Con el lanzamiento de una nueva edición que retrata el viaje a China de los personajes de «Al Fondo Hay Sitio», celebramos 10 años desde la primera portada de CHOSAS con el fotógrafo Ruven Afanador. En esta ocasión, recordamos aquella nostálgica sesión con los protagonistas de las primeras temporadas de la serie más exitosa de la televisión peruana
Por Gabriel Gargurevich Pazos | Fotos: Ruven Afanador
Una niña en la calle estaba vendiendo caramelos cuando de pronto tuvo una visión fulgurante; ahí estaba él, caminando despreocupado, canchero, con lentes oscuros, sorteando las miradas de la gente, sonriendo para sí mismo, cuando la vio y, como un imán, se dirigió hacia ella. «¡Es Peter! ¡Claro que sí», pensó la niña que le ofreció caramelos. Adolfo Chuiman -Peter para la niña- la miró con infinita compasión y le dijo; «No tengo sencillo, amiguita, discúlpame». Entonces, la niña le dijo: «Usted es Peter… Dios me lo ha mandado… ¡Gracias Diosito!». Adolfo abrazó a la niña conteniendo las lágrimas y supo que esa era la mayor recompensa que podía recibir…
Aprenderse los diálogos de diez escenas para el día siguiente lo hacen sentirse a veces como un esclavo, a pesar de que ama su profesión. ¡Cómo va a ir alguna fiesta cuando al día siguiente tiene tanto trabajo! Y eso que a veces le provoca tomarse un traguito… ¡Tiene 68 años, por favor! ¡No es un anciano! «El éxito te pone contra la pared, pero lo que sucede entre mi personaje, Peter, y la gente, es algo maravilloso», dice Adolfo.
La serie televisiva donde actúa Adolfo se llama «Al fondo hay sitio» (AFHS), y ay tiene siete años de existencia. Desde que todo empezó, en marzo de 2009, arrasó con el rating y hoy ya se puede decir que es el programa de mayor audiencia televisiva en el Perú; y es parte de la historia de nuestro país, no solo por eso, sino porque es su reflejo, en el espejo de una casa encantada, donde las formas, desternillantes, se tornan maravillosamente divertidas.

Adolfo Chuiman.
Actores en 3D
«No sé si quiero que la serie dure para toda la vida, ¡per lo que sí te puedo decir es que nadie quiere morirse a los 47 años!, dice Sergio Galliani, quien interpreta a Miguel Ignacio de las Casas o mejor, simplemente, Nachito. Cuando todo empezó tenía 40 años, ¡y ahora hasta es abuelo en la serie! ¿Cómo va a querer que todo termine si su personaje ha crecido con él? «¡Ha madurado conmigo!», dice Galliani, aunque admite que la esencia de Nachito se mantiene. ¿Y quién es Nachito? Es el padre de Nicolás y Fernanda; es un empresario top, mezquino, mujeriego, malvado… «Pero un poco tonto, a pesar de tener mucho dinero», advierte Sergio. Luego, añade: «Para los que tienen 40 años, soy su ídolo, pero a las cincuentonas no les caigo muy bien que digamos… Con las señoras mayores y los niños, todo bien, ¡mostro!
A Karina Calmet, el 99% de la gente que la para en la calle la trata con cariño, pero ha habido ocasiones en las que le han dichos cosas horribles, ¡y delante de sus hijas! Isabella Fernanda Picasso Maldini se llama su personaje en AFHS, y le dicen la «Palo Seco». Es la mamá de Nicolás y Fernanda y ocupa el día en el spa y en frivolidades; es racista, no tiene autoestima ni solidaridad con nadie. «Representa todas las cosas que no me gustan de un ser humano, y eso ha sido un reto para mí a lo largo de estos siete años», dice Karina, quien cuando todo empezó tenía 38 años. A veces, Isabella la carga un poco, pero siempre la diversión en el trabajo pesa más… En la calle, siempre hay gente que cree que ella es Isabella… ¿Y eso es divertido? «¡Calro que sí!», responde.
Luis Ángel Pinasco tiene 74 años, dice que no piensa en el retiro pero que AFHS representa la parte culminante de su historia en la pantalla chica. «En televisión he hecho de todo. ¡Hasta fui camarógrafo! También, he sido comentarista deportivo en ocho mundiales…», dice Luis Ángel. Cuando lo convocaron para actuar en AFHS, era relacionista público de canal donde se transmitiría la teleserie (América Televisión), y dice que lo eligieron por su pinta, pues siempre se le podía ver elegantísimo, en terno, por los pasillos del canal. Todavía era conocido como «Rulito» Pinasco. En la serie interpreta a Bruno Picasso y le dicen «Yuracuchi» o «Chancho Blanco»: es el ex de Francesca y padre de Isabella, y también es el rey de los embusteros… «Ahora soy Don Bruno, perdí mi identidad, ya no soy más «Rulito»; ¡la gente piensa que me llamo así!», dice, riendo.
