La vida de Patrizia Reggiani, la esposa y asesina del heredero del imperio Gucci, llegará a la gran pantalla. El filme tendrá a Lady Gaga en el rol principal, bajo las órdenes de Ridley Scott. ¿Qué otros diseñadores han protagonizado tragedias de esa magnitud?
La historia del clan Gucci tiene todos los componentes para rodar una —o muchas— películas. Glamour, extravaancia, lujo, codicia, intrigas, celos, pugnas por el poder, un asesinato y una cuantiosa fortuna en juego. Un cóctel letal que en marzo de 1995 desencadenó uno de los crímenes más sonados de la industria de la moda: Patrizia Reggiano ordenó matar a su esposo, Maurizio Gucci, el nieto y heredero de Guccio Gucci, el fundador de la mítica firma.
Gucci y Reggiani se casaron en 1972 y se divorciaron trece años después.
Por su delito, la mujer pasó 18 años en prisión y tras salir en libertad, cumplida la condena, se enfrascó en una guerra sin cuartel con sus hijas por la herencia de Gucci. Ahora, esta truculenta historia llegará a las salas de la mano de Ridley Scott. De momento, se sabe que la cantante Lady Gaga dará vida a la viuda negra de Italia, que aún no se ha empezado a rodar y que estará basado en el libro «The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour and Greed», de Sara Forden.
Tragedias en la moda
Pero la de Gucci no es la única muerte que sorprendió al mundo y sacudió las pasarelas. El año pasado llegó a la pantalla chica «American Crime Story: The Assassination of Gianni Versace», una serie sobre el homicidio del diseñador italiano cuyo móvil a la fecha continúa siendo una incógnita. La mañana del 15 de julio de 1997, Gianni Versace fue asesinado en la puerta de su mansión en Miami Beach. El diseñador de 50 años regresaba a casa luego de desayunar en una cafetería cuando Andrew Cunanan, un trabajador sexual de 27 años, le disparó en la nuca y el cuello. Versace falleció instantáneamente mientras que su atacante, que era perseguido por otros cuatro homicidios, se quitó la vida ocho días después.
Gianni Versace junto a Carla Bruni y Naomi Campbell en 1992
Por otro lado, en junio del año pasado, la prensa sacó a la luz otra estremecedora noticia. La diseñadora Kate Spade había fallecido en Nueva York, a los 55 años. El cadáver de la creadora fue encontrado en su departamento de Park Avenue: se trataba de un suicidio. El deceso llegó un año después de que Spade lograra amasar una fortuna con la venta de su empresa a la firma de accesorios de moda Coach por más de 2,600 millones de dólares. Un año antes de la tragedia, la diseñadora había lanzado al mercado, además, la marca Frances Valentine, en honor a su hija.
Kate Spade posa en su tienda de bolsos en Newbury Street, en Boston, el 25 de junio de 1999.
Ocho años antes, Alexander McQueen, protagonizaba una similar escena. La mañana del 11 de febrero de 2010, el diseñador británico fue encontrado sin vida en su domicilio de Inglaterra. Al igual que Versace y Gucci, McQueen inspiró un largometraje sobre su desarrollo personal, profesional y su muerte. El documental, de Ian Bonhôte y Peter Ettedgui, se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca y llegó a las salas de Estados Unidos en julio de 2018.
