En entrevista exclusiva con COSAS, el mandatario explica los avances en su plan de seguridad, devela sus políticas económicas, desmiente rumores sobre su entorno palaciego y revela interioridades de su gobierno. Cree que su estilo prioriza la presencia del Estado en las calles, la reconexión con la población, el consenso con el Legislativo, la articulación con regiones y el gasto en demandas que considera largamente desatendidas.
Por Isabel Miró Quesada
Adaptación de la nota completa de la versión impresa
Luego de conversar con el mandatario Daniel Noboa y el flamante presidente electo José Antonio Kast, piensa que ahora “es mucho más fácil recuperar el tiempo perdido en colaboración con Chile y Ecuador”. Entre las coincidencias con sus pares está el hacer el corredor humanitario para los migrantes venezolanos. Y también combatir la criminalidad transnacional que aqueja a toda la región. Aborda esos temas en Palacio de Gobierno, donde recibe a la revista a la par que despacha con su gente de confianza.
Antes de empezar la entrevista, sin embargo, da algunas instrucciones para sus ministros. ¿Es una foto para la prensa o es una directiva real? Falsa disyuntiva. Performance o no, el resultado es el mismo: más operativos de madrugada, más visitas inopinadas a las cárceles, más incautaciones de celulares. En suma, más trabajo. Más presencia del gobierno. Más recursos para la Policía y las FF. AA. Más articulación con regiones y municipios.
Más colaboración conjunta con países como Ecuador y Estados Unidos (FBI). En suma: más (sensación de) seguridad. Y más ministros participando, porque la delincuencia es un problema transversal a todos los ámbitos del Estado. Por eso aborda temas como el déficit fiscal, la reestructuración del INPE (próximamente SUNIR), la reactivación de proyectos mineros, las elecciones presidenciales y la relación con el Congreso. De eso y más habla el presidente de la República, José Enrique Jerí Oré, en entrevista exclusiva para COSAS.

“El origen del mal, en buena cuenta, es la institución del INPE y los malos elementos que están enquistados ahí”.
¿Qué ha aprendido observando al Perú desde la cancha?
Pude confirmar que, lamentablemente, en los últimos años se han tomado decisiones desde un escritorio. Eso ha contribuido a que haya una desconexión creciente entre autoridades y ciudadanos. Lo que nosotros planteamos desde el inicio era hacer lo contrario: estar en la calle, en el campo, y tomar las decisiones en función a la realidad, no al problema que te dice el documento. Una de las primeras acciones que tomamos como gobierno, incluso sin gabinete, fue ir a los penales y atacar uno de los problemas matrices de la criminalidad.
Ha anunciado una reforma del INPE –ahora SUNIR–, pero ¿cómo hará para que sea más que un cambio de nombre?
Han bajado drásticamente las cifras. Hemos actuado sobre lo que se tenía. Sabíamos que eso es un proceso. Pero de las medidas temporales que adoptamos al inicio del gobierno, una de las primeras fue ir a la fuente de la criminalidad, que eran los penales. Ahí estaban los celulares irregulares y otros elementos que contribuyen a planificar el crimen. Lo que se ha hecho de forma constante es quitar a los presos las herramientas que usaban para poder extorsionar. Hay un sector del INPE que está contaminado, que avisa de los operativos. El hacer requisas constantes, de sorpresa, les ha quitado la capacidad operativa.
¿Y ahí notó que era de la misma INPE que se filtraba?
Sí, claro que sí. Me acuerdo haber entrado a algunas celdas. Decían: “En esa celda no hay nada. Sigamos a la otra”. Entonces, sentí que me direccionaban. Cuando me decían eso, hacía todo lo contrario. Una de las primeras acciones era justamente entrar a las celdas que ya habían sido “limpiadas” para verificar y ver qué cosas todavía estaban ahí. Me acuerdo que tomaron fotos y algunos decían: “El presidente está haciendo show”. Pero era al contrario. Era una acción que tuve que tomar en el momento para poder verificar si algunos trabajadores del INPE estaban coludidos con los criminales.
Se va a cambiar al director, ¿no?
Es un proceso que está en evaluación. Todos los funcionarios siempre estamos en evaluación constante por acción u omisión.
Pero en este caso hay audios que comprometen [a Iván Paredes], que salieron en “Cuarto Poder”.
Él tiene un proceso que está afrontando. Pero yo siempre he dicho, y soy bien objetivo, que cada persona tiene un pasado que tiene que saber esclarecer y afrontar. Y de otro lado, desde que está conmigo, cada cosa que le he indicado, cosa que ha hecho. O sea, es funcional a lo que el gobierno ha planteado. No tengo mayor queja. Pero el origen del mal, en buena cuenta, es la institución en sí misma y los malos elementos que están enquistados ahí. Por eso planteamos refundar al INPE, que en un par de semanas va a ser otra institución. No es como con los programas de alimentación Qali Warma, que paran cambiando nombres.

