La escritora Danielle Steel en 1994

La escritora Danielle Steel en 1994

«La alta costura es la ropa que está hecha completamente a mano y por encargo para unos pocos y exclusivos clientes. Son piezas absolutamente exquisitas, fabricadas con telas extraordinarias, y tienen un precio acorde a ello». En 2012 la Semana de la alta costura de París contó con una cronista de excepción: Danielle Steel (Nueva York, 1947).

La escritora relató en su blog sus impresiones sobre el primer desfile de Raf Simons para Dior, entre otras cosas, ya que además su post explicaba curiosidades como el número mínimo de fittings, pruebas -la respuesta es tres- a las que debe someterse la compradora de uno de esos modelos de ensueño. Steel lo sabe bien porque ella es una de las pocas mujeres -menos de un millar en todo el mundo- que se viste en la haute couture. Su maison favorita es Chanel.

La escritora, entre sus hijas Vanessa (izda.) y Victoria en París, en el desfile de alta costura otoño-invierno 2009-10 de Chanel.

La escritora, entre sus hijas Vanessa (izda.) y Victoria en París, en el desfile de alta costura otoño-invierno 2009-10 de Chanel.

Pero, tal y como hemos podido comprobar en los últimos días, la relación de la autora de, entre otras, Una noche mágicaUna herencia misteriosa o Lecciones de juventud, con la moda incluye participar en un podcast con el director artístico de LoeweJW Anderson.

Un podcast y un Affair para Steel

«Alguien habló con una de mis hijas para preguntarles si creían que podría interesarme. ‘Dios, me encantaría’, contesté. Creo que Jonathan es muy talentoso», reveló recientemente la autora, que ha vendido más de 800 millones de libros en todo el mundo, a la edición digital de Vogue.

El proyecto, además de la charla de 21 minutos de duración que puede escuchar aquí, incluía un extracto de la nueva novela de Steel, The Affair, ambientada en la redacción de una revista de moda, y cuya fecha de publicación en Estados Unidos -el 5 de marzo- coincidía con la presentación de la marca. «El timing no podía haber sido más adecuado», admite la escritora, quien se ha mostrado encantada de hacer algo «diferente» y original.

Danielle Steel fotografiada en 2002 en el Hotel Beverly Hills, en la fiesta de los Grammy de ese año.

Danielle Steel fotografiada en 2002 en el Hotel Beverly Hills, en la fiesta de los Grammy de ese año. Su podcast, de 21 minutos de duración, se puede escuchar aquí.

En esa misma entrevista, realizada vía telefónica desde su casa de París, Steel confiesa que echa de menos ir a los desfiles, cosa que hacía dos veces al año, que son las que se presenta la alta costura de París -en enero y en julio-.

La última vez que fue fotografiada en una semana de la moda, la de alta costura primavera-verano 2020 que se celebró en enero del año pasado en la capital francesa, la escritora llevaba un abrigo rojo fuego de Balenciaga. Y fue precisamente un abrigo, en esta ocasión de color blanco y regalo de su abuela, la prenda que propició su primera experiencia seria con la moda: se lo puso como si fuese un vestido.

Una adolescencia de privilegios y pasarelas

A los 17 años llegaría su primer look de alta costura, gracias de nuevo a su abuela -por parte de padre, Steel desciende de los dueños de la cerveza Löwenbräu, mientras que su madre era hija de diplomáticos-.

«Tuve la suerte de ir a desfiles de alta costura cuando era joven en París, en mi adolescencia», recordaba en mayo de 2019 Steel, que sin duda disfrutó de una juventud acomodada, en la revista Harper’s Bazaar.

En ese reportaje también hacía referencia a su primer vestido de noche de Balenciaga o a su modelo favorito de entre todos los que posee: uno de Christian Dior de la colección de alta costura otoño-invierno 1994, cuando el diseñador de la casa parisina era el italiano Gianfranco Ferré, y que escogió para una ocasión muy especial: una fiesta de etiqueta en su casa con el cuarto de sus cinco maridos, John Traina.

«Era un hermoso vestido de Dior con la falda de baile de color coñac. John era muy elegante y un bailarín maravilloso. Y nunca olvidaré la sensación de deslizarme hacia la pista de baile con ese vestido mágico, con la enorme falda arremolinándose a mi alrededor mientras bailamos. Me sentí como Anna en la película El rey y yo. Los vestidos de alta costura están pensados para hacerte sentir mágica. Podría usarlo hoy, es tan hermoso y atemporal. Es regio», describía Steel, que usó ese diseño en particular para la portada de uno de sus libros.