Fátima Arrieta, Yahel Waisman y Noe Bernacelli presentan sus nuevas colecciones nupciales. Y ofrecen, además, consejos imprescindibles a la hora de buscar el vestido de novias.
FÁTIMA ARRIETA
Su primer trabajo, luego de graduarse como diseñadora de modas, fue en un estudio de alta costura en el exterior. Desde que regresó al país, hace dieciséis años, ha vestido a algunas de las novias peruanas más emblemáticas.
«Hoy las mujeres saben lo que quieren y están seguras de su estilo. A veces, no saben cómo explicarse. Pero, para eso, estamos los diseñadores: para interpretarlas y guiarlas”.
“Trabajo los vestidos de novia con cinco pruebas, aproximadamente. Aunque lo tengo listo con tres semanas de anticipación, pido una última prueba tres días antes de la boda, para un entalle final. Casi todas adelgazan esa última semana”.
“Mi punto de partida son las novias. Cuando diseño una colección, tengo claro que debo ofrecer propuestas para diferentes estilos, tamaños y tipos de cuerpo. Mis materiales favoritos siempre son los mismos: organza de seda charmeuse, gasas y encajes”.
YAHEL WAISMAN
Ha conquistado a las novias menos tradicionales. Esta temporada profundiza su trabajo con las transparencias y juega con mangas y capas.
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“Me encanta mezclar texturas y prints. Las telas con las que más trabajo son el encaje, el guipur y el tul. Todo se trata de dar un equilibrio al vestido. Y que tenga un toque edgy, para mí, es primordial”.
“Creo que el vestido debe ser espectacular, sin importar dónde se celebre la boda. En cuanto a texturas, las gasas y tules —que tienen más caída y menos peso— son las más cómodas para la playa. En el campo, en cambio, podemos ser un poco más versátiles; y utilizar el brocado o encajes, que arman y dan volumen”.
«Recomiendo empezar con el vestido unos seis meses antes del matrimonio. No antes, porque las tendencias y las telas cambian. Eso sin contar con que, si una novia mira mucho su vestido, se aburre. Hay que darle el tiempo necesario, sin abusar. Puede hacerse más rápido también. Pero me gusta trabajar con tranquilidad, para conseguir un buen producto y mucho cuidado en los detalles”.
NOE BERNACELLI
Está especializado en técnicas de bordado y acabados de alta costura. Las composiciones de encaje con efecto see through son el sello de sus diseños.
“Para mí es importante que la novia esté cómoda. También, que el vestido tenga relación con el concepto de la boda. La novia debe destacar por los motivos correctos. Por eso, en todo momento, busco detalles sobrios, además de resaltar su silueta. Las telas vaporosas, con mucho movimiento y caída; los encajes delicados y el trabajo minucioso de bordado, son grandes aliados para conseguir esto”.
«Cuando nos enfrentamos a un vestido muy elaborado, recomiendo trabajar con un mínimo de entre seis y ocho meses de anticipación. En el proceso habrá modificaciones y surgirán nuevas ideas.
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Sin embargo, siempre se necesitan muchas horas de bordado a mano. Entonces, lo ideal es trabajarlo con tiempo; para asegurar que el resultado sea tal cual lo imaginamos”.
«A lo largo del proceso cito a la novia entre cinco y seis veces. Trabajo la primera prueba con una tela borrador.
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Allí, simulo la silueta y marco, sobre el cuerpo de la novia, los detalles. De esta forma, puedo corregir todo lo que sea necesario, sin maltratar la tela real. Para la última prueba siempre recomiendo que sea una semana antes de la boda: muchas novias tienden a perder peso en los últimos días y, así, aseguramos el fit adecuado”.
Lea el artículo completo en Novias, edición 17.