La actriz australiana interpretó a la famosa –y por un tiempo infame– campeona de patinaje en hielo Tonya Harding en “I, Tonya”. El rol le valió numerosas nominaciones durante la reciente temporada de premios de Hollywood, que confirmaron su estatus como una de las estrellas más brillantes y atractivas de su generación. Desde Los Ángeles, conversamos con ella.
Por Yenny Nun
I, Tonya, película que Margot no solo protagonizó, sino también produjo, cuenta la historia de la expatinadora olímpica Tonya Harding, una mujer de orígenes muy humildes que, luego de haber llegado a la cima de su carrera, cae estrepitosamente cuando su exmarido es acusado de atacar violentamente a la patinadora Nancy Kerrigan, rival de Tonya.
Dirigida por Craig Gillespie, completan el elenco Sebastian Stan y Allison Janney, quien terminó llevándose un Globo de Oro y el Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su magnífica caracterización de una madre abusiva y cruel.
Margot Robbie nació el 2 de julio de 1990 y pasó mucho tiempo de su niñez en la granja de sus abuelos. Su madre, Sarie, trabajaba como fisioterapeuta, y su padre, Doug Robbie, es un exagricultor. La pareja nunca se casó, aunque tuvieron cuatro hijos, dos varones y dos niñas. El padre abandonó a la familia cuando sus hijos eran pequeños.
Después de graduarse del prestigioso Somerset College en 2007, Margot comenzó a concentrarse en su carrera artística; consiguió roles en dos conocidas series australianas, ICU y Vigilante, y posteriormente en la telenovela más popular del país: Neighbours.
En 2011 decidió partir a probar suerte a Hollywood, donde, después de integrar el elenco de la serie Pan Am, se hizo mundialmente famosa por su papel en The Wolf of Wall Street, película dirigida por Martin Scorsese.
¿Conocías la historia de Tonya Harding?
No tenía idea de ella. Cuando leí el guion por primera vez, pensé que se trataba de una historia ficticia. No sabía nada del mundo del patinaje sobre hielo y nunca había escuchado hablar de esta gente. Por eso pude acercarme al papel con ojos frescos y sin nociones preconcebidas, lo que a fin de cuentas fue mejor para el personaje de Tonya. No la juzgué, y cuando terminé de leer el guion, sentí una gran empatía por ella.
¿Qué opinó Tonya de la película?
Creo que está muy agradecida de que hayamos mostrado su historia desde una perspectiva que el público aún no conocía. Tonya no fue consultora en el proyecto ni estuvo presente en el set; tampoco opinó sobre el guion. No es presentada ni como víctima ni como heroína.
Ella sufrió abusos de parte de su madre desde muy pequeña, y más tarde enfrentó los maltratos de su marido. ¿No la ves como víctima?
Nunca se presentó como una víctima y no tengo la impresión de que ella se perciba a sí misma de esa manera. Me parece una mujer resiliente y fuerte.
¿Cómo te preparaste para encarar el tema de la violencia doméstica en este filme?
Lo conversé con el director, Craig Gillespie, y conocí a varias víctimas para interiorizarme con sus historias. Es un tema que queríamos tratar con respeto y honestidad. Craig tuvo la idea de que en los momentos de más violencia, Tonya tuviera una disociación mental y hablara directamente con la audiencia. Creo que con esto le comunica al público lo que siente y muestra cómo alguien, en momentos tan duros, es capaz de desconectarse emocionalmente. Para Craig fue también importante dejar en claro que no solo el marido le pegaba a ella, sino que ella devolvía los golpes.
¿Te fue difícil interpretar escenas de patinaje en hielo?
Me accidenté un par de veces. Es un deporte muy difícil, lo que me hizo admirar aún más a las patinadoras y los logros de Tonya. La vuelta triple es casi imposible de hacer. Ni siquiera mi doble lo logró. Creo que solo seis mujeres en los últimos veinte años lo han hecho.
¿Eres tan competitiva como Tonya?
No. No disfruto las cosas a menos que esté con un grupo de personas. No soy un lobo solitario, me gustan los deportes en equipo, y el patinaje sobre hielo es un deporte muy solitario. No creo que lo disfrutaría.
¿Qué se sabe de la madre de Tonya?
No pudimos ubicarla cuando estábamos en preproducción, y Tonya no sabía si seguía viva. Hacía mucho tiempo que no se veían. Tonya tampoco tenía contacto con su exmarido, llevaban más de diez años sin verse. Ahora, sin embargo, sabemos que su madre está viva, y bien. Sería interesante conocer su punto de vista sobre esta historia.
Tonya dice estar felizmente casada y es madre de un hijo. ¿Cómo crees que logró esa felicidad después de tanta disfunción?
Creo que influyó la madre que tuvo, que la hizo querer ser todo lo buena que su madre no fue. Y pienso que el haberlo conseguido le da paz. Estando con ella, da la impresión de que ama mucho a su hijo y que está muy orgullosa de no ser una mala madre. No sé si hizo terapia para llegar a esta nueva vida, pero se le nota muy contenta.
Una vida en Hollywood
¿Cómo has evitado ser etiquetada como ‘la rubia bonita y tonta’ en los castings de Hollywood?
Eligiendo roles muy distintos entre sí. Tonya no tiene nada que ver con la trepadora social de “The Wolf of Wall Street” o la autora de los libros de “Peter Rabbit”.
Dices que no eres competitiva, pero seguiste una carrera difícil sin el apoyo de tus padres. ¿Qué te dio valentía para continuar?
No lo sé. Y no es que mi familia no me haya apoyado, sino que simplemente no sabían nada de esta industria ni entendían que uno podía ganarse la vida trabajando en ella. Obviamente, ahora están muy felices por mí y mis hermanos. Cuando me dicen que algo es imposible, lo quiero más todavía. De niña pensaba que para una australiana como yo llegar a Hollywood era imposible, y eso me hizo desearlo mil veces más.
¿Te hiciste productora para acceder a buenos roles?
Me sería imposible protagonizar cada uno de los proyectos en que estamos trabajando en Lucky Chap (el nombre de su productora).Al comienzo fui la protagonista, pero ahora el tren ya ha abandonado la estación.
¿Es verdad que interpretarás a la actriz y modelo Sharon Tate en un filme dirigido por Quentin Tarantino?
Me encantaría, pero aún no hay nada oficial. Soy gran fan de Tarantino; trabajar con él sería cumplir uno de mis sueños.