“Estamos apostando mucho por los megaproyectos para reactivar la economía regional a través de inversión por OXI (obras por impuestos) y APP (asociaciones público privadas)”
¿Considerará privatizar algunas áreas, como el control de las cámaras?
Sí. Dentro de esta nueva institución, SUNIR, estamos planteando privatizar algunos componentes, siguiendo la lógica de lo que se hizo hace diez años. Una de las cosas que hemos tomado es el ingreso a los penales. Las máquinas y el servicio de ingreso y egreso de quienes visitan a los internos. Estamos viendo que eso sea lo primero en ser concesionado.
¿Está contento con los resultados de la Unidad de Extorsión para la que pidió facultades legislativas? Entiendo que el coronel Revoredo ya tiene cifras.
Antes se requisaban unos cuatrocientos celulares y ahora son trece mil. Pero antes que nada, hay que poner en contexto cómo convocamos a Revoredo. Estaba prácticamente exiliado en Chile. Una persona con tanta experiencia. No sé el motivo. Como tengo la virtud de escuchar mucho, varios me decían: “Tienes un activo que lo han mandado al extranjero, que prácticamente lo están durmiendo, cuando tiene toda la plena disposición y experiencia para que pueda contribuir acá”. Entonces, sin pensar mucho y después de explorar quién era, pensé que era el indicado para crear una unidad especializada contra la extorsión. Las cifras son positivas, objetivamente, los resultados han ido avanzando. Si vemos antes del estado de emergencia con lo que es ahora, vemos un crecimiento exponencial de operativos. Antes el Estado no trabajaba como está trabajando ahora.
¿Se intentará capturar a Vladimir Cerrón?
Vladimir Cerrón es uno más de los que tienen problemas con la justicia. La Policía tiene que hacer el trabajo que le corresponde y capturar a quien sea. El decir que él es prioridad sería un componente político, y acá la Policía tiene que ser igual para todos. La Policía tiene nuestro pleno respaldo.
¿En qué consisten las capacitaciones del FBI?
El plan de seguridad ciudadana ya no estaba vigente. Yo siempre lo he criticado porque era muy teórico, muy académico, muy de tesis. Yo me basé en lo que yo conocía mucho, que es el Plan Bratton. Y conocía el Plan 2013-2018, que son dos herramientas que tomo como referencia. Son insumos que hemos conversado hace dos días con el FBI. Me dijeron que, si bien es cierto que puede ser un plan antiguo por el año en que se elaboró, muchos de los elementos siguen plenamente vigentes. Cuando conversaba con el FBI, ellos me decían con suma claridad que cuando se llevan bien esos planes, los resultados se logran.

“No hemos abusado mucho de la deuda. Estamos dentro de los países que tienen menor deuda o estamos a la mitad”.
GASTO PÚBLICO Y BALANCE DE GOBIERNO
¿Usted cree que los gobiernos regionales han funcionado? Parece que les cuesta ejecutar presupuestos y hacer obras.
Antes teníamos un marco normativo que era supuestamente el argumento por el cual no se ejecutaban y se devolvía mucho dinero al término del año. Ahora tenemos un marco normativo nuevo; entonces, en teoría debería funcionar mejor. En un par de días tendremos una lectura.
El Consejo Fiscal ha advertido que algunas decisiones del Congreso comprometen la sostenibilidad del gasto para 2026. Sin embargo, aún se pueden revertir en el TC.
En su gran mayoría, y soy plenamente honesto con ello, he apoyado gran parte de esas medidas. ¿Por qué? Porque por muchos años el Estado prefirió mantener solamente sus fortalezas macroeconómicas, pero no dio atención a las remuneraciones de los trabajadores del Estado. Algunos sueldos habían sido congelados por más de veinte años. Entonces, este Congreso, entre críticas y aciertos, ha optado por darles un reconocimiento que en gobiernos anteriores nunca se les dio. Lo que también es cierto es que, en esa excesiva buena voluntad que tuvimos como Congreso, se nos fue la mano con la deuda pública; entonces, se ha aumentado mucho el gasto corriente. La idea ahora es consensuar para que lo que se apruebe sea viable, porque de nada sirve tener una excelente ley que, en la práctica, no se puede ejecutar porque no tiene sustento presupuestal.
¿Y no le preocupa chocar con el Congreso? Que le digan que cuando estaba allí aprobó medidas que ahora quiere reevaluar…
No. Es que siempre hay que tener consideración por el diálogo que tiene que haber entre instituciones. Lo bueno de mi origen parlamentario es que podemos llegar a entendimientos y que el Congreso pueda aprobar una medida que sea real, ejecutable y sostenible.
Cuando asumió el cargo, el expresidente Martín Vizcarra dio a entender que usted sería un títere del Congreso. ¿Cómo recibió el comentario?
He escuchado cada comentario de cada persona… En la libertad de expresión se puede decir cualquier cosa, pero comentarios así no me detienen. Los escucho con simpatía y me permiten armar un libro con frases hilarantes. Pero lo cierto es que hay que comprender y dar la importancia debida a cada una de las instituciones. Yo no soy rehén del Congreso de la República. No soy “un esclavo de…”. Se quiso poner esa etiqueta de “títere del Congreso” o “títere de una bancada”. Todo lejano de la realidad.

Reporte de la PNP, del 22 de octubre al 15 de diciembre.
Los índices de aprobación que tiene, según las encuestas, son muy altos. ¿Lo vio venir?
No lo imaginé venir. Solamente me concentré en hacer lo que tenía que hacer. Porque a veces uno puede depender mucho de las encuestas. Es muy fácil caer en la tentación de decir: “Ah, estoy bien en la encuesta o trabajo para la encuesta”. Yo trabajo para solucionar los problemas. Es distinto. Y si eso cala o genera un buen impacto, genial. Pero ello también implica mayor responsabilidad y mayor compromiso, porque, al menos en mi caso, me exige más.
Encuentra la entrevista completa a José Jerí, en la nueva edición impresa de la revista COSAS, ya a la venta.
Fotógrafo: Jacques Burga
Asistencia de luz: Fredy Claros
Videógrafo: Víctor Ruiz
Producción: Diego Torres
Asist. Producción: Adelayda Martínez
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