Aunque corrían rumores de que la mayor de las Jenner habría decidido alejarse del ojo público debido a sus problemas de ansiedad y a que quería “enfocarse en ella y reevaluar su vida”, los últimos sucesos demuestran que sigue siendo el centro de atención mediática, y que quiere que la tomen más en serio en lo que a asuntos trascendentales se refiere.
Por Vania Dale Alvarado
La revista “OK!” se basa en las ausencias de Kendall Jenner a eventos que habitualmente no se pierde, como el New York Fashion Week, para afirmar que, según fuentes cercanas, “Kendall odia viajar y está molesta con su acné”, antes de agregar que “se siente desairada por las otras modelos que se muestran celosas de su éxito”, motivo por el cual no habría estado presente en el desfile de moda. A partir de ahí, la publicación se atreve a afirmar que la modelo ha decidido desaparecer del radar por un tiempo.
Sin embargo, estas habladurías han sido desmentidas gracias a unas imágenes que la propia Kendall publicó en su cuenta de Instagram, los días en que se llevó a cabo el New York Fashion Week, en las que se le ve esquiando, con la descripción: “Tiempo libre”. Eso sin tomar en cuenta el hecho de que acaba de posar para la portada de abril de Vogue Estados Unidos. En la entrevista, ha aprovechado para aclarar su sexualidad, que había sido cuestionada anteriormente. “Tengo un tipo de… ¿energía masculina? No quiero decirlo mal porque no soy transgénero o algo así. Pero tengo una energía ruda. Me muevo diferente. Pero, para responder a tu pregunta: no soy gay”, ha dicho.
Kendall activista
Más allá de su vida personal y de su carrera como modelo –por la que Forbes la ha reconocido como la más cotizada de 2017, destronando a la catorce veces campeona Gisele Bündchen–, su faceta de ciudadana consciente del mundo –porque llamarla “activista” podría ofender a quienes realmente lo son– también es conocida. Tras ser acusada de insensible y superficial a raíz de la campaña que protagonizó para Pepsi, en la que sugería que una lata de la bebida era capaz de resolver cualquier conflicto –sí, hasta uno político-social–, la abanderada de la generación millennial afirmó que “había aprendido una gran lección”.
Tal vez este incidente le hizo despertar al mundo real. O, al menos, es claro que es eso lo que quiere demostrar, pues Kendall no solo ha venido trabajando con algunas ONG, sino que, el día de su cumpleaños número veintidós, publicó una foto en su perfil de Instagram en la que pedía lo siguiente: que, en vez de regalos, sus amigos la ayudaran a llevar agua potable a aquellas zonas donde esta es escasa, donando dinero mediante la página web que habilitó con tal propósito.
Celebridades en marcha
Hace algunos días, se hizo presente en la manifestación March For Our Lives, de Los Ángeles, que tenía como eje central protestar en contra de las políticas de acceso a armas de fuego en Estados Unidos, y ha sido considerada una de las más concurridas en la historia de este país (con cerca de dos millones de asistentes). La protesta pacífica fue organizada en respuesta al tiroteo ocurrido en una escuela secundaria en la localidad de Parkland, Florida, a mediados de febrero, que acabó con la vida de una veintena de personas.
Kendall asistió junto a su mejor amiga, Hailey Baldwin, y resguardada por dos guardaespaldas. A ellas se les sumó Jaden Smith, con quien posaron para una foto. Además, celebridades como Paul McCartney, Miley Cyrus, Demi Lovato, Selena Gomez, Amal y George Clooney, Ariana Grande, entre otros, se han sumado a la protesta, ya sea con presentaciones en vivo o como simples manifestantes, en las diferentes ciudades que marcharon por la causa.
Pero la presencia de Kendall no fue lo único que dio la vuelta al mundo. La chaqueta que usó –claramente inspirada en la famosa canción de Sex Pistols, God Save the Queen– dio un mensaje aún más directo. “God save us. He ain’t my President”, se alcanzaba a leer en su espalda, en un gran parche sujeto sobre la tela de su casaca de jean, con la cara en blanco y negro de un furioso Donald Trump.
Aún no sabemos quién habrá sido el encargado del diseño de la prenda con la que Kendall quiere continuar sacudiéndose de los adjetivos negativos que recaen sobre ella y marcar un statement que la aleje de una postura supuestamente frívola, pero no nos sorprendería que la etiqueta de esta estuviera bordada por alguna firma importante del mundo de la moda.