Con sus últimas apariciones públicas, la esposa del príncipe William y la prometida de su hermano Harry acaparan toda la atención de los medios y el público inglés, que ya cuentan los días para los dos grandes acontecimientos del año para la familia real británica: el nacimiento del nuevo “royal baby” –no serían mellizos, como se especuló durante los últimos días– y la esperada boda del sábado 19 de mayo en el Castillo de Windsor, de la que se acaban de revelar nuevos detalles.

El 2018 será un año muy difícil de olvidar para los fanáticos de todo lo que concierne a los “royals” británicos, que en los próximos meses podrán celebrar dos acontecimientos mayores: el nacimiento del tercer descendiente de los duques de Cambridge y el esperadísimo enlace entre el príncipe Harry, otrora “oveja negra” de la familia real que hace tiempo viene derrotando a su hermano William en las principales encuestas de popularidad, y la actriz estadounidense Meghan Markle, quien próximamente dejará de ser reconocida por su papel en la serie “Suits” para pasar a cumplir un rol mucho más protocolar, pero inmensamente más mediático y agotador, al lado del hijo menor de la princesa Diana.

Tanto Kate Middleton como Markle parecen ser muy conscientes de que son ellas, y no sus parejas, quienes seguirán siendo auscultadas de manera permanente por el implacable ojo de la audiencia británica, y en sus últimas apariciones públicas, que no han sido pocas, han protagonizado genuinos derroches de elegancia y simpatía.

La duquesa de Cambridge, por ejemplo, lució su espléndido embarazo el último domingo en la gala de los Premios BAFTA, el equivalente inglés de los Oscar de la Academia de Hollywood, aunque su presencia en la ceremonia realizada en el Royal Albert Hall, en la que el príncipe William le concedió un galardón honorífico al reconocido director Ridley Scott, no estuvo exenta de polémica. En realidad, fue su atuendo el que generó una controversia ciertamente infundada en las redes sociales: Kate llegó vestida de verde (un diseño de Jenny Packham), lo que algunos calificaron como un “boicot” al dresscode de la velada que indicaba, siguiendo la línea de respaldo al movimiento #MeToo que se inició en la alfombra roja de los Globo de Oro, que todos los asistentes debían llegar en riguroso color negro.

La razón del aparente desplante fue que los miembros de la Casa Real británica tienen terminantemente prohibido unirse de manera pública a campañas de carácter político, aunque esa explicación no terminó de satisfacer a muchos de los críticos, sobre todo a los representantes de movimientos feministas y de derechos civiles en Inglaterra. El controvertido presentador televisivo Piers Morgan, por otro lado, salió en defensa de la esposa del príncipe William un día después de la polémica: “Aparentemente, a ella no le tienen permitido ejercitar su propio y feminista derecho de usar el color de vestido que le venga en gana”.

No son dos

Los días previos a esta última aparición de los duques de Cambridge, un rumor saltó desde las portadas de los nunca rigurosos tabloides británicos a los titulares de los principales medios de comunicación del resto de mundo: sin citar fuentes ni comunicados oficiales, diversas revistas consagradas al gossip de los famosos lanzaron la primicia de que Kate Middleton estaría esperando dos bebés en lugar de uno, y se llegó a asegurar que se trataría de dos niñas. Es decir, George y Charlotte ahora tendrían dos hermanitas. La revista “Lifestyle”, en su edición de comienzos de febrero, no menciona nombres, pero sí afirma categóricamente que William y Kate ya comunicaron a todos sus amigos y allegados que pronto ella se tomará siete meses de descanso debido a que los doctores ya le confirmaron que está esperando gemelas. “Ella no puede sentirse más emocionada con este embarazo, a la espera de dos pequeñas princesas, y no deja de mostrar las ecografías a sus amigos más cercanos”, señala la fuente anónima de “Lifestyle”.

La “noticia”, al parecer, tomó por sorpresa incluso al propio príncipe William, que en la gala de los Centrepoint Awards, realizada en el Palacio de Kensington días después, respondió con mucho sentido del humor ante la consulta de si, en efecto, sería padre de gemelas en abril de este año: “¿Gemelas? Creo que mi estado mental estaría a prueba con dos hijas más. La verdad es que tener dos hijos está muy bien, pero no sé cómo voy a arreglármelas ahora con tres. ¡Voy a estar cansado todo el tiempo!”, declaró el primogénito del príncipe Charles.

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