Desde su coronación como Miss Perú, Tatiana ha enfrentado desafíos, roto estereotipos y asumido con orgullo la responsabilidad de representar al país. Ahora, da un paso más allá al convertirse en la primera peruana en protagonizar una película de Disney+, demostrando que su impacto trasciende el mundo de los certámenes de belleza.
Por: Diego Ochoa Acosta
La actriz, actual Miss Perú y también primera Reina de las Américas en la historia del certamen de Miss Universe, ha recorrido un camino lleno de desafíos y transformaciones desde que fue coronada este año. Para ella, el cambio ha sido radical: “Dejas de ser una mujer cotidiana para representar a un país entero en uno de los concursos más grandes del mundo. Tienes una responsabilidad social enorme”, comenta Tatiana sobre su experiencia como Miss Perú. A lo largo de su reinado, ha viajado por el país, promoviendo causas sociales y dejando claro que su rol va más allá de la belleza.
Tatiana también ha creado un espacio digital llamado Amarte, donde, de la mano de especialistas, comparte herramientas de amor propio y salud mental, promoviendo una conexión más auténtica con sus seguidores. Además, es embajadora de la Casa Ronald McDonald Perú, una asociación que brinda un hogar temporal a niños y niñas de provincia que viajan a la capital para recibir tratamiento médico junto a sus familias. Estas iniciativas reflejan su compromiso con causas significativas que trascienden su labor como reina de belleza.
Tatiana enfrenta las críticas que suelen acompañar a quienes se exponen públicamente. “Definitivamente, cuando eres reina de belleza estás expuesta a muchas críticas”, reflexiona. A pesar de las opiniones que surgen, Tatiana se muestra firme, destacando que “ser Miss Perú es un trabajo diario que requiere de mucho esfuerzo y dedicación, y no siempre es fácil”, una realidad que ella misma ha vivido, particularmente tras las expectativas generadas por su participación en Miss Universe.
“Quiero darle visibilidad a mi nuevo proyecto, Amarte, que intenta dar charlas en colegios y brindar ayuda psicológica a través de las redes sociales”.
Sobre su paso por el certamen internacional, la experiencia superó sus expectativas. “Es un ritmo exhaustivo, mucha disciplina, muchas horas fuera de tu zona de confort. Te desafía a mostrar hasta qué punto deseas esa corona”, comenta, señalando que lo vivido en Miss Universe la hizo más fuerte. Tatiana se siente satisfecha con su desempeño: “Di lo mejor de mí, y aunque no obtuve el resultado que esperaba, estoy orgullosa del trabajo realizado”, asegura.
Un aspecto clave en su camino ha sido mantenerse fiel a sí misma. “Cada reina tiene su propia personalidad, y está bien ser auténtica”, afirma con convicción. Tatiana ha luchado contra los estereotipos que imponen ciertas expectativas de belleza. “Al principio me costaba mucho usar extensiones o pestañas postizas, pero hoy entiendo que es como un uniforme. Cada mujer tiene derecho a sentirse cómoda y expresarse de la manera que prefiera”, asegura, destacando que ha buscado siempre un estilo propio, alejado de lo convencional. Además de su reinado, Tatiana está cosechando logros en la actuación, convirtiéndose en la primera peruana en protagonizar una película de Disney+. Este paso es una muestra de que su presencia en el escenario va más allá del certamen de belleza: “Siempre quise ser un agente de cambio”, afirma con la mirada puesta en el futuro.
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