La empresaria textil, directora de la Sociedad Nacional de Industrias y líder de la Cámara de Comercio de la India en Perú Incham), explica el panorama comercial peruano en tiempos de proteccionismo y guerra de aranceles. Acaba de expandir operaciones en Estados Unidos y combina su cargo ejecutivo con su rol de madre y abuela.

Por: Carlos Cabanillas | Fotos: Isabela Díaz Gardini 

«He cumplido treinta años de empresaria”, confiesa Magali Simon, quien es empresaria, ejecutiva, representante del gremio textil y de confección, y madre de familia. Es una voz importante en la industria, sobre todo ahora que la pugna comercial entre Estados Unidos y China ha arrastrado a toda la región a un proteccionismo de aranceles y retaliaciones. Y es heredera de una estirpe textil, lo que le da cierta autoridad moral para hablar del rubro. “Mis bisabuelos paternos llegaron de Palestina al Perú en 1928 con cuatro hijos”, recuerda Simon.

“Abrimos una tienda en febrero de 2025, y está ubicada en un shopping center en Key Biscayne. Apuntamos a expandirnos en el mercado norteamericano”.

“Una de ellas es mi abuela Emilia, quien llegó al Perú de 8 años de edad y fue un ejemplo de mujer fuerte, activa, alegre y encantadora. Siempre recordaré el gran amor que me tenía, los platos maravillosos y creativos que preparaba, su sonrisa y su gran sentido del humor”. Magali recuerda que “llegando se asentaron en la ciudad de Cusco, donde pusieron las bases de nuestra actividad actual, la producción y el comercio textil. Nos dejaron ese legado que hoy mantenemos por cuarta generación, siendo yo la primera por parte de mi madre. Fabrico manufacturas de prendas de vestir para exportación y para el mercado local, con marcas propias como Mara Intimates, Mara Mar, Mara Nuit y Mara Lounge, cuenta la gerenta general y fundadora de Texpima S.A.C

A propósito del Día de la Madre, la ejecutiva y señora de familia aborda el rol femenino en la industria textil, analiza el panorama del rubro en el nuevo contexto internacional y sugiere las tareas pendientes del Estado y los empresarios frente a la mujer peruana. Además, recuerda a su propia mamá. “Mi madre, Ángel, ha sido un ejemplo de inspiración, lucha y resiliencia para mí. Una mujer que nació en la Tierra Santa, Belén, en Palestina, y que terminó su colegio muy joven, se casó y vino al Perú, donde nací. He crecido viendo la fortaleza, entrega y dedicación de mi madre, de la cual aprendí a ser fuerte, trabajadora y valiente. Ella sigue siendo una empresaria, y es de ella de quien aprendí el amor hacia la familia, el respeto hacia nuestras costumbres y nuestros valores. Las tradiciones de mi familia no se han perdido. La unión familiar, las reuniones para disfrutar la comida árabe que cocina mi madre, la simpatía y encanto de mi padre, las danzas, la música y esa magia de cariño y respeto por nuestras generaciones anteriores son valores y costumbres que nunca perderemos”.

Acaba de expandir su negocio en Miami.

Hace mucho que tenía el proyecto de vender en el exterior. Recién se me pudo dar este año, que abrí una tienda en Estados Unidos. Quise empezar con Miami, porque es el público con el que más nos identificamos. Abrimos en febrero de 2025, y está ubicada en un shopping center en Key Biscayne. Apuntamos a expandirnos en el mercado norteamericano cuando la marca se conozca. Además, estamos en plena ejecución de la construcción de un local
comercial de tres pisos en la cuadra 5 de la Av. Conquistadores, en San Isidro, donde pondremos tiendas con nuestras marcas propias, más otras de emprendedoras, incluyendo un café restaurante. Es un proyecto que quise hacer hace mucho. Estoy feliz porque en un año será una realidad.

Magali Simon es también presidenta de la comisión de la Mujer Industrial en la SNI. Y preside el comité consultivo de industria de la confección en Senati.

¿Cuál es su postura frente a los aranceles de Donald Trump?

Los aranceles que nos han puesto a Perú son el 10%. Ese 10% no es significativo en comparación a lo que le está poniendo a otros países. Nuestros mercados internos van a ser amenazados porque China, al tener un arancel tan alto con Estados Unidos, va a salir a buscar otros mercados para ubicar su producto y compensar la caída que tendrá. Y el Perú definitivamente está en su ruta.

