El equipo de vela Speil Vinden Team USIL Perú, capitaneado por Raúl Diez Canseco Hartinger, se hizo con un histórico segundo lugar en la Copa Galápagos 2017, una de las regatas más importantes de la región.
Por Dan Lerner Fotos de José Sotomayor
Cada tres años, las islas Galápagos se visten de gala para recibir a uno de los eventos náuticos más importantes de la región: la Copa Galápagos, una regata de nueve jornadas que reúne a participantes y flotas de todo el mundo. La delegación peruana –constituida también por navegantes de otros lugares del mundo– tuvo una actuación muy destacada, consiguiendo un segundo puesto que supo a victoria.
Raúl Diez Canseco Hartinger, el armador capitán del equipo, nos cuenta que la Copa Galápagos “es una competencia muy pintoresca, porque se lleva a cabo en unas islas que en algún momento fueron consideradas las más lejanas del planeta”. La delegación peruana, que tres años atrás no pudo concluir la regata, se preparó mucho más y mejor para esta ocasión.
“La última vez tuvimos un problema en el barco que nos puso fuera de carrera. Ahora fuimos más precavidos, armamos un equipo con talento internacional que se fue uniendo a la tripulación, con dos australianos, un belga, un americano y cuatro peruanos, y la combinación parece que funcionó. Estuvimos una semana antes en Salinas practicando para estar listos, porque la flota ecuatoriana es muy fuerte, muy sólida, hay mucha inversión y muchos profesionales, mientras que nosotros somos prácticamente amateurs. Ese era el gran desafío”, asegura Raúl.
El equipo, llamado Speil Vinden Team USIL Perú, zarpó desde Lima el 29 de setiembre, una semana antes de que empezara la competencia, que se inició el 6 de octubre y finalizó el 14. La primera parada, en donde comenzó la preparación para la competencia, fue en Salinas, Ecuador. Ahí, además, terminó de construirse el equipo.
“La gran novedad fue que fuimos cuatro peruanos y, ya en el camino, en Salinas, fuimos conociendo a extranjeros que estaban por la zona. Conocimos a una pareja de australianos (una mujer y un hombre), y resultó que eran navegantes que han ganado carreras importantes en Australia. Justo andaban en un año sabático, así que les ofrecí participar con nosotros. Escribieron a la asociación de veleros, y, ya en las prácticas, nos dimos cuenta de que eran sumamente buenos. Lo mismo pasó con un belga que acababa de cruzar el Atlántico”, afirma el armador capitán.
La competencia
Si bien la delegación peruana no iba como gran favorita, también es cierto que los deportes náuticos en el Perú son muy fuertes y, por lo mismo, reconocidos a nivel internacional. “En el circuito nacional, normalmente obtenemos podio”, comenta Raúl. “Pero, al ser amateurs, los tripulantes que uno tiene son muy rotativos; es gente muy hábil, solo que a veces no puede participar por razones de trabajo o familia. Esta es una regata que requiere de entre quince y veinte días de ausencia, por lo que realmente no íbamos como favoritos. Aunque los ecuatorianos sí nos conocían, porque algunos de nuestros tripulantes compitieron con ellos hace muchos años”, señala.
La competencia, en general, es muy dura, y Raúl nos relata la travesía del Speil Vinden Team USIL Perú. “En la primera regata quedamos segundos. En la segunda quedamos terceros. Ya en la tercera, pensamos que se nos estaban escapando las chances de llegar al podio, porque solo conseguimos el sétimo lugar. Pero luego llegaron las dos siguientes, en las que nos recuperamos y volvimos al tercer lugar”, señala.
“Para conseguir llegar al podio teníamos que obtener un buen resultado en la última regata, la del León Dormido. Esa es la más bonita, además, porque la geografía es espectacular. De hecho, se han rodado unas cuantas películas de Hollywood ahí. Finalmente, obtuvimos el primer puesto en la última jornada, lo cual fue una real sorpresa para todos nosotros, ya que nos permitió quedar segundos en la clasificación general. Imagínate: segundos entre cuarenta embarcaciones, considerando que las demás tripulaciones vienen navegando con los mismos navegantes hace años. La verdad es que nos fuimos muy satisfechos y contentos”, finaliza Raúl.
Su felicidad no es en vano, ya que ha tenido que competir con navegantes de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Bélgica, Sudáfrica y Australia, entre otros: se trata de una regata cada vez más internacional, por lo que el mérito es aún mayor.
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