Resulta sorprendente, y admirable, que en plena adolescencia y con una carrera en Hollywood ganando bríos constantemente, Isabela Moner conserve los pies bien puestos sobre la tierra. Basta hacer un repaso de su corta pero prolífica trayectoria para notar que su talento ha sido reconocido y augura una carrera brillante: debutó en Broadway a los diez años, en el musical Evita, al lado de Ricky Martin; protagonizó la serie 100 Things to Do Before High School, en Nickelodeon; formó parte del reparto principal de Transformers: The Last Knight –junto a actores como Mark Wahlberg y Anthony Hopkins, y bajo la dirección de Michael Bay–; está pronta a estrenar Sicario: Day of the Soldado, y el próximo año la veremos en Instant Family –al lado de la oscarizada Octavia Spencer, Rose Byrne y el propio Mark Wahlberg– y como Dora, la exploradora, en la película del mismo nombre, que convertirá al exitoso dibujo animado en un ser de carne y hueso.
“Al principio, no tenía interés en el personaje”, confiesa Isabela, quien creció viendo la serie de televisión. Antes de leer el guión, asumía que el corte de la cinta sería muy infantil, pero, al leerlo, se llevó una impresión más que favorable. “Era divertido, chistoso, tenía acción. Era para toda la familia, no solo para los niños”, detalla. “Además, la película se va a grabar en Australia, en Queensland. Nunca he estado allá. Estoy emocionada por ir, por vivir en la playa”.
El rodaje se iniciará en agosto y tomará casi tres meses. “Mi audición para el personaje de Dora la mandé desde el Perú”, agrega Isabela, que vive con sus padres y hermanos en Cleveland, pero nos visita con frecuencia; entre otros motivos, para hacer obras sociales como embajadora de Unicef. “Quiero incluir elementos del Perú en la película”, revela. Por ahora, no puede entrar en detalles.
Sobre lo que sí puede hablar es acerca de su participación en Sicario: Day of the Soldado, que se estrenará en junio. “Fue durísimo física y mentalmente, porque, como actriz, tuve que ir a lugares oscuros, al punto de que mi mamá me quería comprar un perrito de compañía. Pero aprendí muchísimo. Me encantó el reto. Y fue la primera vez que me corté el pelo para una película”, comenta.
Isabela siente que hace falta una “heroína latina mainstream”. “Tenemos a Sofía Vergara, a Salma Hayek… Ellas son increíbles, pero no tenemos una heroína más joven, de películas de acción”, añade. “Soy mitad estadounidense, mitad latina. Nunca voy a tener los problemas de los inmigrantes cuando quieren cumplir sus sueños, pero quiero representarlos; quiero mostrar mis raíces, mostrar que soy latina en Hollywood, porque no hay suficientes latinas en la industria”.
Es consciente de que su vida no se parece a la de la gran mayoría de chicas de su edad. Por ejemplo, no tiene novio. “No tengo tiempo para un novio, y está bien, no me importa eso”, dice. Sin embargo, no deja de ser una chica de dieciséis años que, pese a sus logros superlativos, ha tenido que lidiar con su autoestima.
“Cuando eres adolescente, no importa lo que tus padres o tus amigos te dicen; en la cabeza tienes esta imagen en la que no te ves perfecta. Es difícil vivir así”, cuenta. “Cuando empecé a hacer yoga, a leer más y hablar más con mi abuelo, que sabe todo, y a ir a menos fiestas, comencé a encontrar mi yo interior”.
Isabela no tiene un plan trazado, pero sí tiene claro que, a mediano y largo plazo, quiere continuar con sus proyectos de canto y actuación, y con sus labores sociales. “No me importa si me recuerdan en cien años”, señala. “Me importa lo que puedo hacer ahora».