Lejos, al otro lado del mundo, una botella de pisco alegra las noches taiwanesas. El promotor de nuestra bebida nacional, contrario a lo que se podía creer, no es un peruano. El taiwanés Mark Huang, dos veces campeón mundial de Bartenders (edición Diageo Taiwán 2009 y 2011), se ha convertido en una especie de embajador del destilado peruano.
“Mi primer acercamiento con él fue a través de los libros”, expresa Huang, que vino a Lima para hacer una exhibición de su trabajo. El experto en coctelería no tardó mucho en pasar de la teoría a la práctica. El inconveniente, no obstante, fue que el único pisco que llegaba a Taiwán era chileno. Ha sido recién en los últimos dos años que nuestras exportaciones han alcanzado tierras asiáticas. El volumen de estas, sin embargo, es aún muy bajo. Entre el 2015 y 2016, se ha vendido casi US$ 75,000.
Una de las marcas que ha llegado y se expande en suelo oriental es Portón. Para Johnny Schuler, gerente general de esta compañía, entrar a competir en el mercado asiático es una tarea difícil, sobre todo si tenemos en cuenta que esa región tiene una bebida alcohólica muy popular, el baijiu.
Sin embargo, destaca las ventajas de la bebida nacional frente a esta coyuntura. “Una de ellas es que el pisco es incoloro, como su destilado. Y otra es que tiene más de 40 grados de alcohol. Para ellos es importante que el trago sea fuerte”, indica.
La más importante, empero, es la creciente curiosidad de los ciudadanos chinos por la gastronomía peruana. “Eso favorece a que el pisco también llegue para acompañar los platos de comida”, explica Schuler.
Por el lado de Huang, el profesional de los tragos ayuda a que nuestra bebida gane popularidad a su manera. Además del pisco sour, invita a sus compatriotas a probar el pisco en creaciones suyas. Dos de los más pedidos son el Pisco Twist y el Long Black. “Me gusta que la gente pruebe otras cosas con pisco, no solo lo clásico”, expresa. “La meta es que pronto sea muy conocido en mi país”, añade.
Por André Agurto