Periodista con más de tres décadas de trayectoria. Creadora del ‘ampay’. Purgó condena en la cárcel, entre octubre y diciembre de 2008, por el delito de difamación en contra del futbolista Paolo Guerrero. Madre de Gianmarco Mendoza. Actualmente conduce “Magaly TV, la firme”, por ATV.

Por Mariano Olivera

Magaly Medina

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—En retrospectiva, ¿qué evaluación haces de tu incursión como “periodista seria” en Latina?

—¡Me encantó la experiencia! He sido periodista desde hace muchos años y empecé en el llamado “periodismo serio”. Recorrí todas las secciones de un diario y luego me quedé por largo tiempo en la revista política “Oiga”. En el noticiero de Latina regresé a mis orígenes. Hubo buenos momentos y los valoro. Probé que lo puedo hacer.

Magaly Medina

Ilustración de Giannina Marcovich

—¿Por qué no cuajó ese rol? ¿Qué faltó?

—Pude haber dado más de mí si hubiera tenido una producción periodística menos conformista y con más espíritu ganador. No querían que el noticiero conmigo al frente subiera puntos. Nunca entenderé cómo hay gente que prefiere boicotear a su propio canal con tal de satisfacer sus antipatías personales.

Magaly Medina

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—¿Fue muy duro ser apartada temporalmente de la tele luego del comentario sobre Paolo Guerrero, antes del Mundial? (Tuiteó “Salud!” después de la sanción que dejaba al futbolista al margen del torneo).

—Fue decepcionante que el canal no me apoyara y me sacaran del aire por comentarios en redes sociales. Absurdo e incomprensible para mí.

—¿Te sientes a gusto y realizada volviendo a ser “la mala de la tele”?

—¡Me encanta ser la mala de la tele!

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—¿En qué aspectos consideras que ha evolucionado esta nueva Magaly con respecto a la que, en su momento, se fue de ATV rumbo a Canal 2?

—Cuando me fui, sentí hartazgo de lo que venía haciendo. Han pasado cuatro años y aquí estoy, con la esencia de siempre y mirando el espectáculo desde otra óptica. Una menos severa y más divertida.

—¿Qué retos periodísticos, o al margen del periodismo, tienes pendientes?

—Quiero escribir una columna en un diario. Quiero hacer radio nuevamente y escribir un libro.

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—¿Cuán importante es para ti el rating a estas alturas?

—El rating siempre será importante para los que hacemos televisión. Sería mentir si decimos que no importa. Sin embargo, el canal que acapara todo el rating es América TV. Los demás canales nos repartimos las migajas de lo que el líder nos deja, y estamos enfrascados en una lucha por capturar la atención del televidente, que cada día se muestra más reacio a mirarnos.

—¿Es muy difícil trabajar junto a ti? ¿Eres insoportable?

—Soy competitiva y siempre quiero ganar, pero insoportable no soy. Tengo mis momentos de histeria, pero me duran dos minutos y luego vuelvo a sonreír.

Magaly Medina

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—A nivel personal, ¿en qué aspectos dirías que el matrimonio ha cambiado tu vida?

—La ha cambiado mucho y para bien. Encontré un compañero maravilloso, engreidor, romántico (el notario Alfredo Zambrano), que se ha convertido en mi principal apoyo y soporte, sobre todo en los malos momentos que tuve que pasar el año pasado. Mi vida ya no gira solo en torno a mi trabajo, sino en vivir y disfrutar de la familia, de los amigos, de los viajes. En suma, ahora me ocupo de vivir.

—¿Qué es lo más maravilloso y lo más difícil que te ha tocado vivir?

—Que la gente me haya convertido en una costumbre de las nueve de la noche durante quince años fue sencillamente increíble y maravilloso. Y la cárcel que me tocó vivir fue, sin duda, de los momentos más dolorosos de mi vida.

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—¿Qué recuerdo te ha marcado?

—Mi infancia feliz.

—¿Cuál es tu miedo más grande?

—Morir ahogada.

—¿Qué cambiarías de ti misma?

—Nada. Me gusto tal cual.

—¿Un placer culposo?

—Frejoles con seco de cabrito.

Foto: Instagram de Magaly Medina @magalymedinav

—¿Qué te hace completamente feliz?

—La vida.

—¿Existe algo que te falte, o que desees, que haría que renuncies a todo lo que has conseguido?

—Deseo que mis padres me acompañen por muchos años más, y quiero ver a mi hijo disfrutar el camino que escoja en la vida.