Imaginarse un «cuarto de escape» como lugar para divertirse puede ser medio confuso para algunos, pero la idea es mucho más sencilla de lo que parece: un grupo de personas es encerrado dentro de una habitación en la que atravesarán distintos ambientes si logran resolver una serie de entretenidos e inesperados acertijos. El concepto es simple, lo complicado es salir de ahí. Este es el formato que Trap Lima ha traído a nuestra ciudad y que cada vez está obteniendo más adeptos.
Todo comenzó muy lejos de aquí, en Londres. Macarena Vega Castro-Sayán y Tasha Johnsey Plumley se conocieron mientras llevaban un curso MBA en la capital de Inglaterra y coincidieron en algo: querían tener un proyecto propio. Sin embargo, no se les ocurría aún una idea por la cual apostar. Hasta que una compañera suya, al final del curso, y antes de regresar a su país, les comentó que quería ir a un popular cuarto de escape que había en la ciudad. Ninguna de las dos había escuchado de eso antes y se sorprendieron al ver que, según Trip Advisor, esta opción ocupaba el primer puesto en la categoría de Fun and Games tanto en Londres como en otras ciudades de Europa. Así que fueron con su amiga, se divirtieron y entonces lo tuvieron claro.
Hace tres semana abrieron en Lima un local con el respaldo de una franquicia de origen húngaro (Budapest es reconocida mundialmente por tener los mejores diseñadores de este tipo de juegos) que tiene sedes en Alemania, Estados Unidos, España, Francia, Turquía, Italia, entre otros países. Trap Lima es una de las dos filiales que existen en toda Sudamérica (la otra está en Colombia) y fuimos a visitarla para conocer más de la experiencia.
Ubicado en el 106 de Manuel Bonilla, en Miraflores, el local de Trap Lima, en medio de pubs y bares, cuenta con dos opciones distintas para sus clientes. El primer juego, con un nivel de dificultad de 4/5, es La maldición de la tumba. Ahí, el grupo que entre tiene una hora para descifrar códigos, encontrar pistas y abrir candados, para por fin hallar las cenizas de la bruja del pueblo.
En Código Rojo, el otro circuito, los participantes se enfrentan a un reto parecido, pero con un mayor grado de dificultad, ya que este está calificado con un 5/5. Los grupos pueden ser desde dos hasta cinco jugadores y los precios pueden varían entre los S/. 50 y S/. 30 por persona, de acuerdo a la cantidad de participantes (puedes encontrar más detalles aquí).
¿Pero no causan claustrofobia estos lugares? No. ¿Y se puede ir con niños? Sí. Ninguno de los juegos que ofrece Trap Lima busca asustar a los participantes. Los únicos objetivos de estos circuitos es que los jugadores se reten mentalmente, trabajen en equipo y pasen un gran momento entre amigos. Si quieres una experiencia distinta, divertida e irrepetible, Trap Lima puede ser lo que estás buscando.
Fotos de Jimena Gallarday