La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de bombardear Siria el día de la inauguración de la Cumbre de las Américas en Lima –evento al que no asistió– opacó el foro. Pese a ello, los líderes políticos consiguieron firmar el Compromiso de Lima, en el que acordaron unir esfuerzos para luchar contra la corrupción. Queda pendiente ver resultados concretos.
Por Débora Dongo-Soria S.
Hay personas que brillan por su ausencia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló casi a última hora su participación en la VIII Cumbre de las Américas en Lima, pero terminó siendo el protagonista del evento.
Cuando el foro comenzaba en el Gran Teatro Nacional, Trump anunciaba en la Casa Blanca que había ordenado bombardear, junto a sus aliados Francia y el Reino Unido, tres instalaciones en las que se desarrolla y almacena armamento químico en Siria. Era su respuesta a un ataque químico, una semana antes, que dejó sesenta muertos en la ciudad siria de Duma, del que Estados Unidos culpa al mandatario Bashar al Asad.
El ataque duró poco más de una hora, sin ocasionar muertes. Era viernes 13. Al día siguiente, Trump agradeció a sus aliados por un “bombardeo perfectamente ejecutado”. “¡Misión cumplida!”, sentenció a través de su cuenta de Twitter, la misma frase que en 2003 utilizó el entonces presidente George W. Bush cuando, un mes después de haber iniciado la campaña contra Irak, dio por terminada una guerra que, en términos no convencionales, se prolongó por casi una década.
Los líderes políticos del continente americano reunidos en Lima estaban en el Gran Teatro Nacional, en San Borja, para los primeros actos oficiales de la cumbre cuando, de pronto, Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos y representante de Trump en ese evento, se paró y salió del recinto. Lo siguió su enorme comitiva, pero en ese momento no se conocía su destino. Casi en paralelo, la prensa informaba que Trump daría un mensaje a la nación estadounidense. Pence no pudo disfrutar del espectáculo artístico de Vania Masías, que tanto gustó a los visitantes, ni del concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional y Lucho Quequezana.
Tras la inauguración oficial de la cumbre, los gobernantes americanos abandonaron el Gran Teatro Nacional para ir a Palacio de Gobierno, donde habían sido convocados para una cena. Mientras en Estados Unidos Trump le informaba a sus conciudadanos –y al mundo– que había ordenado bombardear Siria, en Palacio de Gobierno se interpretaba música barroca. Obviamente, Pence no fue de los primeros en llegar a la cena, pero llegó. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también arribó tarde. Ambos se sentaron juntos y compartieron la causa, pero no precisamente la de cangrejo que se sirvió de entrada.
A través de un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, había explicado que el presidente Trump se quedaría en Washington “para supervisar la respuesta estadounidense a Siria y vigilar los acontecimientos globales”. Sin embargo, se especulaba que la razón real era el allanamiento, por parte del FBI, de la casa y la oficina en Nueva York de su abogado personal, Michael Cohen, por presunta colusión con Rusia durante las elecciones de 2016 a favor del republicano. Trump estaba furioso. “Es una vergüenza”, protestó. Según CNN, los documentos que las autoridades confiscaron estaban relacionados con la actriz porno Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels, a quien Cohen pagó US$130 mil antes de los comicios para que, según la prensa, no hable sobre su supuesta aventura sexual, hace una década, con el actual presidente, poco después de que este se casara con Melania. La Casa Blanca lo ha negado.
Ese mismo viernes 13 de abril, otro hecho opacó la cumbre: el asesinato de tres periodistas ecuatorianos (Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra), del diario “El Comercio” de Quito, por un grupo disidente de las FARC que los había secuestrado el 26 de marzo en la frontera entre Ecuador y Colombia. El presidente ecuatoriano Lenín Moreno había sido el primero en llegar a Lima, pero tuvo que regresar a su país un día antes de que empezara la cumbre, luego de que se conocieran unas presuntas fotografías que mostrarían a los tres periodistas muertos. Moreno había dado un plazo de doce horas para que los secuestradores envíen pruebas de vida, pero la evidencia nunca llegó. “No hemos recibido pruebas de vida y lamentablemente tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas”, expresó el mandatario en una conferencia de prensa.
Como no podía ser de otra forma, los líderes políticos de los treinta y cuatro países que asistieron a la cumbre aprovecharon la plataforma internacional para hacer un llamado a evitar una escalada de violencia en Medio Oriente y condenaron el uso de armas químicas por parte del régimen sirio. El canadiense Justin Trudeau apoyó la decisión de Estados Unidos y sus aliados. Los representantes de Cuba y Bolivia, en cambio, criticaron esa acción.
Resultados de la Cumbre
Pese a los eventos paralelos a la cumbre, los gobernantes consiguieron aprobar el Compromiso de Lima, un documento de cincuenta y siete puntos para luchar contra la corrupción. En él reconocieron que “la prevención y el combate a la corrupción son fundamentales para el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho”.
