La especialista nos introduce a una rama de la medicina que trasciende el diagnóstico clínico y propone una nueva manera de entender la salud femenina: plena, funcional y libre de tabúes.
Por Daniel Crespo Pizarro
En un consultorio donde la ciencia convive con la empatía, la Dra. Mirian Contreras Soto redefine lo que significa ir al ginecólogo. Atrás quedaron las visitas anuales reducidas al Papanicolaou o la mamografía. Su enfoque es más amplio, íntimo y humano. “El ginecólogo no es solamente para el embarazo o para la menstruación. El ginecólogo es el amigo, el especialista que te va a ayudar a lograr una salud plena, un envejecimiento saludable, tener esta longevidad con menos enfermedad.”, afirma con claridad.
Formada en Ginecología Estética, Funcional y Regenerativa en la Universidad de Barcelona, su propuesta no solo apunta al tratamiento, sino a la prevención, al bienestar integral de las mujeres en todas las etapas de la vida.
La doctora habla sin rodeos de temas que muchas veces se silencian: sequedad vaginal, pérdida de libido, incontinencia urinaria, dolor en las relaciones sexuales. “La ginecología ha evolucionado en beneficio de la mujer, que ya no calla más las molestias que tiene en el transcurso de su vida. Molestias que pueden presentarse sin ser enfermedad”, explica.
Su especialidad actúa donde la medicina tradicional muchas veces no llega: devuelve funcionalidad, salud y confianza a través de tratamientos mínimamente invasivos con ácido hialurónico, láser o plasma rico en plaquetas (PRP). “Lo que hace la ginecología estética funcional y regenerativa es postergar ese envejecimiento natural y darte más tiempo de salud vaginal para vivir tu sexualidad de forma plena”.

Desde la ginecología funcional, su misión es acompañar cada etapa de la salud femenina con conocimiento y empatía.
Labioplastia: salud y armonía sin tabúes
Uno de los procedimientos más solicitados en su consulta es la labioplastia. Contrario a lo que algunos podrían pensar, no se trata de una intervención puramente estética. “No hay anormalidades ni normalidades en nuestra genitalidad, cada mujer es única. Pero hay situaciones en las cuales estos labios nos causan disconfort: al hacer ejercicios, usar ropa ajustada o durante las relaciones sexuales”, explica.
La cirugía, que realiza en sala de operaciones bajo criterios rigurosos de seguridad, busca armonizar el área vulvar y aliviar molestias. “No se trata simplemente de cortar o reducir. Hay que preservar la vascularización, la sensibilidad. Cada mujer tiene una anatomía diferente y necesita un plan quirúrgico específico”, precisa.
Esa atención al detalle anatómico, sostiene, es la razón por la que esta cirugía debe ser realizada por un ginecólogo entrenado en esta subespecialidad. “Yo diría que el idóneo para poder realizar esta cirugía es el ginecólogo que se entrenó, que hizo la subespecialidad en ginecología estética funcional y regenerativa”.
Láser y regeneración: tecnología al servicio de la salud íntima
En el terreno de los tratamientos no invasivos, la tecnología láser ocupa un lugar central. “La vagina es un músculo y, como tal, necesita estar tonificado. El láser tiene un efecto tensor y un poder regenerativo que mejora la vascularización, forma nuevo colágeno, nueva elastina. Esto ayuda a evitar infecciones urinarias, dolor en las relaciones y mejora la lubricación natural”, señala.
Lejos de ser una opción exclusivamente curativa, también puede utilizarse de forma proactiva. “Les digo a las chicas que trabajemos de forma preventiva y aprovechemos esta tecnología aplicada a la ginecología moderna con evidencia regenerativa”, propone.

Ofrece tratamientos personalizados que consideran edad, peso, estado hormonal y antecedentes.
Menopausia, sequedad y síndrome genitourinario: un enfoque silencioso y real
Una de las áreas donde más impacto tiene esta especialidad es en la menopausia. “La sequedad vaginal va a generar escozor, prurito, infecciones urinarias recurrentes, dolor durante las relaciones sexuales. Muchas veces se confunde con hongos o prolapsos, pero es simplemente falta de humectación”, aclara.
El diagnóstico adecuado y el tratamiento temprano, asegura, pueden evitar años de incomodidad. “Mi recomendación es que se utilice esta opción de tratamiento de forma proactiva. Los beneficios de la energía láser con evidencia regenerativa ya están a nuestro alcance”.
Confianza, salud y conocimiento del propio cuerpo
La ginecología que propone la Dra. Contreras es también una invitación al autoconocimiento y al empoderamiento. “Antes uno casi ni se miraba. Ahora las mujeres se observan más, se analizan más. En la sexualidad comienzan a notar cosas que no les agradan o que causan disconfort, y es ahí donde podemos ayudar”, dice.
Como una especie de analogía médica, compara la labioplastia con una rinoplastia funcional. “Tú deseas que te operen porque no solamente ves tu nariz con alguna giba, sino que tampoco respiras bien. Con los genitales es igual: quieres que funcionen bien y que se vean bien”.
Porque, al final, se trata de eso: de bienestar, de recuperar la seguridad y de vivir con plenitud. “Definitivamente aumenta tu autoestima, tu seguridad en el ámbito sexual y en general en tu salud femenina”.
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