La gente… Resulta paradójico que, gracias a los históricos niveles de teleaudiencia de la serie, algunos de sus actores se hayan podido comprar casas en la playa pero que las hayan tenido que vender después, porque la gente llegaba a bañarse en sus piscinas, a jugar billar, a ofrecerles un whisky o a tomarse fotos con ellos. Ese fue el caso de Adolfo Chuiman, quien asegura que su casa en Punta Negra se había convertido en un club, ¡pero cómo le iba a decir que no a los niños! Y pensar que cuando empezó a ser actor hacía teatro dramático. ¡Shakespeare!, y no le atraía para nada el mundo de la televisión.
Peter… Peter Mackay se llama su personaje, que trabajó para Francesca y actualmente es el mayordomo de Raúl del Prado. Su frase es: «Su coñac, Madame», y su rostro caricaturizado estuvo impreso en la parte posterior de las etiquetas de una conocida gaseosa nacional, en 2010, así como los rostros del resto de personajes de la teleserie. También se hicieron tres álbumes de figuritas correspondientes a las tres primeras temporadas. El álbum de la tercera temporada fue publicado en 3D.

Erick Elera y Nataniel Sánchez.
Cuando la serie «Así es la vida» llegó a su fin, en noviembre de 2008, se empezó a correr la voz, entre los actores, que vendría otro proyecto del mismo equipo, y que pronto empezarían el casting. Efraín Aguilar fue productor y director general de esa exitosa serie que empezó en marzo de 2004; Gigio Aranda, creador y jefe de guionistas; y Estela Redhead, la productora ejecutiva.
Como la vida misma
A Yvonne Faryssinet la convocaron para interpretar a Francesca Maldini Di Paolo, que más adelante pasaría a llamar Madame o Noni. Yvonne recuerda: «El día de la cita estaban Efraín, Gigio y Estela mirándome con emoción; se sentía que tenían algo potente entre manos, se les veía convencidos… Me dijeron que habían convocado a Sergio Galliani, a Gustavo Bueno y a Mónica Sánchez, y me entusiasmó le hecho de poder dialogar también con gente del teatro, del cine… Entonces acepté y, cuando estuvimos los actores principales todos juntos, en una de las primeras «leídas», Efraín, de pronto, nos dijo «¿Saben una cosa? Ustedes son los mejores… ¡Y vamos a ser un éxito!».
Al respecto, Efraín Aguilar nos dijo lo siguiente: «Creo que la experiencia de las teleseries anteriores, que también tuvieron éxtio de rating, que contaron con el talento creativo bajo la batuta de Gigio Aranda, y sobre todo el gran equipo de producción aunado a destacados directores de televisión, nos dio la confianza necesaria para ver le próximo proyecto (AFHS) con entusiasmo. Sería poco grato no reconocer la confianza depositada por los gerentes de América TV en esta, para nuestro país, cuantiosa inversión…».
Desde hace un buen tiempo, Efraín ya no tiene que estar presente en las grabaciones de la serie, pues, según sus palabras, ahora tiene un personal encabezado por su productora ejecutiva Estela Redhead, sumamente capacitado y que le ahorra ese trabajo.
Redhead también tuvo algo que decirnos: «Convocar y convencer a los actores idóneos para dar vida a los personajes de esta historia fue todo un reto, y tener a uno de primer nivel fue como una batalla ganada… Cuando Gigio nos contó de qué trataría AFHS, no tuve duda de que esta historia cautivaría a grandes y chicos. A mí me fascinó, me quedé encantada, porque además de estar cargada de comedia, romance, drama, enrredos y conflictos entre vecinos, también tocaba temas tan mundanos que ocurren en la vida misma…».
«Se me prendió el foco: unos ricos y otros pobres, viviendo frente a frente, separados solo por una reja… Realmente era una idea fantástica», asegura Gigio Aranda, creador de «Al fondo hay sitio».
