Vestido de Noe Bernacelli.
La conozco desde muy chica. Alon estaba en un grado más que yo en el colegio; y me acuerdo, como si fuera ayer, de estar en la movilidad viéndola jugar y riéndose con sus amigas. Luego de diez años, puedo decir que es la misma; solo que tal vez tenga muchas más cosas en la cabeza, y eso quizá haya podido volverla un poco distraída. Pero no es una diva en lo absoluto; tiene los pies bien puestos sobre la tierra, y para eso está su familia constantemente haciéndole recordar lo que es importante en la vida. Conversamos en exclusiva con ella sobre sus proyectos personales y su matrimonio con Paolo Guerrero.
La conozco desde muy chica. Alon estaba en un grado más que yo en el colegio; y me acuerdo, como si fuera ayer, de estar en la movilidad viéndola jugar y riéndose con sus amigas. Luego de diez años, puedo decir que es la misma; solo que tal vez tenga muchas más cosas en la cabeza, y eso quizá haya podido volverla un poco distraída. Pero no es una diva en lo absoluto; tiene los pies bien puestos sobre la tierra, y para eso está su familia constantemente haciéndole recordar lo que es importante en la vida. Conversamos en exclusiva con ella sobre sus proyectos personales y su matrimonio con Paolo Guerrero.
—Ya estás instalada en Brasil. ¿En qué consiste tu rutina diaria?
—Vivo en Brasil desde hace varios meses. Primero, estuve en Sao Paulo; y ahora estoy en Río de Janeiro. Estoy supercontenta, pero de hecho se me hizo un poco difícil al principio porque no sabía el idioma y todo era nuevo. Felizmente, soy una persona que se adapta con facilidad a cualquier situación y hoy me puedo manejar sola sin ningún problema. Hago cosas diferentes durante la semana, pero lo que no dejo de hacer todos los días es entrenar durante las mañanas. Para mí es la mejor manera de empezar el día: “Mente sana en cuerpo sano”.
Body de H&M, chompa de Stroke, aretes de Pandora y anillo de Tous.
—Tu relación con tu papá y tu abuela es algo muy especial, ¿qué nos podrías contar de ella y de tu papá? ¿Cómo es la dinámica con ellos a la distancia? ¿Los extrañas mucho?
—Sí, claro que los extraño. Mi papá es una de las personas más importantes en mi vida. Lamentablemente, no vive en Lima y me es superdifícil coincidir con él en las fechas en que viajamos, pero felizmente siempre estamos en contacto ya sea para aconsejarme, reírnos hasta llorar, contarnos chistes o simplemente para jalarme las orejas cuando tiene que hacerlo. Hablamos todos los días y justo ahora que he estado en Lima aprovechamos el tiempo para estar juntos. No hay consejo más sabio que el de un padre. Y mi abuelita ni qué decir. Ha sido mi compañera durante muchos años. Es mi segunda mamá, incondicional. Es una mujer extraordinaria en todo sentido. Siempre mantengo contacto con ella, y cuando estoy en Lima trato de aprovecharla al máximo. Me quedo en su casa casi todo el día y trato de estar con mi familia el mayor tiempo posible. La familia es lo más importante que hay, y me encantaría tenerla cerquita.
—¿Consideras que estar en pareja requiere amoldarse a las costumbres del otro?
—Por supuesto que sí. Es una nueva vida para mí. Nunca me imaginé que mi vida iba a cambiar tanto de un momento a otro. Pero creo que hay veces en que uno debe tomar ese tipo de decisiones para ser feliz. La convivencia no es fácil, definitivamente. Hay muchas cosas en las que uno tiene que ceder para llevar una armonía en la relación. Pero he aprendido que cuando hay amor de por medio no es difícil amoldarse a tu pareja. Es cuestión de aprender las costumbres del otro y encontrar un equilibrio en el que los dos se sientan a gusto.
Top, pantalón y sandalias de Ayni.
—¿Quién es la persona que más admiras?