Los presentes se comprometieron a impulsar la adopción y/o el fortalecimiento de medidas legislativas para tipificar penalmente los actos de corrupción; promover la transparencia y bancarización de los ingresos y gastos de los partidos políticos; prevenir la corrupción en obras, contrataciones y compras públicas; fortalecer los mecanismos interamericanos anticorrupción; fomentar la transparencia y el acceso a la información, y proteger a los periodistas y denunciantes de actos de corrupción. Justamente el tema principal de la reunión fue “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”.
“Es muy positivo que se haya logrado un compromiso final, algo que no se consiguió ni en Colombia en el 2012 ni en Panamá en el 2015”, resaltó el analista internacional Óscar Vidarte. Eso se debe a que la Cancillería peruana supo elegir un tema coyuntural y de mayor consenso que otros: la lucha contra la corrupción. El presidente Martín Vizcarra llamó a “formar una alianza regional contra la corrupción” con tolerancia cero. La propuesta tuvo acogida. Por ejemplo, los presidentes de México, Colombia y Chile reiteraron la importancia de enfrentar la corrupción de manera conjunta.
Evo Morales, presidente de Bolivia, también apoyó el combate contra la corrupción, pero alertó sobre “una falsa lucha” orientada a “derrocar gobiernos legítimos”, y defendió al ex gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a doce años de prisión por actos de corrupción.
Sin embargo, Vidarte también precisó que el Compromiso de Lima podría caer en saco roto. Su cumplimiento requiere de mucha voluntad, lo cual será difícil de conseguir, ya que muchos de los gobiernos firmantes están acusados de corrupción.
“Es para nosotros particularmente relevante que esta cumbre se realice en el Perú en un momento en que empezamos a recuperarnos de una crisis política. Hoy hace exactamente tres semanas que asumí la presidencia de la República en un contexto complejo que no es independiente de la temática que aquí trataremos”, admitió Vizcarra en su discurso inaugural.
La Cumbre de las Américas tuvo como objetivo original, en 1994, formar un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero hasta ahora, tras veinticuatro años y ocho reuniones regionales, esto no se consigue. Todos los acuerdos deben ser aprobados por unanimidad.
Para Vidarte, la ausencia de Trump ha minado uno de los principales objetivos de esta cumbre, que era acercar Estados Unidos a Latinoamérica. “La relación de Trump con América Latina durante su primer año de gobierno ha sido difícil. La cumbre debió servir para limar asperezas. Con su ausencia reafirmó que seguimos sin importarle como región”, opinó el analista internacional. Es la primera vez que Estados Unidos se ausenta de esta cita que fue impulsada por el ex presidente Bill Clinton, justamente para afianzar lazos con la región.
Otros ausentes fueron el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien el gobierno peruano le retiró la invitación, y el mandatario cubano Raúl Castro, quien envió al ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
Quiero expresar mi agradecimiento a los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en la VIII Cumbre de las Américas con el firme objetivo de adoptar compromisos concretos para prevenir y luchar contra la corrupción. #CumbrePerú
— Martín Vizcarra (@MartinVizcarraC) April 14, 2018
Pero no todo está perdido. La cumbre también promueve otros acercamientos bilaterales y multilaterales. Por ejemplo, Donald Trump dijo que su país explorará la posibilidad de reincorporarse al Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (conocido como TPP, por sus siglas en inglés), del cual se retiró apenas llegó a la Casa Blanca. Además, Justin Trudeau, expresó el interés de Canadá por sumarse a la Alianza del Pacífico –formada por Chile, Colombia, México y el Perú– como miembro asociado.
Antes de la reunión política se realizó la III Empresarial de las Américas, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre jefes de Estado y empresarios de la región, para promover las inversiones entre los sectores público y privado. El embajador del Perú en Estados Unidos, Carlos Pareja, reveló que a la reunión asistieron más de ochocientos líderes empresariales, entre ellos unos ciento ochenta de Estados Unidos. “La cumbre fue un éxito”, opinó Pareja. Dijo que el presidente de la Corporación para las Inversiones Privadas en el Extranjero de Estados Unidos (OPIC, por sus siglas en inglés), Ray Washburne, tiene muchos deseos de hacer negocios en la región. “Estados Unidos es consciente de que tiene que reforzar sus lazos comerciales y económicos con la región”,indicó Pareja.
Siempre están detrás de cámaras, pero hoy es la excepción. Junto a los camarógrafos que vinieron a Palacio de Gobierno para la conferencia sobre la VIII Cumbre de las Américas. pic.twitter.com/zimZ0ueWPq
— Martín Vizcarra (@MartinVizcarraC) April 10, 2018
Martín Vizcarra culminó con éxito su primer evento internacional como presidente del Perú. Pero el verdadero éxito para el país y la región será la real implementación del Compromiso de Lima para, ahora sí, luchar contra la corrupción y la impunidad.