Los medicamentos basados en GLP-1, utilizados para bajar de peso, han tenido otros efectos positivos en el cuerpo de los pacientes. Estudios recientes apuntan a que estos fármacos pueden seguir revolucionando la vida de las personas.
Por Fiorella Ramírez y Briam Espinoza
La fama mundial del Ozempic nació en medio de una polémica. Aunque medicamentos similares han estado disponibles durante casi veinte años para tratar la diabetes tipo 2, en los últimos meses este fármaco se ha convertido, gracias al respaldo de celebridades e influencers, en la opción más codiciada para perder peso de manera rápida y efectiva.
Las personas que emplean estos agonistas del receptor GLP-1 experimentan una reducción del azúcar en la sangre, mayor control del apetito e incremento de la saciedad. “Yo lo he indicado para esa barriguita que aparece con la menopausia, o esa grasa abdominal que, como dice la canción de Arjona, ni los aeróbicos logran eliminar. También para modelos, estrellas y artistas que viven de su imagen, porque es su trabajo. Por supuesto, siempre con una buena supervisión médica y apoyo psicológico”, revela la Dra. Carmen Bautista, especialista en endoscopía bariátrica.
Los resultados no solo son físicos. Recientes estudios han revelado que también podría ofrecer efectos positivos en el tratamiento de enfermedades renales y cardiovasculares. Además, según “The Economist”, se están explorando sus posibles beneficios para abordar el Alzheimer, las adicciones y otras enfermedades, ampliando su potencial.
Relación cuerpo y mente
La clave está en los efectos de estos fármacos en el cerebro, vinculados a los sentimientos de recompensa y la regulación de los impulsos, por lo que existen menos probabilidades de abusar de sustancias alucinógenas o alcohol.
La página web oficial de Ozempic también señala que el fármaco puede utilizarse “para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares serios tales como ataque cardíaco, ataque cerebral o la muerte en adultos que padecen diabetes mellitus tipo 2 con enfermedades cardíacas confirmadas”.
De igual manera, se cree que podrían disminuir la contracción cerebral y el deterioro cognitivo en pacientes con Alzheimer. Otros posibles beneficios estarían relacionados con la disminución de la posibilidad de desarrollar una enfermedad renal crónica, una mejora de la apnea del sueño, y hasta hay proyecciones de que podría tener facultades de antienvejecimiento.
Aunque aún se necesitan más pruebas para determinar el alcance real de estos medicamentos, el interés generado por ellos ha llevado a que Novo Nordisk, fabricante de semaglutida, y Eli Lilly, creador de la tirzepatida, una alternativa más efectiva, hayan incrementado juntos su valor de mercado en aproximadamente un billón de dólares desde 2021.
La otra cara
Así como sus beneficios imprevistos, los efectos graves también están en constante estudio. Los estragos inmediatos del consumo de estos medicamentos a base de GLP-1 son las náuseas, diarrea, caída de cabello, pancreatitis y pérdida de masa muscular; y sin supervisión médica, el mal uso puede generar cáncer de tiroides y pancreatitis.
“El Saxenda, que es la variante que más he estudiado debido a que fue la primera en llegar al mercado, tiene ciertas restricciones. Sabemos que las personas con antecedentes familiares de cáncer, especialmente de páncreas, tiroides o próstata, no pueden usarlo más allá de tres meses sin una evaluación. Luego se pueden realizar más controles, pero no se puede tomar eternamente”, sostiene la doctora Carmen.
Estas alertas no han frenado la creciente demanda del medicamento, lo que ha provocado incluso una escasez mundial de Ozempic. Aunque esta marca aún no está disponible en el Perú, sus variantes inyectables, Saxenda y Victoza, se comercializan por encima de los 300 soles por unidad, con una duración que varía entre una semana y treinta días, según la dosis prescrita al paciente. En Europa y Estados Unidos, los costos son significativamente más altos. Un tratamiento mensual con Ozempic ronda los US$900, mientras que opciones más potentes, como Wegovy, alcanzan precios de hasta US$1300 por mes.
Según la doctora Carmen, los resultados dependen también del soporte nutricional. “Porque si tú te inyectas, pero comes chocolate o papas fritas, en lugar de ensalada y un pedazo de salmón, no vas a bajar de peso, porque estás ingiriendo calorías. El medicamento ayuda a sentir saciedad con menor cantidad de comida, pero priorizar la calidad de los alimentos depende de ti”, concluye.
Celebridades que la consumen
Kim Kardashian
La socialité perdió siete kilos en tres semanas después de aplicarse el medicamento. Lució su figura en el Gala Met 2022.
Khloé Kardashian
La modelo siempre ha negado las sospechas de que ha utilizado Ozempic. Pero reveló que sí lo habría probado cuando seguía todo tipo de dieta.
Kelly Obsourne
Aunque no admitió que usa el medicamento, la hija de Ozzy Osbourne ha defendido su uso. Se cree que sí se lo aplicó, ya que bajó treinta kilos.
Elons Musk
Durante 2022, el dueño de X (antes Twitter) contó en dicha red social que bajó de peso gracias al Wegovy, sumado a los ejercicios y una dieta saludable.
Oprah Winfrey
La estrella de televisión también ha utilizado el medicamento, y expresó su postura a favor de su aplicación para personas con sobrepeso.
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