Gigio Aranda, uno de los grandes responsables del éxito de la teleserie, junto al talentoso grupo de guionistas que él dirige (sin sus buenos libretos, los actores jamás hubieran podido lucirse como lo han hecho en todo este tiempo), cuenta cómo se gestó el proyecto: «Sucedió ante la pregunta de un directivo del canal, en 2004… «Gigio»; ¿tiene otro proyecto por si este falla?», preguntó. El pesimismo de este directivo se refería al inminente estreno de «Así es la vida», un programa que aprovechaba la idea de barrio limeño en donde pasaban cosas divertidas; una fórmula que funcionó en «1000 oficios». Por eso años, ocurrió un hecho realmente divertido y anecdótico que representaba fielmente cómo somos los peruanos de huachafos y ridículos sin mucho esfuerzo: vecinos de La Molina querían delimitar su frontera con Ate; las casas eran iguales, los autos que usaban eran los mismos, los colores de piel eran idénticos, vivían unos frente a los otros, pero unos eran gente bien y los otros no tanto, desde la perspectiva molinera… Y se me prendió el foco; unos ricos y otros pobres, viviendo frente a frente, separados solo por una reja… Realmente era una idea fantástica, y no se me había ocurrido a mí: fue un regalo de nuestra propia idiosincracia,»
Mónica Sánchez interpreta a Rosario Flores, más conocida como Charito, madre y ama de casa ejemplar, famosa por su chifón y cuya frase más característica es: «Familia, familia». Mónica nos dijo lo siguiente: «A finales de 2008 dije, en una entrevista, que me gustaría hacer comedia porque siempre había hecho de heroína en el teatro, en la televisión… Al día siguiente me llamó Efraín… Cuando colgué el teléfono, estaba convencida de que le diría el día de la cita: «Gracias, pero no quiero hacer televisión..». Igual fui, amablemente, pero no pude decírselo; lo vi, junto a Gigio y Estela, tan enamorado del proyecto, que eso me inspiró confianza y acepté… Todo el 2009 lo tenía copado con obras de teatro, ¡Así que ese año dormía parada!»
Una vez, durante el segundo año de trabajar en AFHS, Mónica entró en lo que ella llama «la crisis de la rutina». Recuerda: «Hablé con Gigio, le dije que me sentía estancada, que no tenía vida… Cuando terminé de hablar, me dijo: «¿Y sabes lo que va a pasar ahora, no?». Al día siguiente, Gigio escribió una escena donde Charito repetía casi las mismas palabras que había dicho Mónica.
Si trabajas como actor en AFHS, nunca sabes qué va a pasar con tu personaje, y eso hace que nadie caiga en el tedio. De hecho, los personajes se van armando en el camino, «según lo que da el actor con sus herramientas», como dice Tatiana Astengo, que en la serie hace de Reina Pachas de Gonzales, la esposa de Lucho (Bruno Odar), cuya frase es: «¡Basuura!». Nadie en la casa de los Gonzales la quiere por su carácter sin filtro y cizañero. Melania Urbina – cuyo personaje, empleada de los Maldini, ahijada de Lucho, se llama María de Monserrat Chafloque, la «Monsefuana», para los amigos – le da la razón a Tatiana: «Mi personaje, que entró en el tercer año de la serie, por ejemplo, se construyó en el camino; ¡al inicio no sabíamos si iba a ser buena o mala!»

Andrés Wiese.
La gran familia
Andrés Wiese entró a trabajar en la serie cuando tenía 24 años. Ahora tiene 31, Él, como se sabe, es novio de Melania en la vida real, pero, a diferencia de ella, empezó a trabajar en la serie desde el principio… Andrés dice haber pasado del anonimato puro a la fama total en un abrir y cerrar de ojos. Para él, el equipo de AFHS es su Gran Familia. «Como actor, ahora me siento con más peso; ya me lo había dicho Sergio Galliani; «Hasta la mirada te va a cambiar». Yo nunca viví eso de «hoy tengo trabajo, mañana no», muy común entre los actores peruanos; en ese sentido me siento privilegiado y solo tengo palabras de gratitud…», señala.
Andrés dice que, para elegir a su personaje – Nicolás de las Casas Picasso, o «Ricolás», vanidoso, popular, empresario, surfista, cuyo amor fue la difunta Grace, quien fuera interpretada por Mayra Couto-, la convocatoria fue mucho más abierta y numerosa, al igual que para los personajes de Joel (o «Niño Cara de Pez») – interpretado por Erick Elera, esposo de Fernanda, quien también tiene su lado músico- y Grace.
A Nataniel Sánchez le dicen la «Chuckycita» en la serie, pero su personaje se llama, en realidad, Fernanda de las Casas de Gonzales, una chica impulsiva, caprichosa, inteligente… Nataniel está desde el principio, «cuando todo comenzó», desde muy joven, como Andrés y Joel, ¡tenía 17 años! Para ella fue muy difícil convertirse de pronto en una chica famosa, pues empezó a sentir que no podía hacer las mismas cosas que las chicas de su edad, como salir a una discoteca a divertirse, por ejemplo, pues luego se podrían distorsionar las cosas, como le pasó una vez… Ahora tiene 24 años, y eso ya no le importa mucho. Está estudiando inglés y Administración de Empresas en el ISIL.
«La experiencia de las teleseries anteriores nos dio la confianza para ver el proyecto de «Al fondo hay sitio» con entusiasmo», comenta Efraín Aguilar.
