Desde el tradicional Cordano hasta el emblemático Juanito en Barranco, el reconocido chef comparte su recorrido por seis tabernas limeñas, destacando platillos como riñoncitos al vino, butifarras con cebolla y sánguches de sardina, acompañados siempre de un pisco puro como compañero de viaje

Por: Redacción COSAS

El chef peruano Gastón Acurio propuso una ruta gastronómica a pie por seis tabernas tradicionales de Lima. El recorrido, compartido en su cuenta de Instagram, comienza en el Centro Histórico y culmina en Barranco. El itinerario incluye sabores emblemáticos, recomendaciones de platillos y consejos para disfrutar cada parada con calma, tal como él mismo escribió: “Lo primero, caminen con calma, que Lima se saborea despacito”.

Cordano

El punto de partida es el restaurante Cordano, ubicado junto a Palacio de Gobierno. Con más de cien años de historia, esta taberna conserva su esencia con mobiliario austero y platos contundentes. Acurio recomienda el riñoncito al vino con puré cremoso, un clásico de la casa: “Un bocado antiguo, sin manteles blancos ni mozos de corbatita”.

Carbone

Después de cruzar la Plaza Mayor, el recorrido continúa en Carbone, otro de los bares emblemáticos del centro limeño. Su atmósfera sencilla y familiar lo mantiene vigente en la memoria gastronómica de la ciudad. El chef aconseja pedir una butifarra con harta cebolla: “Siempre con por favor delante”.

Queirolo de Quilca

La siguiente parada es en Quilca, frente a la Plaza San Martín. Allí se encuentra el Queirolo de Quilca, taberna donde la comida y la cultura van de la mano. Acurio sugiere: “Entren al Queirolo de Quilca, compren un libro viejo y acompañen la lectura con patita con maní. Suave, gelatinosa, sabrosa”.

Patita con maní del Bar Taberna Queirolo.

Queirolo de Pueblo Libre

El recorrido sale del centro y se traslada a Pueblo Libre, distrito tradicional de Lima. En el Queirolo de don Santiago, el ambiente criollo se siente tanto en el menú como en las tertulias. Para esta parada, la sugerencia es clara: “Con papa rellena y butifarra, que aquí se canta y se come”.

La Botica

En el distrito de San Isidro, Acurio destaca a La Botica, una barra que combina cocina peruana con espíritu tabernero. El encargado, Rómulo, es pieza clave de la experiencia. Según Acurio: “Como un guitarrista que conoce su repertorio, les servirá mollejitas de suegra y el plato del día”.

 

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Juanito

El cierre de la ruta es en Juanito, taberna emblemática de Barranco, donde el tiempo parece discurrir entre botellas de cerveza y conversaciones largas. El chef recomienda pedir dos sánguches: uno de asado y otro de sardinas, y si se quiere innovar, “júntenlos en uno solo, como quien junta dos versos en canción”.

Como hilo conductor del recorrido, Acurio sugiere brindar en cada parada. “¿Y para beber? Un vasito de pisco puro, en cada estación. O dos. Como brindis bajito entre amigos”, indica. Y concluye con una advertencia irónica: “Porque si van con pisco sour… que Dios los cuide en la segunda parada”.

La ruta propuesta combina tradición, sabor y caminata. Cada taberna ofrece un encuentro con la historia y el presente de Lima, narrado a través de su cocina más entrañable.

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