Siete meses después de la polémica investigación de The New Yorker, la diseñadora de Marchesa y ex esposa del polémico productor Harvey Weinstein, se confiesa en una entrevista exclusiva para Vogue.

Las mujeres agredidas por Harvey Weinstein no fueron las únicas perjudicadas por el productor. Su ex esposa, Georgina Chapman, también fue duramente criticada en Hollywood tras la revelación de las denuncias. Algunas personas consideraban que la diseñadora de Marchesa estaba al tanto de los abusos cometidos por su esposo y que había preferido callar.

Incluso, varias celebrities que apostaban por los vestidos de su marca, dejaron de lucir Marchesa en la alfombra roja (la firma jamás presentó su colección invierno 2018). Sin embargo, Chapman acaba de aclarar para Vogue que ella también prefirió alejarse de las pasarelas por un tiempo. 

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«No era apropiado», declaró. «Todas las mujeres que habían sido heridas merecían dignidad y respeto. Así que quise darles tiempo. Era un tiempo de luto».

Una de las mujeres en romper el ‘maleficio Marchesa’ fue la actriz Scarlett Johansson. Su vestido del Met Gala 2018 levantó una polémica por la firma detrás de su elaboración. «Usé Marchesa porque sus prendas hacen sentir cómodas y hermosas a las mujeres, y es un placer para mí apoyar una marca creada por dos diseñadoras tan importantes e increíblemente talentosas»escribió en la revista People

Scarlett Johansson utilizando un vestido rojo de Marchesa en la última Met Gala.

Exilio mediático:

Durante el tiempo en que las denuncias empezaron a estallar en los medios y en las redes sociales, Georgina Chapman prefirió huir del acoso mediático y sanar. Según cuenta la historia de Vogue, la diseñadora dejó de salir por cinco meses y buscó ayuda en Londres, su tierra natal.

«Estaba tan humillada y dolida que no sentía que fuera respetuoso salir», declaró. «Pensé ‘¿quién soy yo para salir cuando todo esto está pasando?». 

La pareja estuvo casada por diez años (2007-2017).

Chapman ha tenido que recurrir a un terapeuta para superar el divorcio y salir adelante con sus dos pequeños hijos, India Pearl y Dashiell Weinstein. «Al inicio no podía ir a terapia porque estaba en shock y sentía que no lo merecía. Después pensé ‘esto realmente está pasando y debo salir adelante'», confesó, casi al borde de las lágrimas. 

«Aún tengo momentos de cólera, momentos de confusión y momentos en donde solo lloro por mis hijos. ¿Cómo serán sus vidas?», expresó. «‘¿Qué les dirán las personas? Ellos aman a su papá». 

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A la par de ver a su familia disolverse con el escándalo, Chapman también tuvo que afrontar las críticas en contra de la firma que creó junto a su entrañable amiga y socia, Keren Craig. Según denunciaron varios medios como Teen Vogue, Harvey Weinstein obligaba a sus actrices a lucir Marchesa en la red carpet. 

El escritor y amigo de Georgina Chapman, Neil Gaiman, defendió a la diseñadora en el artículo de Vogue: «No puedes impulsar algo y hacerlo durar. El impulso de Harvey funcionó al principio, pero Georgina también es una artista. La he visto trabajar y estoy impresionado. Tiene visión y es excelente en lo que hace», destacó. 

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Uno de los pasajes más duros de la entrevista a la ex esposa de Weinstein fue el modo en el que se enteró de la noticia, dos días después de que se lanzó la investigación de The New Yorker: perdió diez kilos en cinco días y no podía asimilar la comida.

«Mi cabeza daba vueltas y todo era muy difícil. La primera denuncia era de una época en donde aún no lo conocía, así que no podía tomar una decisión informada. Después salieron más historias y me di cuenta que no era un caso aislado. Sabía que debía irme con mis hijos», confesó. 

Durante la entrevista, Georgina también asumió que su matrimonio fue una etapa feliz. «Eso es lo que lo hace más duro. Yo pensé que tenía un matrimonio feliz. Amaba mi vida», reveló, y afirmó que nunca sospechó del comportamiento de su ex marido «Jamás he sido de las personas que se obsesionan por saber dónde está alguien». 

Tras diez años de matrimonio, la pareja llegó a un acuerdo de divorcio en el mes de enero. Según el portal de noticias Page Six, Weinstein debe pagar 20 millones de dólares por la separación. Además, Chapman se queda con la casa de West Village y de los Hamptons, así como la custodia de los dos hijos de la pareja.