A falta de unos pocos resultados de las elecciones de Estados Unidos, el control del Congreso sigue pendiendo de un hilo. En el Senado, los dos partidos están empatados, mientras que los republicanos dan modestos pasos para hacerse con el poder en la Cámara de Representantes.
por Rodrigo Schang
A medida que se van conociendo los resultados de las decisivas elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, los republicanos parecen dispuestos a ganar el control de la Cámara de Representantes. Según las predicciones, el republicano de Florida, Ron DeSantis, mantendrá su puesto de gobernador, mientras que Marco Rubio seguirá en el Senado.
Los republicanos han tenido una buena noche, pero en ningún caso brillante. Sus expectativas de una gran oleada que los llevará a la victoria aún no se ha hecho realidad.
Para recuperar el control del Senado, necesitarán voltear dos escaños entre tres estados, Nevada, Arizona y Georgia, después de perder uno en Pensilvania.
¿Quién tiene posibilidades de ganar en la Cámara?
Los republicanos parecen encaminados a obtener la mayoría en la Cámara de Representantes, a pesar de que los demócratas han ganado algunas elecciones reñidas. El tamaño de la mayoría es el asunto en cuestión. En el 2020, los republicanos estuvieron sorprendentemente cerca de la mayoría gracias a su impresionante rendimiento. Sin embargo, los resultados pueden cambiar de bando en cualquier momento.
El republicano Ron DeSantis nuevamente a la cabeza de Florida
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El gobernador de Florida, Ron DeSantis, derrotó al demócrata Andrew Gillum por un pequeño punto porcentual en las últimas elecciones. Ha sido reelecto con un margen considerable después de ejercer como jefe del movimiento conservador durante cuatro años, en los que se recuerda cómo arremetió contra las restricciones de la pandemia de coronavirus.
Una decepción para las estrellas demócratas
En el 2018, Beto O’Rourke en Texas y Stacey Abrams en Georgia perdieron sus elecciones estatales, pero se ganaron los corazones demócratas con la estrechez de sus derrotas. Su capacidad para recaudar millones de dólares en fondos de campaña y construir impresionantes bases hizo que muchos en la izquierda los señalaran como el futuro del partido.
Sus simpatizantes esperaban que pudieran destacar cuando ambos se presentaran de nuevo a las elecciones en sus estados de origen este año; no obstante, el resultado fue otro.
Abrams, que perdió por poco ante el republicano Brian Kemp hace cuatro años, terminará muy por detrás de él esta vez. Por su parte, O’Rourke perdió su elección contra el gobernador republicano Greg Abbott por un margen mayor que el que perdió contra el senador Ted Cruz.
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Los demócratas tendrán que buscar nuevas estrellas.
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