—A mis papás porque siempre han demostrado ser personas luchadoras, trabajadoras, y emprendedoras; además, han sido un ejemplo de vida para mí. Los dos trabajaron desde muy chicos para realizarse en la vida, y eso me ha dejado una enseñanza. Uno a veces debe tomar riesgos en la vida, atreverse a hacer cosas para cumplir sus sueños. Mi papá es pintor, ahorita está viviendo en París. Se fue por temas artísticos, pero también porque es una ciudad que siempre le gustó. También viaja un montón a Italia, pues está haciendo unas esculturas de mármol de Carrara. Mi mamá, por otro lado, siempre quiso ser diseñadora, pero al final nunca logró concretar esa carrera; fue un sueño que ella siempre tuvo, pero que nunca consiguió; de alguna manera, quise seguir sus pasos. Continuar su camino, cumplir su sueño a través de mí. Ella fue la que me alentó a estudiar la carrera de Diseño de Moda y quien me impulsó a terminarla.
—Pensaste en tirar la toalla a mitad del camino…
—Sí, era agotador; demasiado sacrificado. Es madrugar durante 3 años sin parar. Pero también me encantaría complementar mi carrera con algo de negocios; llevar algún curso. Quiero averiguar más del tema.
—Luego de terminar tus estudios en Mod’Art, abriste una tienda en el Centro Comercial Caminos del Inca. ¿Tienes planes de retomar tu carrera como diseñadora?
—Sí, de todas maneras, quiero retomar el diseño. Y volver a lanzar una marca de ropa, pero esta vez propia. Ahora tengo un logo con mi nombre, pero, además, estoy buscando otra opción. Me encantaría abrir una tienda; y si Dios me lo permite, me gustaría poder abrir más. Vender mi marca a tiendas por departamentos también sería una opción.
Jumpsuit de Escudo, cadena de Pandora y sandalias de Ayni.
—¿Cuál es tu mayor extravagancia?
—No creo tener ninguna; pero si debo decir una, sería entrenar todos los días. No importa en qué parte del mundo esté, a la hora que sea en el país que sea. Pero tengo que hacerlo todos los días. El entrenamiento functional, que es el que ahora estoy haciendo, es como el crossFit, pero más fuerte con más cardio y peso. Lo busco en la ciudad que esté, con tal de poder realizarlo.
—Hay rumores de que te casas en noviembre, ¿nos puedes confirmar una fecha?
—En verdad no puedo confirmar una fecha porque aún no la tengo. Más adelante se verá. Estamos tomando las cosas con calma y luego buscaremos una fecha especial.
—¿Qué es lo que más te da ilusión de ese día?
—De hecho, el sueño de muchas mujeres es casarse de blanco, tener un matrimonio lindo con la gente que uno más quiere y poder compartir esa felicidad tan pura con la familia y los amigos más cercanos.
Top de Vagrant y falda de Ana María Guiulfo.
—¿Te imaginaste casándote joven?
—No, nunca me imaginé que iba a casarme joven, tengo que confesarlo. Pero a veces es así, ¿no? La vida te da sorpresas y hay momentos que las cosas pasan cuando uno menos se lo imagina. Nos comprometimos, pero ahora paso por paso; hemos esperado un tiempito, los dos estamos con un montón de cosas, y queremos que salga algo lindo y tiene que hacerse con calma.
—¿Cómo imaginaste tu vestido de novia? ¿Piensas diseñarlo tú misma o tienes a alguien en mente?
—Yo soy una novia clásica total. Me encantaría que mi vestido tuviera una cola larguísima; todo mismo cuento de hadas. En verdad, recién ahora estoy buscando más referencias, pero creo que es básica la prueba para ver el tipo de vestido que le queda a tu cuerpo; usar algo que sea cómodo y que también se vea bien, lindo y sobre todo elegante. Me encantan marcas, como Marchesa y ElieSaab. Cuando estudié en Mod’Art, aprendí sobre ellas; y eran mis marcas favoritas. Sería muy afortunada de poder tener la oportunidad de que mi vestido sea de alguna de ellas.
—Luego de casarte, ¿cómo crees que cambiará tu vida?
—No creo que vaya a modificarse mucho. Yo creo que el día que cambie será cuando formemos una familia; que bueno ya será más adelante. Por ahora, queremos disfrutar nuestra relación, cumplir los proyectos que cada uno tiene a futuro y luego ya vendrán los hijos con tranquilidad.
Fotografía: Alexander Neumann
Estilismo: Helene Fonton
Maquillaje y peinado: Sergio Corvacho
Asistente de fotografía: Mauricio Espinoza
Asistente de estilismo: David Saldaña
Producción Andrea Zorrilla: y Ricky Chávez
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