Dos nuevas campañas de Balenciaga desataron una tormenta que viajó desde el internet hasta los noticieros de todo el mundo, alimentada por las acusaciones de que la marca promueve la explotación infantil y/o las prácticas sadomasoquistas con niños.

por Rodrigo Schang

Las últimas campañas de Balenciaga, propiedad de Kering (conglomerado francés que también posee marcas como Gucci y Saint Laurent), han sido tendencia en estos últimos días pero no por una buena razón.

Una de las campañas incluía fotos de niños agarrando bolsos que parecían osos de peluche con ropa de bondage (sadomasoquismo). Otra campaña presentaba fotos que incluían papeles sobre leyes de pornografía infantil. Juntos, encendieron una tormenta que viajó desde el internet hasta los noticieros de todo el mundo. La controversia se ha convertido en una de las colisiones más explícitas de la cultura del internet, la política, la moda y las teorías conspirativas.

El 28 de noviembre, casi dos semanas después de que empezaran los problemas -y tras una serie de disculpas en Instagram que no consiguieron aliviar el enojo colectivo- la marca emitió un comunicado en el que admitía “una serie de errores graves de los que Balenciaga se hace responsable.” La casa de moda anunció “investigaciones internas y externas” en curso y “nuevos controles” y dijo que se estaba acercando a “organizaciones especializadas en la protección de los niños y cuyo objetivo es acabar con el abuso y la explotación infantil.”

Balenciaga

“Queremos aprender de nuestros errores e identificar formas de contribuir”, decía el comunicado.

¿Cómo empezó todo?

Los problemas comenzaron el 16 de noviembre, cuando Balenciaga publicó una campaña llamada Balenciaga Gift Shop. Fue realizada el mes pasado por Gabriele Galimberti, un fotógrafo documentalista italiano cuyo trabajo se centra en las historias que nuestras cosas cuentan sobre nosotros mismos. Galimberti ya había realizado un libro con imágenes de niños con sus juguetes, pero nunca había hecho una campaña de moda.

Sus fotografías mostraban a seis niños agarrando bolsos de osos de peluche destruidos, que se habían visto por primera vez en el desfile de primavera 2023 de la marca en París. Los osos tenían los ojos negros, tops de rejilla y arneses de cuero; a su alrededor se exhibían copas de vino y otros objetos de regalo. Según Galimberti, tanto los objetos como los niños y el lugar elegido para el rodaje habían sido seleccionados por Balenciaga, con la presencia de numerosos miembros del personal durante los dos días de fotografía.

Balenciaga

Una de las fotografías en cuestión.

Poco después de que la campaña se publicara en Internet, comenzó una oleada de indignación contra las imágenes que mezclaban niños y lo que parecía parafernalia de bondage.

Cinco días más tarde, el 21 de noviembre, Balenciaga lanzó otra campaña: la campaña publicitaria Garde-Robe 2023. Internautas de todo el mundo se fijaron en las imágenes de la campaña que parecían mostrar, como utilería, papeles de una decisión del Tribunal Supremo de los EE.UU. sobre leyes de pornografía infantil.

Balenciaga se volvió tendencia

A medida que se extendieron las críticas online a las campañas, la historia fue recogida por diversos medios de comunicación, incluyendo el New York Post y el programa de Fox News en su horario de máxima audiencia “Tucker Carlson Tonight”. El programa ha contribuido a dar a conocer y a generalizar QAnon, la teoría de la conspiración según la cual “un grupo de élites adoradores de Satanás que dirigen una red de sexo infantil están tratando de controlar la política y los medios de comunicación”.

¿Cómo respondió la casa de moda?

La primera respuesta de la marca se produjo el 24 de noviembre, cuando se disculpó por la campaña y prometió retirar los anuncios de sus redes sociales.

“Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña. Nuestros peluches no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos retirado inmediatamente la publicidad de todas las plataformas”, decía un comunicado publicado en el Instagram de Balenciaga.

Clara alusión al bondage.

Horas más tarde, una segunda disculpa abordando la campaña de Garde-Robe fue publicada en las Historias de Instagram de la marca.

