¿Quién es Patricia del Valle y por qué su paso por el modelaje concita tanto la atención?
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Dueña de una belleza andrógina que cautiva y madre amorosa de la pequeña Lía, rompe todos los cánones establecidos por la industria de la moda y representa al Perú en las más importantes pasarelas del mundo. A sus 22 años, es la protagonista de la portada de la edición de julio de Vogue Latinoamérica y ha desfilado para Loewe y Giambattista Valli, en el marco de la más reciente Paris Fashion Week.
Por Angie Yoshida Fotos Alexander Pérez Flores Dirección de arte Christian Duarte Styling Angela Kusen
Patricia del Valle nunca imaginó ser modelo, su sueño siempre fue ser actriz, pero sin proponérselo hoy es uno de los rostros latinos que más fascinación despierta y que seguramente veremos con frecuencia en las pasarelas internacionales por su talento innato y destreza sobre ellas. Sus primeros pasos en el modelaje los dio como jugando, cuando apenas tenía 15 años. En sentido literal y figurativo, la gran oportunidad de descubrir su verdadera vocación tocó a su puerta. Y ella no pudo rechazarla. “Una vecina estudiaba diseño de modas y como yo era más alta del barrio fue a mi casa para pedirme que sea su modelo. Le dije que no sabía nada de eso pero insistió en que no me preocupe, que ella misma me iba a enseñar”.
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Así de casual fue su primer acercamiento a la industria, en la pasarela de un instituto limeño, donde deslumbró con su imponente 1.76 cm y singular belleza, cualidades que luego le sirvieron para participar en otros eventos del mismo rubro y conocer mejor cómo se mueve mundo de la moda en nuestro país. Así, admite que sus inicios no fueron por completo una maravilla, por el contrario, tuvo que lidiar en el camino con gente sin escrúpulos, que se aprovechaba de la inexperiencia de jóvenes que como ella querían crecer profesionalmente, para obtener ingresos fáciles.
En 2016 participó en el concurso Elite Model Look, donde logró quedar entre las 12 finalistas. Como parte del certamen de belleza, Patricia tomó clases de modelaje profesional y, más tarde, debutó en la pasarela Primavera-Verano del LIF Week, donde ya se ha presentado en más de una ocasión y ha lucido los diseños de la peruana Ana María Guiulfo. El año pasado, además, se convirtió en la ganadora del Premio Modelo LIF Week Otoño Invierno, e imagen de la siguiente edición de la Semana de la Moda de Lima.
Entonces, el corte pixie que llevaba –hoy un distintivo personal con el que marca distancia de otras colegas– se convirtió en el centro de todas las miradas. Patricia del Valle recuerda que antes de tan significativo logro llevaba una larga melena hasta la cintura, y que fue a principios de 2018 que decidió darle un giro total a su apariencia física. ¿El motivo? Un profundo deseo de renovación.
“No fue solo que me cansé del cabello largo y me lo corté, como he dicho otras veces. Durante mi infancia y adolescencia pasé momentos muy duros, que me produjeron ansiedad y depresión. Sentía que debía olvidar aquello y buscar algo diferente en mi vida, tenía que desaparecer esa Patricia y para surgir una nueva y fortalecida”, confiesa y señala que ese pequeño pero radical cambio fue vital en su carrera: “Influyó muchísimo. Estoy convencida de que si no me hubiera cortado el cabello, nunca hubiera salido al exterior”. A raíz de ello, afirma que le empezaron a llegar más oportunidades laborales, como el desfile en el Bolivia Fashion Week de ese mismo año.
Las editoriales de moda definen su estilo como andrógino, algo que revela le causaba extrañeza al inicio pero ahora comprende a la perfección. “Me han dicho que tengo un rostro exótico, que podrían vestirme como hombre y que parecería uno. Es algo que no me incomoda porque siento que me hace especial frente al resto. En el extranjero antes solo se veía a la típica chica blanca, de ojos azules y cabello rubio. Ahora que he estado fuera he visto mujeres de belleza muy particular, súper andróginas”, apunta.
Mamá modelo
A su retorno de Bolivia, una agencia del extranjero se comunicó con ella. “Tenían la intención de que modele en Miami. Les envié mis polaroids y le gusté bastante a la directora. Pero yo no sabía que estaba embarazada. Cuando me enteré no supe qué decirle y finalmente perdí todo contacto con ellos. Decidí tener a mi bebé y trabajé hasta los ocho meses de embarazo. Con tres meses posé para Mario Testino y mi último desfile fue en el Rastrillo, cuando mi barriguita ya se notaba un poquito”, nos cuenta.
Con voluntad inquebrantable, solo unos días después de dar a luz, Patricia del Valle volvió al modelaje. “En ese momento tenía miedo de que mi cuerpo cambie, muchas cosas pasaron por mi cabeza. No estaba preparada para ser mamá. Pensaba: ‘¿quién me va a sacar del país ahora que soy mamá?’ Pero mi cuerpo reaccionó genial y a la semana ya estaba recuperada”. Así fue como triunfó en Lif Week el año pasado y captó la atención de la agencia Independent Model. “No esperaba ganar, creía que se me habían acabado las esperanzas. Fue un logro que no pude compartir con mi mamá porque estaba de viaje y yo estaba sola con Lía. Con ella empecé a ir a todos los casting que podía. Mis amigas me ayudaban a cargarla cuando tenía que presentarme”, recuerda.
Pronto su agencia le informó que trabajaba con Viva Model Management, agencia de modelos con sedes en París, Londres y Barcelona, y que la querían en los castings de la París Fashion Week. “Cuando me dijeron eso, pensé que iba a ser algo más sencillo, que de todas formas iba a desfilar. Pero una vez allá me di cuenta de lo difícil que es que una firma te acepte. Por suerte, no es que me desesperé por estas cosas, dejo que fluyan. La vida me ha enseñado que hay tiempo para todo”, sostiene.
