Cubierta en encaje negro y con una presencia imponente, la reina del pop fue la musa del desfile primavera/verano 2025 de Dolce & Gabbana
Por Araceli Olaechea Landa
El 21 de septiembre, el Fashion Week en Milán vivió uno de sus momentos más memorables con la presencia de la indiscutible «Reina del Pop», Madonna, en el desfile de Dolce & Gabbana. La estrella se robó todas las miradas desde el momento en que hizo su entrada triunfal, cubierta de pies a cabeza con un velo de encaje negro que realzaba su ya distintivo sentido de la moda.
El legado de la «Reina del Pop»
El desfile fue un homenaje a la carrera y el estilo de la cantante. Desde los famosos cone bras, creados por el diseñador Jean-Paul Gaultier para su icónico «Blond Ambition Tour», hasta las referencias a sus looks más emblemáticos: modelos con melenas rubias, lencería provocativa y detalles religiosos que celebran la dualidad de la sensualidad y el atrevimiento que la definen.
A lo largo de su carrera, vendió más de 300 millones de discos, lo que la convierte en la solista femenina con mayores ventas en la historia. Además de su éxito musical, fue pionera en la redefinición de los roles de las mujeres en la industria del entretenimiento.
Madonna y Dolce & Gabbana celebran 30 años de amistad
El homenaje no solo recordó los momentos resaltantes de la carrera de Madonna, sino que reafirmó su estatus como musa indiscutible de la moda y la cultura pop. La cantante sigue siendo un símbolo de estilo y creatividad, y su colaboración con Dolce & Gabbana continúa siendo una de las más fructíferas y emocionantes en la industria de la moda. A lo largo de su trayectoria, la casa italiana diseñó más de 1,500 trajes para su «Girlie Show Tour», consolidando una de las colaboraciones más distintivas entre moda y música.
La «Reina del Pop», quien se sentó en la primera fila junto al actor mexicano Alberto Guerra, lució un conjunto negro de pies a cabeza diseñado por Dolce & Gabbana: un vestido slip de encaje, acompañado por un corsé y coronado con un velo chantilly. La estrella completó su look con joyas doradas y una corona de cristales.
Un final emotivo
El desfile culminó con una ovación a los diseñadores y, por supuesto, a Madonna, quien fue alcanzada por Domenico Dolce y Stefano Gabbana.
Ambos compartieron los aplausos con ella, antes de besarle las manos y abrazarla cálidamente. Este tributo no solo expresa una gran admiración hacia el valioso aporte que Madonna brindó a la industria de la moda y el entretenimiento, sino que también simboliza la profunda amistad que han cultivado.