La carrera de Diseño Profesional de Interiores de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) promueve el pensamiento de diseño en sus alumnos a través de proyectos de exploración y experimentación desde los primeros ciclos. Gracias a esta dinámica metodología la casa de estudios logra egresados innovadores en su carrera.
Liberarse de límites y conceptos preestablecidos para abrir las mentes de los alumnos a nuevos retos es parte de la primera etapa formativa de la carrera de Diseño Profesional de Interiores de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Gracias a diversos ejercicios de exploración y experimentación, desde el primer año los estudiantes trabajan en proyectos con materiales y propósitos algunas veces inusuales. La idea es que destapen su potencial creativo y encuentren un estilo propio, adquiriendo los fundamentos del diseño a partir de experiencias introspectivas.
Toda esa experiencia adquirida en las aulas ha dado pie a proyectos novedosos tanto por su sofisticada estética como por su minuciosa capacidad investigativa para modificar un espacio de interacción con estrategia. Un ejemplo de ello es el proyecto «Jardín Botánico», desarrollado por Alessandra Meinardo. Ella propuso la adaptación y ampliación del Centro de Idiomas como Centro de Visitantes del Jardín Botánico de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). La idea está basada en la conservación de plantas vivas en colecciones representativas de la flora peruana. Con ello, tiene como objetivo la difusión, exhibición y educación sobre la diversidad natural para el conocimiento de los diferentes usuarios.
Otro caso destacable es el «Centro de Bienestar y actividad física en San Miguel», ideado por Jackeline Fiascunari. Su proyecto tiene como finalidad incentivar la práctica deportiva, especialmente entre las personas que presentan sobrepeso y obesidad clase I. Como estrategia, busca generar recorridos lúdicos para que la diversión y el juego estén siempre presentes como parte del deporte. La motivación es un aspecto fundamental que se tuvo en la premisa del diseño, esto se da tanto en las circulaciones, los colores y en la espacialidad generada.
Innovar a través de la acción
“Nosotros no queremos un profesional que acepte de manera demasiado natural las cosas que están en el medio y las use convencionalmente. Queremos lo inverso: que el alumno se sumerja en un proceso en el cual sea propositivo y que piense por qué las cosas son así. La experimentación te da esa mirada amplia para no solo proponer un listado de opciones, sino también ofrecer ideas nuevas, vanguardistas y necesarias”, explica Mario Ricci, director de la carrera, quien, asimismo, pone énfasis en cómo los alumnos de Diseño de Interiores entienden el mundo digital en relación al contexto peruano.
“Es interesante porque estamos en ese punto central donde no nos hemos alejado de artesanos como el carpintero, el albañil o el herrero, pero al mismo tiempo tenemos las herramientas digitales que nos permiten generar proyectos distintos”, añade. Justamente, los alumnos encuentran estos medios tecnológicos en el FabLab, el laboratorio de fabricación digital de la UPC, donde descubren cómo se construyen las cosas y la manera en la que lo digital se relaciona con lo manual.
“Lo interesante de esta carrera es que es muy orgánica. Todo el tiempo está cambiando y reflexionando sobre sí misma. No somos estáticos en absoluto. En realidad, la experimentación es un gatillo. Lo que buscamos es generar muchas situaciones para que tus necesidades creativas no estén dando vueltas, y la experimentación te permite solucionar esto en base a equivocarte y corregir”, concluye Mario Ricci.
Si te interesa la carrera de Diseño Profesional de Interiores de la UPC, encuentra más detalles del plan de estudios y la propuesta de internacionalidad aquí.