El presidente se deslindó de los actos ilícitos que involucran al exministro Juan Silva, sus sobrinos y demás colaboradores políticos.
Por Sergio Herrera
El presidente de la República, Pedro Castillo, asistió a la sede del Ministerio Público a declarar en calidad de investigado. Fue la primera vez en la historia peruana que un mandatario acude a la Fiscalía bajo este estado judicial. A pesar de los cuestionamientos a presidentes anteriores, el Ministerio Público nunca consideró investigarlos por mandato del artículo 117º de la Constitución. Sin embargo, el actual fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, cambió de opinión.
La Fiscalía considera que hay suficientes pruebas de actos de corrupción que justifican una investigación al presidente Castillo. La principal son los audios revelados a la prensa donde el empresario Zamir Villaverde y el exministro de Transportes, Juan Silva, negocian una licitación pública a favor de un consorcio chino. En la grabación, se alude a que Castillo estaba al tanto de los acuerdos clandestinos. Por ello, el Ministerio Público tomó la decisión inédita de citar al presidente para que presente sus descargos, este viernes 17 de junio.
En los días previos, el abogado presidencial, Benji Espinoza le solicitó al Poder Judicial que ponga en práctica la protección legal que a Castillo le confiere la Constiución. Y que de esta forma, se anule la investigación. No obstante, el juez supremo Juan Carlos Checkley todavía no se pronuncia.
¿Cómo se llevó a cabo el interrogatorio?
El presidente fue citado en el piso 11 de la sede del Ministerio Público. La sesión fue dirigida por el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, y el fiscal adjunto supremo, Samuel Rojas Chávez. Castillo llegó a la institución caminando desde Palacio de Gobierno. Esperaba apoyo por parte de simpatizantes, pero lo único que recibió fueron insultos de ciudadanos que lo tildaron de terrorista, delincuente y corrupto. Sin embargo, ni el mandatario ni su seguridad respondieron a estas ofensas.
La sesión del interrogatorio se prolongó por más de tres horas. Fiel a su estilo, Castillo fue escueto en sus respuestas. Aunque sí aclaró algunos temas que iban más allá de las respuestas que presentó por escrito a la fiscal Luz Taquire. Fueron alrededor de 100 preguntas. Una de sus respuestas más controversiales fue que desconocía que el exsecretario presidencial, Bruno Pacheco, guardaba 20 mil dólares en su oficina. Castillo añadió que se enteró que el dinero existía a través de las noticias. Entonces, le preguntó al respecto a Pacheco y éste le respondió que se trataba de «dinero de sus ahorros para pagar a sus abogados».
En cuanto a sus sobrinos Fray Vásquez y Gian Marco Castillo, el jefe de Estado señaló que solo trató con ellos a partir de la campaña electoral. Asimismo, sus visitas a Palacio de Gobierno solo fueron «de índole familiar» y que nunca hablaron de empresas o contratos con el Estado. Posteriormente, aceptó haberse reunido con Karelim López en dos ocasiones, pero no recuerda qué hablaron. A pesar que el registro de visitas del Palacio de Gobierno señala que la lobbista visitó la residencia presidencial en seis ocasiones desde que Castillo asumió funciones en julio de 2021. Finalmente, negó haber designado a Juan Silva para un proyecto ilegal o con objetivos económicos.
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