El reconocido surfista peruano, sub-campeón mundial ISA Billabong 2010, nos comparte su impresionante experiencia desde la isla Maui, en Hawái, donde una de las olas más grandes del año le devolvió la confianza en el mar. 

Foto principal: Sebastián Gómez del Castillo

Enero del 2017 no fue un buen inicio de año para Gabriel Villarán. A finales del mes, mientras entrenaba en Pipeline, Hawái, el surfista se fracturó la tibia y el peroné. Mientras aún no era consciente de que tenía una fractura expuesta, sus amigos lo ayudaron a salir del agua y contactaron una ambulancia. El resultado: cinco días de internamiento en un hospital del archipiélago y someterse a una extensa rehabilitación física en Lima que truncó algunos de sus proyectos en el mar. 

Un año después de la terrible fractura, el surfista inicia el 2018 con más convicción que nunca: la semana pasada corrió una de las olas más grandes de su carrera en Peʻahi, Maui. «El viaje fue toda una sorpresa», explica. «Las crecidas de olas olas suelen aparecer en Internet con una semana o diez días de anticipación». Gabriel se enteró de la crecida a través de unos amigos surfistas que practicaban en Hawái.«Regresar era muy importante para mí. Tenía un poco de nervios pero eso no era un impedimento. Estaba motivado porque era la crecida más grande del año, las condiciones se veían buenas y yo debía vencer ese miedo. Era un reto», confiesa. 

La ola del año 

Gabriel llegó el viernes a Hawái y se instaló el la isla de Oahu con sus amigos. El sábado viajaron a Peʻahi, en Maui, a esperar la crecida y el domingo se despertaron a las 5 de la mañana para preparar todo antes de entrar al agua. «Surfeamos desde las nueve hasta las dos de la tarde», cuenta. «Yo agarré la ola a la una, después de estar cuatro horas en el mar». 

Junto a Gabriel, también estaban cuatro reconocidos surfistas peruanos: Álvaro Malpartida, Miguel Tudela, Cristóbal de Col y Sebastián Correa. El quinteto corrió la crecida sin ningún problema. «No tuvimos ningún accidente ni ocurrió nada grave, algo bastante común con las olas de Hawái. Al salir del agua estuvimos súper contentos», explica.

Antes de su regreso a Lima, Gabriel augura que este año será diferente para su trayectoria. «Estoy súper contento de que mi pierna esté de regreso al 100% y poder empezar así el 2018. Ya llegan las competencias».