Donald Trump, de Estados Unidos, y Emmanuel Macron, de Francia, viven un bromance durante la visita oficial del presidente francés a Washington. 

La relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par francés, Emmanuel Macron, ha sido calificada como un bromance por las muestras de afecto entre ellos. Durante la visita oficial de Macron a la Casa Blanca, Trump admitió que ambos tienen una “relación especial” y mostró su simpatía hacia su invitado limpiando la caspa de su terno.  

“Voy a quitarle esa poca de caspa que tiene… tenemos que hacerlo ver perfecto, él es perfecto”, bromeó Trump durante la presentación de ambos ante los medios de comunicación. Macron rió, y luego dijo que ambos tienen una “excelente relación personal”. 

En otro video se ve a ambos mandatarios caminar juntos de la mano muy sonrientes al salir de la Casa Blanca. 

Donald Trump recibió a Emmanuel Macron en la puerta de la Casa Blanca, donde lo saludó con un apretón de manos y dos besos en la mejilla, como se acostumbra saludar a personas a las que se les tiene confianza en la mayoría de países europeos. 

Los estadounidenses acuñaron el término bromance (una fusión de brother, hermano en inglés, y romance) para hablar del idilio de dos hombres en política. Ambos conversan seguido por teléfono. 

Temas de agenda

Emmanuel Macron es el primer mandatario europeo en realizar una visita de estado a Washington bajo la presidencia de Trump. Durante su visita de tres días, ambas autoridades hablarán sobre la guerra civil en Siria, el acuerdo nuclear con Irán (a la que se opone el gobierno estadounidense y Europa defiende) y la subida de aranceles al acero y el aluminio por parte de Estados Unidos a algunos países europeos, como Francia y el Reino Unido. 

El presidente estadounidense Donald Trump y la primera dama Melania Trump, junto al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte Macron. 

A pesar de la diferencia de edad (Trump tiene 71 y Macron 40 años) y de su forma de hacer política, Donald Trump y Emmanuel Macron mantienen una buena relación. El reciente bombardeo a Siria ha fortalecido su vínculo. Francia fue el aliado más decidido de Estados Unidos y apoyó sus decisiones desde el inicio.  

El año pasado, Trump fue el invitado de honor del Día de la Bastilla —la fiesta nacional francesa— que se celebró en París, fecha que coincidió con el centenario de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. El presidente estadounidense disfrutó del desfile militar francés, al punto que quiere tener uno similar en su país. Sin embargo, lo que más llamó la atención ese día fue el apretón de manos de casi treinta segundos entre ambos mandatarios.  

Sin embargo, también han tenido diferencias. Una de las más mediáticas fue sobre el cambio climático. El año pasado Trump anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, a lo que Macron contestó en inglés: “Dondequiera que vivamos, quienquiera que seamos, todos compartimos la misma responsabilidad: hacer nuestro planeta grande otra vez”, en alusión al lema de campaña de Trump de “Hacer grande a América otra vez”. Fue la primera vez que un presidente francés dio un discurso en inglés en el Palacio del Elíseo. 

Trump y Macron también discrepan sobre el acuerdo nuclear multinacional que tiene como objetivo restringir el desarrollo de armas nucleares en Irán. Trump está ansioso por abandonar el pacto, que vence este 12 de mayo, pero Macron cree que es mejor mantenerse ante la ausencia de un plan B.

Los analistas coinciden en que la buena relación entre los dos dignatarios responde a intereses mutuos, dado que ambos son nuevos en política y no provienen de partidos políticos tradicionales. Macron busca consolidarse como el interlocutor y socio privilegiado de Trump en Europa, desplazando a Theresa May en el Reino Unido y a Angela Merkel en Alemania. Además, Macron necesita a Estados Unidos para luchar contra el terrorismo. Por su parte, Trump cuenta ahora con un amigo político que goza de prestigio y popularidad, que le abre una veta de estadista.