La marca de lujo Lexus apareció en 1989, y desde entonces desarrolla conceptos totalmente innovadores para lanchas, helicópteros, autos, bicicletas, entre otros, e incentiva a otras empresas para que desarrollen productos afines a la marca y al prestigio ganado.
La sorpresa de este viaje fue sumergirse en el mundo de la ingeniería fina, potente y resistente de Lexus, un escenario propio de esta nueva era denominada “la cuarta ola”, en la que despuntan la inteligencia artificial y el diseño.
El viaje de Chihiro, la entrañable película japonesa dirigida por Hayao Miyazaki –ganadora de un Oscar a Mejor Película de Animación en 2003–, nos muestra un universo de ensueños y colores a través de la magia de los dibujos animados. De la misma manera, durante este maravilloso viaje, vivimos una experiencia mágica, basada en la elegancia y en el cuidado de cada detalle, lo que nos hace comprobar una vez más que la filosofía de Lexus es ir más allá de lo que uno puede imaginar.
A todos los invitados se les obsequió una cámara fotográfica para registrar cada momento del viaje. Además, reconocidos fotógrafos nos enseñaron a tomar increíbles fotos en movimiento, con bellas modelos internacionales que hicieron que el ejercicio se convirtiera en parte de nuestros recuerdos.
Entre las experiencias compartidas durante el viaje podemos mencionar las emociones vividas al sobrevolar la ciudad de Miami en helicóptero. Y al ver desde las alturas cómo se integra la ciudad con el Everglades National Park, declarado Reserva Natural de las Tribus Aborígenes. Este espectáculo tan bello hizo que el tiempo de vuelo no se sintiera hasta llegar a Palm Beach International Raceway, donde tuvimos la oportunidad de probar los modelos RC F, GS F y el RC F GT3, así como el RC F GT, en una extensa pista de carreras, acompañados de experimentados pilotos y vestidos con toda la indumentaria reglamentaria para subir a estos bólidos.
Durante el cálido recibimiento, todos prestábamos atención a las recomendaciones y explicaciones de cada modelo. Por ejemplo, nos mostraron un modelo de automóvil valorizado en un millón de dólares –una camioneta que se utiliza en películas que incluyen carreras de bólidos– y mencionaron una larga lista de accesorios que llevan estos autos de primerísima calidad, como su destacado sistema de audio.
Ya en la pista, es toda una experiencia estar dentro del vehículo. Este contaba con monitores, lentes, cámaras y tableros electrónicos especializados en seguir a estos autos disponiendo de lentes de alta resolución y una velocidad acorde con la de los vehículos que entran en carreras de persecución y fugas.
Otro espectáculo singular, de adrenalina pura, fue estar a bordo de un auto de carrera que realizó una impresionante exhibición de drifting, dando vueltas en círculo y cambiando de rumbo ante los ojos atónitos del espectador; y experimentar, al interior de los diferentes vehículos probados, que las distancias pasan como un soplo porque uno no siente la velocidad y esto es realmente emocionante.
Esta inolvidable experiencia con Lexus nos lleva a agradecer el vivir en esta época, en la que la tecnología de alto impacto, unida a los diseños creados en la casa matriz y producidos por integrantes del equipo del señor Shigeki Tomoyama (director de Marketing y Desarrollo de Negocios), hacen posible esta combinación de fuerza y estética al servicio de la funcionalidad de estos modelos.
En este fabuloso viaje tuvimos todo tipo de vivencias, pero la que finalmente nos faltaba ocurrió durante el desayuno en la terraza de la mansión donde nos encontrábamos, cuando, de pronto, vimos venir desde el mar, cual nave espacial, al último modelo de Lexus Sport Yacht, con una potencia de 5,0 litros para un motor V8 de un modelo RC F coupé que puede alcanzar 43 nudos (49 mph) en el agua. Su diseño aerodinámico nos hacía soñar con que estábamos en el recorrido de una sofisticada película de acción, y su prestancia denotaba la solidez de su construcción. Como dijo el vicepresidente de Lexus, Yoshihiro Sawa, fue una gran experiencia en la que estuvieron presentes las tres “E”: “Exclusive, Ecstasy and Emotional”.
Por Elizabeth Dulanto de Miró Quesada
Publicado originalmente en Cosas 613