László Kovács, de 36 años, experimentó el reconocimiento público desde que empezó a hacer comerciales de televisión cuando era niño, y participó, años más tarde, en series televisivas como «Qué buena raza» y «Así es la vida»; pero dice que nada se compara con lo que vive desde hace siete años con AFHS: «Digamos que antes la fama que tenía era intermitente, ¡pero en AFHS es sólida! ¿Si hago comedia con mi personaje? De alguna manera… Valoro mucho el sentido del humor en las personas; la risa sana cura…». László se toma con mucho humor que la gente en la calle le haya cambiado de nombre a su perro sin pelo: «Yo le puse Fito, pero todo el mundo me decía: «¿Será Tito, no?» ¡Tito! Como mi personaje, ¿te das cuenta?».
El mejor amigo de Tito en AFHS es José Visitación Gonzales Camacho, Pepe para los amigos, dueño de la casa de los Gonzales. El actor David Almandoz interpreta a Pepe quien alguna vez fue millonario y lo despilfarró todo, y que estuvo con Rafaella, interpretada por Bárbara Cayo, uno de los personajes recurrentes y secundarios de la serie, como los que interpretó Marco Zunino… A Marco le decían «Cosito» en la serie, apodo que luego le fue endilgado nada menos que al presidente de la República Ollanta Humala por clamor popular…
¿Otros actores que tuvieron y tienen personajes importantes? Por las características de la teleserie, aquí no s epodría hablar de «principales» y «secundarios», para empezar. Por AFHS han pasado y pasan Anahí de Cárdenas («La Innombrable»), Chirstian Thorsen («Platanazo»), Gianella Neyra («Platanaza»), Gisela Ponce de León («La Pelirroja»), Diego Bertie (Sergitz), Paul Vega (Koky), Marcelo Oxenfford (Pendeivis), Joaquín de Orbegoso («Gringo Atrasador»), Alessandra Denegri («Chamaquita»), Emilia Drago (Paola Percovich), Giovanni Ciccia («Cocinerito»), César Ritter (Manolo), Roberto Moll («Pitugo Andino») y Orlando Fundichely («Gigoló»), entre muchos otros.
El gran Bruno Odar entró a la serie finalizando la segunda temporada, y desde allí no ha dejado de aparecer en ella, donde interpreta a Luchito, exesposo de Charo y actual marido de Reina Pachas.
El legendario actor de cine y teatro Gustavo Bueno es otro de los antiguos. Gustavo es Gilberto Collazos, o Don Gil, y sus frases son «Jipi Pipilín» y «No somos nada». Es un bodeguero anticuado y bonachón, y admira a John Wayne, aunque el actor asegura que a Don Gil lo construyó inspirado en un personaje que interpretó en una obra de teatro dirigida por Francisco Lombardi («Rancho»), donde hacía de «un blancón de la sierra con costumbres rígidas»; según sus propias palabras.
Magdyel Ugaz hace con Teresita, su personaje de AFHS, lo que no se atreve hacer en la vida real. Dice ser una persona insegura, pero que Teresita es de armas tomar: «Teresita me ha hecho replantearme muchas cosas en mi vida… Ella es grande, voluptuosa, latina… En la calle, la gente me dice «Yo soy la Teresita de mi esposo, ¡ya me dejé de cojudeces!, ¡ya me acepté!». Escuchar eso por hacer reír al país es una inmensa retribución».
Pero AFHS no solo hace reír y reflexionar a todo el Perú, de todos los estratos sociales, con esta historia que narra los avatares de los Gonzales y los Maldini, desde que los primeros llegaron a Lima desde Huamanga, Ayacucho, para asentarse en uno de los barrios más exclusivos de la capital (Las Lomas), en una casa a medio construir, frente a los Maldini, y donde se genera una relación que fluctúa entre el amor y el odio. En 2009, la serie empezó a emitirse en Bolivia, en 2010, en Ecuador; en Paraguay, cada temporada se emite un año después de su salida respectiva en el Perú… Y siempre con los altos niveles de sintonía. Sobre todo en Bolivia, donde nuestros actores son ídolos y han hecho ya algunas giras.
Una nueva integrante ha llegado al equipo: se trata de Francesquita, hija de Grace y Nicolás en la ficción, pero hija de Erick Elera en la vida real. La pequeñita (de 2 años) se llama Flavia Elera y es la engreída de las cien personas que trabajan en el equipo de la teleserie. Pero ahora está jugando con actores, en una pausa, en Las Lomas, en el grane studio de la calle Los Mirtos, en Lince. Todos la cargan, la apachurran, hace bromas y juegan con ella como si tuviesen su edad… Francesquita representa el punta de unión entre los Gonzales y los Maldini, pero es más que eso: es una nueva integrante de la Gran Familia, que cambió para siempre la televisión peruana.

Mónica Sánchez.
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