“Nos disculpamos por mostrar documentos inquietantes en nuestra campaña”, decía el comunicado. “Nos tomamos este asunto muy en serio y estamos tomando medidas legales contra las partes responsables de crear el set e incluir artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña de la primavera. Condenamos enérgicamente el abuso de los niños en cualquiera de sus formas. Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños”.

El 25 de noviembre, Balenciaga presentó en un tribunal de Nueva York una demanda de 25 millones de dólares contra la productora North Six y Nicholas Des Jardins, que diseñaron el decorado de la campaña de Garde-Robe.

El documento alegaba que la productora y el escenógrafo incurrieron en “actos y omisiones inexplicables” que fueron “malintencionados o, como mínimo, extraordinariamente imprudentes”.

En efecto, la marca afirmaba que los documentos se habían colocado en las fotografías de la campaña sin su conocimiento y habían dado lugar a falsas asociaciones entre Balenciaga y la pornografía infantil.

Cuando The New York Times se puso en contacto con ellos, North Six -que gestiona los detalles de la producción, como el catering, los permisos y el equipo- declinó hacer comentarios.

Entonces, ¿de dónde salió la copia de la decisión del Tribunal Supremo? ¿Quién aprobó su uso como accesorio en el set?

Los documentos procedían de “numerosas cajas” alquiladas a una empresa de utilerías, escribió un abogado del Des Jardins, el escenógrafo, en un comunicado por correo electrónico.

Pero se suponía que todos eran “documentos de oficina falsos”, dijo Balenciaga en su declaración del 28 de noviembre: “Resultaron ser documentos legales reales que probablemente procedían del rodaje de un drama televisivo”. Balenciaga, que tuvo las imágenes en sus manos durante meses antes de su publicación, calificó la inclusión de la página del Tribunal Supremo como el “resultado de una negligencia imprudente.”

La abogada del Des Jardins, en su declaración, dijo que “ciertamente no hubo ningún plan malévolo”. Los representantes de Balenciaga estaban en el set durante la sesión, “supervisando y manejando papeles y otros accesorios, y Des Jardins, como escenógrafo, no era responsable de la selección de imágenes del rodaje”, escribió

En última instancia, la selección de imágenes habría recaído en la marca, que en su declaración del 28 de noviembre dijo que asumía “toda la responsabilidad por nuestra falta de supervisión y control” y que “podría haber hecho las cosas de otra manera”.

¿Están Kanye West o Kim Kardashian involucrados?

Tal vez no sea sorprendente que Kanye West, y Kim Kardashian, su exesposa, se hayan visto envueltos en la polémica; ambos han tenido relaciones laborales con Balenciaga.

La ahora cuestionada empresa puso fin a su relación profesional con Kanye días después de rodar la campaña de Gift Shop el mes pasado debido a los supuestos comentarios ‘fuera de lugar’ del rapero y diseñador de moda realizados durante y después de la Semana de la Moda de París. Aun así, West mencionó la polémica sobre las campañas de Balenciaga el 26 de noviembre mientras hablaba con los paparazzi.

Kanye West se pronunció sobre el escándalo de Balenciaga.

No se ve a ningún famoso hablando de la situación de Balenciaga“, dijo.

Por su parte, Kim Kardashian, una de las celebridades más poderosas del mundo, desfiló en la pasarela de alta costura de Balenciaga en julio y ha atribuido ampliamente a Demna (diseñador de la casa de moda) el mérito de haberle ayudado a remodelar su estilo personal tras su divorcio.

El 27 de noviembre, dijo que estaba “reevaluando su relación” con la marca después de ser criticada por no hacer un comentario antes.

“Como madre de cuatro hijos, he sido sacudida por las imágenes perturbadoras”, escribió Kardashian en Twitter. “La seguridad de los niños debe ser tenida con la más alta consideración y cualquier intento de normalizar el abuso infantil de cualquier tipo no debería tener lugar en nuestra sociedad – punto”.

“Agradezco que Balenciaga haya retirado las campañas y se haya disculpado. Al hablar con ellos, creo que entienden la gravedad del asunto y tomarán las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir”, añadió.

¿Cómo respondieron el resto de las celebridades ante el escándalo de Balenciaga?

Mayormente con silencio. En una era donde la cultura de cancelación está más presente que nunca, deja mucho que desear.

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