Augusto Thorndike tiene 39 años y es conductor de “Cuarto Poder” y Canal N. Su vida ha transcurrido entre las redacciones y los sets de televisión, y su estilo directo lo ha convertido en una de las voces más confrontacionales del periodismo peruano actual.
¿Es difícil acostumbrarse a estar frente a las cámaras y saberse expuesto ante millones de personas?
Te desgasta, pero es algo con lo que tenemos que lidiar.
¿Cómo haces para desconectarte?
Voy al psiquiatra (ríe). De verdad. Tienes que ordenar las emociones que vienen con las noticias, porque muchas veces son experiencias muy fuertes o acontecimientos dolorosos.
Te caracterizas por ser un periodista que habla “sin filtro”. ¿Consideras que una opinión honesta está por encima de todo?
Ser tan honesto, a veces, me trae problemas. Pero no sé ser de ninguna otra forma. Y creo que la gente agradece que haya una voz que sea el reflejo de lo que todos piensan y nadie se atreve a decir.
Cuando hablaste de la selección chilena que ganó la Copa América, el video se volvió viral…
En este país, por lo general, estamos muy preocupados por no incomodar a nadie, por ser políticamente correctos, y eso es un problema para hacer un reclamo auténtico. Necesitamos decirle al mentiroso que es mentiroso, al ratero que es ratero, y al corrupto que es corrupto.
Habrá también gente que desaprueba tu forma de decir las cosas.
Sin duda. Mis comentarios no le van a caer bien a todo el mundo, pero no tengo miedo de decir lo que pienso. Es más, me parece bien que la gente discrepe.
Y ya que hablamos del tema, ¿qué opinas de la demanda por difamación que le interpuso la ex editora de “El Comercio” Martha Meier al periodista Rafo León?
Eso sí es algo polémico.
¿Puede sentar un mal precedente para la libertad de opinión en el Perú?
¡Imagínate! Ahí sí me voy a la cárcel. Y ojo que hay un proyecto de ley que quiere que esa pena, que ahora es de tres años, sea de cinco. No tengo nada en contra de Martha Meier, pero me parece que está equivocada. No creo que una comunicadora deba enjuiciar a otro comunicador.
Es como si Mijael Garrido Lecca quisiera enjuiciarte a ti por decir que Altavoz es una basura.
(Ríe) Ya nos amistamos, por si acaso. Nos vamos a ir a comer un cebiche, y vamos a postear una foto para mostrarle a la gente que, a pesar de las diferencias, se puede estrechar la mano de un adversario.
¿Volverías a decirle mentiroso a Víctor Díaz en la cara?
Sí. Ese sujeto ha intentado manipular a los electores utilizando una encuesta falsa. Ahí no voy a retractarme.
Te formaste como documentalista en Cuba, ¿qué se podría producir sobre el Perú en tiempos electorales?
Acá podríamos ganar el Oscar. El otro día un periodista argentino del diario “Clarín” escribió sobre esta costumbre extraña que tenemos de transmitir los desayunos electorales.
Este año, Keiko Fujimori respondió preguntas mientras preparaba una salchicha huachana…
¡Es una locura! Eso no se le ocurre ni al más demente de los cineastas. La cobertura de los centros de votación también. Los periodistas terminan cayéndose, el candidato se va corriendo, todos dan de alaridos.
¿Es peligroso que Fuerza Popular tenga mayoría simple en el Congreso y la presidencia de la República?
Sí. Respeto la voluntad del pueblo, si eso es lo que elige. Pero sí hay que tener cuidado con el equilibrio de poderes. Sobre todo por la herencia autoritaria de los fujimoristas. Sé que quieren renovarse, pero tuvieron una experiencia nefasta con la democracia.
¿Cómo esperas que sea el Perú en los próximos cinco años?
Me gustaría que sea un país moderno, con gente de mente abierta, tolerante, sin racismo ni clasismo. Mientras todas estas lacras no sean atendidas, el país no va a poder avanzar.
Por Stefano De Marzo