Luego de una exitosa carrera en la industria de la moda a nivel internacional, la diseñadora peruana Romina Puga presentó en Lima su primera colección, “Anemone”, una oda al minimalismo y a la sostenibilidad que promete dar que hablar.

Por Lucas Cornejo Pásara

Romina Puga nació en Lima en 1991 y estudió Moda en el Centro de Artes y Diseño de Barcelona (BAU). Durante su carrera, formó parte del estudio creativo de las marcas catalanas Paloma Wool y Gabriela Coll Garments. Ha colaborado con diversos artistas y trabajado como estilista para editoriales como Harpers Bazaar, Tmagazina, Neo2 Magazina y la 080 Barcelona Fashion. Además, ha desarrollado colecciones cápsula para las marcas españolas Desigual y Stradivarius y ha ganado concursos de sostenibilidad en la moda en varias oportunidades para la editorial Gatacós Textil Store. En 2017, tras presentar su proyecto final de grado “Muñeca”, fue elegida como una de las diseñadoras representantes de la Universidad BAU. El pasado 26 de octubre debutó con su primer desfile titulado Anemone en la galería Now en Lima. 

La música de la catalana Metirxell de Soto y un desierto de sal reciben al público antes de la aparición de los más variados modelos, quienes lucieron los dieciséis looks que presenta Romina Puga en su primer desfile, Anemone. El nombre viene del mito que cuenta cómo Afrodita convirtió el cuerpo de su amante muerto, Adonis, en flores que recibirían dicho nombre. Así, el desfile parte de una estética naturalista que se extiende hasta lo punk. Sin embargo, la narrativa del desfile nos lleva con total naturalidad de un estilo a otro. Hay un diálogo constante.

Pasos que se tambalean robóticamente en su firmeza muestran prendas que reconfiguran el uso de la tradicional ropa interior a lo largo de la galería Now. Corsets, enaguas, criolinas y camisetas se lucen como prendas principales y llevan a los asistentes a través de un recorrido del blanco hacia sutiles amarillos. El desfile termina con una reversión del escenario bucólico. Un modelo se mantiene firme al centro de la sal con una criolina que poco a poco se va cubriendo por las prendas que los otros modelos colocan. Inmóvil, recibe bocaditos que los demás le ofrecen. Todo termina con una suerte de danza de celebración.

 

Todas las piezas están elaboradas a partir de materiales seleccionados que respetan los estándares de trabajo sostenible, generando menos impacto en el medio ambiente, como los tejidos de stock. Predominan las fibras de origen natural como el raw cotton, las sedas, la organza, el lino y la lana. La paleta de color de esta colección fluctúa entre el blanco hueso a amarillos muy suaves teñidos artesanalmente con eucalipto. Los calzados fueron diseñados por Eyna, la música fue compuesta por Metirxell especialmente para la muestra y en diálogo con la dirección del performance creado por Romina y la artista Aster Luna.

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