Pese a ello, en los casi dos meses que estuvo en la capital de la moda, entre audiciones y desfiles, narra que la nostalgia la abatía. “A veces me causa tristeza recordar que dejé a mi bebé antes de que aprendiera a caminar. Cuando nació y la tuve en mis brazos le prometí que el día que diera sus primeros pasos yo estaría ahí, tomándole de la mano. Como toda madre, una siempre quiere estar junto a sus hijos y apoyarlos en sus momentos más importantes. Pero yo no pude. Lía aprendió mientras estuve fuera y cuando la veía caminar en los videos que mi mamá me mandaba me daba tanta pena”, nos dice conmovida y a partir de eso reflexiona: “Mi hija me ha ayudado a madurar, hace que me preocupe más por mi futuro”.
En Paris Fashion Week, Patricia del Valle desfiló para la firma española Loewe, el diseñador italiano Giambattista Valli y la casa de modas francesa Gauchere. Aunque confiesa que disfrutó mucho las tres experiencias, fue en el runway de Loewe que la pasó mejor. Allí tuvo lugar su encuentro con la modelo estadounidense Kaia Gerber, con quien compartió la pasarela. “A Cindy Crawford la conocí cuando era adolescente, porque mi mamá era una de sus admiradoras, y a Kaia la sigo en Instagram. Cuando me enteré de que ella iba a estar en el mismo desfile que yo y que saldría detrás de mí, dije: ‘¡Tengo que contárselo a mi mamá!’. Fue emocionante, no puedo explicar lo que sentí en ese momento”, expresa.
Por influencia de su madre también Patricia es una apasionada del diseño de modas. Estudió corte y confección entre el 2016 y 2017, y lanzó su propia línea de pijamas. Dicho aprendizaje le ayudó a comprender mejor el trabajo de los diseñadores y a aceptar un “no” por respuesta. “Siempre trato de ponerme en su lugar y de respetar su opinión. No me afecta ir a un casting y que digan ‘gracias, siguiente’. Uno se da cuenta cuando le gusta o no a un diseñador y por eso, en este oficio creo que hay que saber perder”.
Orgullo peruano
Este mes, Patricia del Valle es la estrella de la portada de Vogue Latinoamérica. La modelo aparece en una sesión de fotos y un video de backstage que tienen como locación las calles de París, antes de que en numerosas partes del mundo se decretara el confinamiento. Vestida con abrigos a juego con botas altas y prendas denim, todos exquisitos diseños de firmas de la región como la mexicana Napoléon, la maniquí posa en concurridos espacios como el metro de la ciudad.
“Estaba previsto que la portada saliera un poco antes, debido a la pandemia se retrasó. Al principio pensamos que ya no se iba a publicar y yo lo entendía por la situación que estamos viviendo, pero nunca perdí la calma ni la esperanza. Cuando la editora de Vogue Latinoamérica me confirmó que saldría este mes, me puse a llorar. Me sentí orgullosa de mí y empecé a recordar cómo empezó todo, los castings, los desfiles en ferias de Barranco donde muchas veces me estafaron y no me pagaron, los comentarios de la gente que me decía que no lo iba a conseguir”, detalla.
En la editorial participaron también otros talentos peruanos, como la stylist Angela Kusen y el beauty expert Sergio Corvacho. “No tengo palabras. Muchas gracias a todos”, escribió Del Valle en su cuenta de Instagram junto a una imagen de la portada en la que se aprecia su reflejo a través de un espejo. “Fue un esfuerzo conjunto y el agradecimiento también es para ellos, porque nos están ayudando a que el Perú sea reconocido a nivel internacional”, afirma. Y Agrega: “Espero que la industria de la moda vea todo el talento que hay en nuestro país”.
Pero, ¿qué se necesita más allá del físico para llegar a las grandes ligas del modelaje? “Ser profesional”, sentencia. “He visto muchas chicas acá a las que les das una prenda y te piden que se la cambies porque no les gusta. O preguntan por qué uno y no otro maquillaje. Esas son cosas que no puedes hacer, porque no se trata de ser modelo y ser linda como quieres, sino de verte como el diseñador lo crea conveniente», agrega.
«Si alguien quiere crecer en este ámbito, no debe ver el modelaje como un pasatiempo o una forma de obtener dinero. Si quieres que ese sea tu trabajo, debes ser disciplinada. Además de tener la autoestima muy en alto y no temer al cambio, porque el mundo de la moda es muy estricto pero también requiere una gran capacidad de adaptación. Si crees no te funciona el cabello como lo llevas, cambia de look. Atrévete a ser una mejor versión de ti misma. Y lo más importante: no peques de confiada ni permitas que alguien te diga que no puedes”, expresa.
Aunque estos días en casa le han servido para recuperar el tiempo que pasó lejos de su pequeña, Patricia del Valle sueña con volver a París y, por qué no, presentarse en las pasarelas de New York. Atrás quedaron los días en los que deseaba ser actriz. “Ahora no me veo trabajando en otra cosa, el modelaje es lo mío”, sentencia. No es una meta fijada, pues prefiere que todo caiga por su propio peso, pero si de ella dependiera desfilar para una firma en especial, sin pensarlo dos veces elegiría a Chanel. Por su carácter y determinación, estamos seguros de que lo logrará.
Fotógrafo: Alexander Pérez Flores
Dirección de arte: Christian Duarte
Estilismo: Angela Kusen
Modelo: Patricia del Valle
Maquillaje y peinado: Winie Calvay
Asistente de estilismo: Juan Casfer