Como los aranceles están más altos en los países asiáticos, también habría una oportunidad para la industria textil peruana.

Exactamente. Al haber este arancel tan alto en China, los ojos van a volcarse a Centro y Sudamérica, incluyendo al Perú. Acá tenemos un producto muy importante que es el algodón pima. La industria peruana se va a reactivar. Va a ser muy bueno para las empresas exportadoras, porque las exportaciones peruanas se van a reactivar. Pero podría ser perjudicial para la micro y la pequeña empresa, que representa el mayor porcentaje de empresas del país, porque China va a volcar sus productos al Perú y va a entrar con precios que no son competitivos, debido al ya conocido dumping y a la subvaluación que venimos sufriendo desde China. Esta es una competencia desleal. La micro y pequeña empresa se van a ver bastante amenazadas por la gran cantidad de productos chinos que van a entrar al país.

Entiendo que la competencia directa del Perú son países como Vietnam y Singapur, además de China.

Sí, claro. Son países donde la mano de obra es muy barata y donde el gobierno subvenciona productos. Los productos peruanos no pueden competir con esos países.

¿Cuáles son los productos textiles que pueden tener cierta ventaja comparativa en este nuevo contexto comercial?

Los textiles van a tener una ventaja, ya que, al ser solo un 10% de arancel frente a un 145% de China, definitivamente se nos abren los mercados para el algodón peruano.

“Los textiles van a tener una ventaja, ya que, al ser solo un 10% de arancel frente a un 145% de China, definitivamente se nos abren los mercados para el algodón peruano”.

Más allá de esta ventaja específica, la economía va a crecer menos en líneas generales.

El mercado interno siempre sufre amenazas. Es difícil competir con países como India y China. Si estos productos entran con dumping y subvaluación, eso significa una competencia desleal. Es difícil que un producto peruano pueda competir así. La pequeña y la mediana empresa van a sufrir más porque no tienen oportunidades para abrirse a otros mercados, como sí las tenemos las medianas y grandes. Las exportaciones van a crecer, pero el producto interno va a estar amenazado. Textiles, calzado, cueros, entre otros.

¿En qué medida esto difiere de lo acordado en el TLC con Estados Unidos?

La Cancillería ha enviado una carta al respecto. Después de haber trabajado tanto para lograr el TLC con Estados
Unidos… Fue un gran esfuerzo del Estado y la diplomacia que nos ha venido beneficiando hasta hoy. Si bien nos afecta este arancel de 10%, no nos va a golpear tanto si nos comparamos con otros países. Podemos decir que estamos en una mejor posición. Definitivamente, los ojos de Estados Unidos van a mirar al Perú y las exportaciones se van a incrementar.

¿Cuál es la estrategia de Trump? Parece que finalmente esto es un bluff para luego negociar personalmente con cada mandatario.

Es complejo de entender. Muchas de las acciones del presidente de los Estados Unidos no tienen sentido. Muchos países no entienden lo que está sucediendo. Definitivamente, la actitud del presidente Trump está perjudicando a todos a nivel mundial. Se están abriendo conflictos y situaciones que nos pueden llevar a consecuencias negativas.

Además, el Perú no tenía superávit en la balanza comercial con los Estados Unidos…

No. No somos un país muy importante. Si bien tenemos productos importantes, solo representamos el 1% de exportaciones textiles hacia los Estados Unidos.

“Hay que empoderar a la mujer y lograr una brecha salarial más justa. Aún existe una gran diferencia entre la brecha salarial del hombre y de la mujer”, señala.

Cultura en valores

“Los valores en nuestra sociedad se están perdiendo”, argumenta Magali Simon. “Por eso es importante la unión familiar, el apoyo entre nosotros, la solidaridad, el respeto por los demás y las demostraciones de cariño que son la vitamina para el alma”, sentencia. “Mis primeros años fueron difíciles, ya que empecé un emprendimiento sin tener preparación para ello y con tres hijos hombres muy chicos, de 10, 8 y 3 años. Pero el know how familiar está en la sangre, y fue rápido mi aprendizaje. A pesar de que he pasado por momentos difíciles, he tenido caídas, pero he podido salir adelante y hoy puedo decir que cuento con una empresa de manufactura de prendas de vestir competitiva a nivel mundial. Hoy tengo el apoyo de mis hijos y nueras, quienes trabajan conmigo y quienes le han dado un oxígeno a mi vida y a mi negocio. Y el amor de mis cuatro nietos, quienes ya a modo de juego se sientan en mi escritorio y también representan a mi marca modelando nuestras colecciones en redes”.

