Por más que está instalado en la paradisíaca Tybee Island, el piloto peruano viaja por América haciendo lo que más le gusta: acrobacias extremas a bordo de sus propios aviones.

Por Dan Lerner // Fotos de Óscar Pacussich

Micho Velickovich es uno de los pocos pilotos peruanos que se dedican a la rebuscada y riesgosa actividad de las acrobacias aéreas. Dice que desde niño voló en el regazo de su papá, que también era piloto, pero emigró en 1983, producto de la crisis política que se vivió en nuestro país, a Estados Unidos. Ahí comenzó su carrera de mecánico, inspector e ingeniero aeronáutico para aerolíneas. Representó a fabricantes de aviones en el Perú y en Bolivia –trabajo que realiza hasta el día de hoy– y, en la dinámica de su negocio de compra y venta de aviones, tomó uno en parte de pago. Ahí comienza la acrobática historia de Micho.

“Tomé un avión como parte de pago y me lo terminé quedando. Lo desarmé y lo volví a armar por completo en un año. Es un avión que se llama Pitts y el modelo es un S2B: se utiliza en competencias en Estados Unidos. Lo usé dos años y lo vendí en Australia; luego me compré otro avión, y así he ido progresando en el tipo de avión y en la capacidad para poder hacer competencias y maniobras más extremas”, afirma Micho.

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En la actualidad, está cada vez más metido en el tema de los air shows, que son espectáculos comerciales en los que cada piloto realiza acrobacias con sus aviones para entretener al público, aunque también se enfrenta con otros pilotos en competencias con puntos, “como una carrera de carros, pero con acrobacias aéreas”, explica el piloto.

Este año, Micho arrancó su temporada en el Perú, donde voló por primera vez en el marco de la inauguración del Rally Dakar. Aquí, voló sobre Lima, sobre el Petagonito, la Costa Verde y hasta Pucusana.

Según nos cuenta, tiene un calendario cargado: “Después del Perú, viajé a Panamá, llevé el avión a El Salvador, donde participé en el show de Ilopango, y la primera semana de febrero estuve en Iztapa, Guatemala. El próximo air show es en México, en Cancún o en Cozumel, aún no se sabe, y tendré otro en Chetumal. En Estados Unidos, estoy trabajando en tres diferentes air shows, en Carolina del Sur, en Atlanta y en Charleston”. Alas y buen viento.