“El mecanismo del golpe de Castillo empezó cuando se admitió su candidatura”, dice Juan Paredes Castro. El reconocido periodista y exdirector de “El Comercio” sugiere al nuevo gobierno que reordene el Estado y recupere la autoridad y la confianza. Además, hace una demanda urgente: debemos proteger la democracia con una reforma electoral.

Por Carlos Cabanillas Fotos Diego Moreno

¿Cómo manejar la ola de protestas que ha sucedido a la vacancia?

Quizás estamos viviendo una primavera emocional por habernos liberado de la tiranía autocrática de Castillo, pero en el duro suelo de la realidad asoma a nosotros un oscuro invierno de reconstrucción de autoridad, administración y confianza gubernamental. Veo en el gabinete, como en la serie “Juego de Tronos”, al ejército de la noche que debe resguardar el muro democrático y constitucional y devolvernos el día, que hace año y medio perdimos.

¿Cómo debe seguir actuando este gabinete?

Se trata de un gabinete técnico y con experiencia de gestión del que tenemos que esperar tres cosas: estabilidad política, honestidad en sus funciones y compromiso de resultados frente al actual descontento e incertidumbre. Debe reemplazar el saqueo y desmantelamiento del Estado por un rápido ordenamiento de la administración pública.

Juan Paredes Castro

“La Constitución ha contribuido a dar estabilidad y crecimiento económico al país”, precisa. “Y no ha nacido sin debate, sino con una amplia discusión, con reformas y ajustes, y sobre la base de las anteriores. Esa Constitución le dio el piso a las instituciones y a las Fuerzas Armadas para reaccionar rápidamente contra el intento de golpe de Castillo”.

Se ha anunciado un adelanto de elecciones. ¿Qué reformas se deben hacer antes?

No debe hablarse de adelanto de elecciones sin discutirse primero lo que debe hacerse desde hoy urgentemente: recomponer el sistema electoral y reformar muchas reglas de juego. Dejar al JNE, a la ONPE y a RENIEC como están sería caer nuevamente en la llave en mano para el ejercicio criminal del poder.

¿Cómo así el voto popular se ha convertido en la llave del ejercicio criminal del poder?

Porque esto viene ocurriendo desde hace tiempo y en los más pequeños cargos. Desde el municipio y el caserío esperan saber cuánto presupuesto hay para ver si se lanzan o no.

Usted fue de los pocos que advirtieron esto desde el inicio. Y con palabras muy duras de parte de un periodista que siempre ha sido mesurado.

La expresión periodística no debe dar muchas vueltas. Ahora, ¿qué reformas se deben hacer? Por ejemplo, ¿por qué el JNE se compone con funcionarios de varios lugares? Y por último, se ha quedado sin uno de sus miembros. Es un poco como el CNM (Consejo Nacional de la Magistratura), que ya no existe. Si somos tan rigurosos para administrar justicia constitucional y elegir un TC o un JNJ con todos los rigores, ¿por qué no ser también rigurosos con un JNE que administra justicia electoral? Es un ente jurisdiccional que se ha negado a las auditorías y controles.

La Fiscalía y el Poder Judicial tienen órganos de control, y también administran justicia. ¿Por qué el JNE no? El JNE no debe componerse de delegados de aquí y de allá, sino como se hace con el Tribunal Constitucional a través del Congreso y bajo una evaluación de rigor de los canditatos.

Ha habido episodios de tachas, coimas e irregularidades varias en el proceso de inscripción de candidatos.

No sabemos la idoneidad de los funcionarios de todos los organismos electorales. Una elección de notarios tiene que pasar por el escrutinio. Y sin partidos políticos que funcionaban como filtro, nadie revisa.

¿Cómo pueden tachar a un candidato que no incluyó un carro de 1975 en su Declaración Jurada, pero a la vez dejar pasar a toda una organización criminal?

¿Qué tiempo deben tener las organizaciones que participan en política? ¿Quién se hace responsable de la lista?

Mañana la ley prohíbe la candidatura de Antauro Humala, pero podría poner a un Pedro Castillo de fachada o ir en una alianza con otro.

