Con diecisiete años, Alessa Kahatt es la fundadora de Atendency, un emprendimiento social de carteras elaboradas a mano por madres solteras adolescentes. A la fecha, ya han confeccionado y vendido más de setenta carteras y cuentan con veintitrés modelos definidos, sin contar los personalizados.
Desde que tiene uso de razón, Alessa siente un gusto especial por los negocios y la moda; en especial, por la innovación. Por eso empezó a los ocho años. Vendió pulseras, postres e, incluso, realizó películas caseras para luego vender los tickets para verlas. Dos años atrás, vio unas carteras que le encantaron y se las enseñó a su madre.
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“Fue ella quien me dijo que estaban hechas a mano y que podíamos aprender a hacerlas”, recuerda.
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Tomaron clases y aprendieron a confeccionar las llamadas beaded handbags. Al principio, le parecía complicado, pero de a pocos fue agarrándoles el truco.
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“Al inicio, hacía las carteras para mi propio uso, pero como muchas amigas me preguntaban dónde las había comprado, se me ocurrió comenzar a producir una mayor cantidad y venderlas. Así nació Atendency”, cuenta Alessa, que actualmente se prepara para seguir estudios universitarios en Estados Unidos bajo la tutoría de María Paz Revoredo, directora académica de Educa. “Ella fue una de las personas que me incentivó a ampliar esta idea; me ayudó en la creación del logo, la página web y su respectiva digitalización”.
En paralelo, Alessa siempre ha estado involucrada en iniciativas sociales; sobre todo, si están relacionadas con el empoderamiento femenino. Atendency, entonces, sumó este componente: dejó de ser solo un negocio para convertirse en un emprendimiento que promueve el desarrollo de habilidades autosostenibles en mujeres que lo necesitan.
Visitó el albergue Reina de la Paz, donde madres solteras adolescentes estudian y aprenden diferentes técnicas relacionadas con actividades como tejer, coser, bordar, cocinar, etc; y, junto con la asistenta social del albergue, decidieron enseñarles el método de fabricación de las carteras. “Ahora, por la pandemia, ya no se puede asistir al albergue, pero la asistenta social sigue enseñando la técnica a todas las chicas que quieren unirse”, agrega. “Son madres solteras que tienen entre catorce y diecisiete años. Lo lindo es que no lo ven como un trabajo, sino como un hobbie con el que pueden distraerse, ser creativas y, a la vez, ganar dinero”.
Hoy, por cada cartera que elaboran, las madres reciben un ingreso económico que contribuye a que mantengan a sus hijos y mejoren su calidad de vida. Además, al finalizar el año, el 10% de las ventas totales es para ellas. “Tenía claro que no quería que esto fuera una simple donación”, explica Alessa, “sino algo sostenible, para darles un trabajo estable”.
Los bolsos de Alessa Kahatt se venden a través de la página web atendencybags.com. Para más información, visita su cuenta en Instagram.