A propósito del Día de la Madre, su historia resume el rol moderno que combina la maternidad con su trabajo de empresaria, ejecutiva y líder gremial.

En mis inicios, fue algo difícil. Yo empecé a trabajar a raíz de mi divorcio. Si bien antes hacía algunos trabajos de decoración de interiores, era a modo de hobby. Empiezo a trabajar en este rubro a partir de mi divorcio. Mis hijos eran pequeños. Hoy tienen 42, 41 y 35 años. Ya estoy en una posición distinta. Soy orgullosa madre de tres hijos y abuela de cuatro nietos. Estoy en otra etapa de mi vida. Los chicos se ocupan de sus familias y yo me encuentro en
una posición independiente.

El inicio fue difícil, imagino.

Fue difícil, pero tengo que decir que mi familia ya se encontraba laborando en ese sector. Yo he recibido el apoyo de mi familia. Sin integrarme a una de las empresas familiares, me ayudaron a crear mi propia empresa. Me han dado el know how y me han orientado para poder llegar a donde hoy estoy.

¿Cómo es el rol de la mujer industrial, que usted representa?

Hay que empoderar a la mujer y lograr una brecha salarial más justa. Aún existe una gran diferencia entre la brecha salarial del hombre y de la mujer. Y esto no se debe a que la mujer sea menos capaz o menos profesional, sino a la falta de oportunidades que hay. Esto debe cambiar. Estoy segura de que va a ir mejorando. Además,
en el Perú tenemos un tema muy sensible. El abuso a la mujer, el feminicidio y el machismo, que aún siguen arraigados en el peruano. Esto se vive aun más fuerte en el interior del país. Sin embargo, se está trabajando para superar esto, tanto por parte del Estado como de los empresarios y los organismos independientes.

“Como empresaria, quisiera lograr una ley que haga que cada empresa pueda solventar el chequeo anual de cada una de sus empleadas. Más que un gasto, es una inversión, porque quieres a tu gente sana trabajando contigo”.

¿Cómo es la brecha en comparación con otros países de la región?

La brecha es grande si nos vamos a comparar con Europa o Estados Unidos. Salvo países como Argentina y Chile, que nos han llevado cierta ventaja estos años, tenemos una posición similar a los demás países de la región.

¿Qué proyectos de ley o reformas podrían mejorar las condiciones laborales y la cultura empresarial?

Definitivamente, hay que dar oportunidad a las mujeres. La educación es la base del desarrollo. Lo más importante sería empezar por ahí. El Estado debe dar una buena educación de calidad, que pueda sacar a la gente adelante, algo que hoy en día no tenemos. El Estado tiene muchos canales, y podría darles uso para sacar adelante la educación de este país. La televisión y radio podrían hacer programas interesantes dedicados a educar, a la mujer y a la niñez. Hay muchas formas. En cuanto a lo laboral, las empresas ya estamos cargadas de sobrecostos,
obligaciones laborales y fiscalizaciones. Sin embargo, vemos que la mujer peruana está sufriendo mucho de cáncer uterino y cáncer de mama. Me gustaría que los empresarios pudiéramos preocuparnos mucho en ese sentido. Darles la oportunidad de recibir atención médica y un chequeo anual. El cáncer de mama se está llevando muchas vidas de mujeres peruanas. Como empresaria, quisiera lograr una ley que haga que cada empresa pueda solventar el chequeo anual de cada una de sus empleadas. Más que un gasto, es una inversión, porque quieres a tu gente sana trabajando contigo. Tenemos que apuntar a una mejor calidad de vida para los peruanos.

Antes de despedirse, Magali Simon nos cuenta de un lema personal: “Hay que ser perseverantes, constantes y nunca rendirse, nunca conformarnos con un ‘no’”.

  • Foto de carátula: Victor Cucart
    IG: @cucartvictor
    victorcucart@outlook.es

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