Admitir la candidatura de Pedro Castillo fue una decisión monstruosa por su naturaleza antisistema. Si el señor decía que no creía en el orden establecido, ¿por qué admitirlo? La acción de Castillo cierra torpemente el mecanismo que se inicia cuando es admitido como candidato. El golpe realmente empieza ahí.

Su ideario era abiertamente totalitario. Es como si Alemania admitiera un partido nazi.

El JNE no devolvió su ideario, no lo cuestionó. Y ahí empezó a correr el golpe. No juró por la Constitución, y lo primero que dijo es que iba a convocar a una Asamblea Constituyente. Violentó desde el primer día. Que los partidos vengan con la ideología que quieran, pero que respeten el orden constitucional. Estamos asumiendo que es normal que un candidato sea antisistema, como si no hubiese que defender el orden constitucional.

Juan Paredes Castro. Dina. 2

“Dejar al JNE, a la ONPE y al RENIEC como están sería caer nuevamente en la llave en mano para el ejercicio criminal del poder”, dice el columnista.

Castillo dijo desde el inicio todo lo que iba a hacer. Estaba escrito en su plan, pero varios jugaron a coparlo, manejarlo y domarlo.

En todo el mundo han crecido las polarizaciones y radicalizaciones. Y la prensa ya no ha corrido hacia la noticia, sino hacia ciertas tendencias de uno u otro lado. Esto ha pasado incluso con diarios emblemáticos en el extranjero. Entonces ahora se cuestiona a la prensa. ¿Por qué no se pusieron los reflectores en todo esto? Porque la prensa se dedicó solo a polarizar, es decir, a señalar que hay un candidato bueno y otro malo, o que uno podía ser el mal, pero necesario. Jugamos con estereotipos en lugar de brindar información confiable y transparente. La prensa ha tenido un problema de ubicación, y se lo trasladó al lector y al televidente.

¿Cuál debería ser la ruta hacia los cien días, de llegar?

Hemos recuperado el piso constitucional, pero la arquitectura sigue hecha añicos. Hay que recomponer ministerios. La señora Dina Boluarte seguirá siendo una interrogante por un buen tiempo. Ella debe desmarcarse de Castillo y darle constitucionalidad a ese tiempo inconstitucional en el que ha vivido ella. Tiene que desmontar cinco factores a la vez, porque Castillo le ha metido la mano a todo. Tiene que hacer como Neymar y desmarcarse. Ese segundo desmarque es el reordenamiento del Estado. El tercero es el aspecto económico. Castillo no lo invadió del todo, pero puso freno de mano. El cuarto tema es la inseguridad y la desconfianza. Una pérdida de autoridad generalizada. El quinto tema es el de la política exterior. Desde el nombramiento de Béjar, que fue un insulto, ha habido una manipulación de la Cancillería. La Cancillería debe reivindicar en algo el triste papel desempeñado en el último año y medio, ordenando el retiro inmediato de nuestros embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México, en protesta por el abierto aval de sus mandatarios al golpe de Estado de Pedro Castillo.

Hay un juego intervencionista, desde la OEA hasta el actual ofrecimiento de asilo en México.

Este Grupo de Puebla ha venido proponiendo un resorte populista para que las izquierdas alcancen el poder en sus respectivos países. Han usado el voto popular y las elecciones como un secuestro. Ya no necesitamos una Sierra Maestra ni un tanque para tomar el poder. Por eso insisto con la reforma electoral. Un elegido debe hacerse responsable de los servicios del Estado.

¿Qué otra medida debería tomar Dina Boluarte?

Debe hacer un exorcismo de sí misma, porque ha formado parte de todo esto. Habiendo hecho eso, debe exigir resultados a su primer ministro. Y el Congreso, que ha tenido un tercio vendido, debe ser responsable en su control político. Hagamos que el respeto y apego a la Constitución y a la ley hable por la democracia, y que la violencia terrorista que nos amenaza hable por quienes han perdido el poder, prebendas, privilegios e impunidad. Esta Constitución ha contribuido a dar estabilidad y crecimiento económico al país. Y no ha nacido sin debate, sino con una amplia discusión, con reformas y ajustes, y sobre la base de las anteriores. Esa Constitución dio el piso a las instituciones y las Fuerzas Armadas para reaccionar rápidamente contra el intento de golpe de Castillo.