El icónico actor estadounidense se ha visto sorprendido ante la solicitud de su ex esposa de hacerse de la mitad de su fortuna, valuada en 500 millones de dólares.

Después del amor, el terror. Luego que, en noviembre pasado, se anunciara la separación del actor Robert de Niro y su esposa, la exazafata de vuelo Grace Hightower, después de 20 años de convivencia, ha trascendido que la expareja se encuentra en un tenso litigio legal que tiene como principal objeto de disputa la fortuna del actor norteamericano.

Recientemente De Niro recibió una solicitud oficial por parte de los abogados de Hightower, quienes le solicitan, como parte del proceso de divorcio, la mitad de su fortuna, valorizada en 500 millones de dólares. Esto ha generado sorpresa en el entorno del actor de 75 años de edad, pues en 2004 la pareja firmó un acuerdo prenupcial que limitaba los derechos de Hightower, en caso de divorcio, a un apartamento con un valor estimado de seis millones de dólares, 500 mil dólares en efectivo y una pensión alimenticia de millón de dólares anuales.

Ante este anuncio, los asesores legales de Hightower alegan que el acuerdo prenupcial le daba derecho a la también fundadora de la compañía Java Coffee of Grace a la mitad de lo que ganara De Niro desde la celebración de su matrimonio. Cabe resaltar que en este tiempo el actor ha adquirido el Tribeca Grill, un hotel de 88 habitaciones en Greenwich, una productora, una cadena de restaurantes y el festival de cine de Tribeca.

Pareja se conoció en Londres en 1987, cuando el actor todavía estaba casado con la también actriz Diahnne Abbott.

Segundo divorcio

Para la pareja, que se conoció en un club nocturno de Londres en 1987, cuando De Niro todavía estaba casado con la actriz y cantante estadounidense Diahnne Abbott, ya había vivido el tormento de un primer divorcio.

De Niro y Hightower decidieron contraer nupcias en 1997, diez años después de iniciar su relación, pero apenas dos años después de la boda anunciaron su divorcio. No sería hasta 2004 cuando la pareja volvería a unirse en matrimonio. Otro conflicto que mantiene en tensión a la expareja y sus abogados es la custodia de sus dos hijos, Elliot, de 21 años, y Helen Grace, de siete.