constitución, pero no hizo ninguno de los dos. Como lo que proponen no es constitucional, la intención es decir en las marchas que el Congreso es obstruccionista.

¿Qué reformas legislativas se podrán concretar en el tiempo que queda? ¿La bicameralidad?

Como parte de un proyecto político, se suprimió la bicameralidad en los 90, con la excusa de la duplicidad de funciones. Nos quedamos con la cámara más política, la que con el calor del debate fiscaliza más. Pero perdimos la cámara más reflexiva, la que podría aportarnos leyes de mayor calidad. El costo se redujo, claro. Pero en el camino hemos perdido calidad parlamentaria. ¿Seguimos con el perfil del congresista que no sabe leer y al que solo le basta con tener la ciudadanía? Creo que es necesaria la bicameralidad.

¿Qué le parece la recta final de la elección de fiscales supremos en la Junta Nacional de Justicia?

Creo que no va a resolver el problema de fondo. Hay que repensar el sistema de designación de jueces. No se ven avances pese a las reformas legislativas que ha habido. Sigue habiendo reclamos de la población, cada vez con más fuerza, respecto a la lentitud de los procesos, respecto a la mala calidad de las decisiones jurisdiccionales y las investigaciones fiscales y, últimamente, sobre la indiferencia con que se tratan problemas donde están en juego derechos humanos y bienes jurídicos de primer nivel.

Nación

La congresista Echaíz considera que Pablo Sánchez, actual fiscal de la Nación, debería iniciar una investigación contra Pedro Castillo. “Estas son las oportunidades en que los magistrados deben demostrar sus valores democráticos”, explica.

Usted fue fiscal de la Nación y fiscal suprema. Con treinta y dos años de experiencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, ¿qué propone para cambiar la administración de justicia?

No hay una imagen positiva de las instituciones, llámese el Ministerio Público y el Poder Judicial. Es necesario repensar el sistema de designación de jueces y fiscales, porque es el factor humano el que está a cargo de acercar el sistema hacia la ciudadanía. Es el factor humano el que se va a involucrar en mejorar el servicio y en gestionar sus procesos, despachos e instituciones. Solo así podremos llegar al ciudadano para llenar ese vacío, esa necesidad de servicio y justicia. Y recién entonces comenzar a caminar.

La actual forma de seleccionar a los magistrados no es la más idónea, en tanto no garantiza el compromiso con el desempeño de sus funciones. Se necesita que el ingreso a la carrera sea único y a través de una escuela. Una escuela que forme, capacite y perfeccione a quienes deseen ser jueces o fiscales. Es necesario que esa escuela decida quiénes obtienen este título, siempre y cuando acrediten contar con la debida formación y la necesaria sensibilidad.

Es decir, que cuenten con el humanismo que se requiere para poder atender causas que tienen que ver con derechos humanos, que tienen que ver con sufrimiento humano, que tienen que ver muchas veces con intereses grandes donde hay que tener firmeza, conocimiento y disposición para resolver los casos.

La formación del magistrado debe ser muy especial en tanto se debe formar primero el recurso humano. Se debe tratar de moldear los perfiles que se requieren para el ejercicio de esa función. Un perfil que sepa que su función va más allá de decidir sobre un problema que tendrá efecto en las partes, sino que la decisión también tendrá un efecto en la sociedad.

Nación

“El presidente tiene como uno de sus deberes respetar y hacer respetar la Constitución bajo responsabilidad”, argumenta Echaíz.

¿Qué podría decir del comportamiento que tuvo Zoraida Ávalos como fiscal de la Nación?

No le hizo una lectura seria a la norma constitucional. La autoridad del fiscal de la Nación se basa en la moral. Cuando eso se pierde, se pone en cuestión a la propia institución.

Nación

«La autoridad del fiscal de la Nación se basa en la moral. Cuando eso se pierde, se pone en cuestión a la propia institución», comenta Echaíz sobre la gestión de Zoraida Ávalos.

¿El actual fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, debería abrir la investigación a Pedro Castillo?

Le pediría que haga docencia con esa investigación, sentando bases y principios de interpretación de una norma a la luz de la Constitución. Estas son las oportunidades en que los magistrados deben demostrar sus valores democráticos. Ayudaría a la institución, que está bastante afectada por las razones que movieron a actuar a la señora Ávalos. Contribuiría con una investigación que no solo es necesaria por los hechos que hemos visto, sino también porque estos alcanzan al presidente, quien debe encarnar los valores de la Nación. Y cuando esto se rompe y se quiebra, cuando es imposible dirigir al pueblo con valores, hay que actuar. Porque un país sin valores va rumbo a su destrucción.

Usted es una de las más voceadas para encabezar la próxima Mesa Directiva del Congreso. Es imposible adelantarnos a ese escenario, pero sea cual sea el resultado, ¿cuál debería ser la agenda de la nueva Mesa Directiva?

El Congreso debe reconectarse con la ciudadanía. Debemos recuperar nuestra cercanía a todos los estamentos de la vida de los peruanos. Muchas veces los candidatos al Congreso prometen de todo en campaña y luego generan esta confusión. El Congreso fiscaliza, legisla y representa. El presupuesto nacional lo ejecuta el Gobierno. Desde el Congreso, hay que apoyar las buenas iniciativas del Gobierno, pero ser implacable y severo con las malas propuestas. Vengan de quien vengan.

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