“Desde el ángulo económico lo que va a suceder es impredecible, no creo que haya un economista en el mundo que sea capaz de ponderar esta gran afectación”, dice el empresario ayacuchano Carlos Añaños, quien en esta entrevista se refiere a la situación de las Pymes ante el escenario de crisis económica, las medidas que debe tomar el Estado y el rol del empresario peruano.
Por Rebeca Vaisman
Carlos Añaños habla de héroes. Alejado desde el 2017 de la presidencia del grupo AJE, fundado por su familia, y dedicado desde entonces a trabajar por Ayacucho (desde el Patronato Pikimachay) y a impulsar a emprendedores peruanos (como el agricultor Edilberto Soto, y su proyecto de producción de 900 variedades de papas, o Aníbal Prado Condori, que ha desarrollado pastas nutritivas para luchar contra la desnutrición y la anemia), se refiere hoy a “los héroes silenciosos, que están sufriendo sin que nadie lo sepa”. Para entender de qué habla, asegura, hay que tener clara la siguiente cadena de valor: “Si no hay empresa no hay empleo; sino hay empleo no hay consumo; sin el consumo no hay impuestos, y sin los impuestos no hay dinero para cubrir las necesidades básicas de salud ni educación”, precisa.
“En estos momentos, el empresario peruano promedio es ese héroe que sufre la incertidumbre ante alquileres, rentas, planillas y una serie de obligaciones que tiene que asumir, sin saber cómo cumplir con ellas. No me refiero a las grandes empresas o a las corporaciones, que tienen más herramientas para llevar la crisis, sino a ese empresario de la pequeña o mediana empresa, al autoempleado, al emprendedor, incluso al 70% de la economía en el Perú que es informal, pero que finalmente genera dinamismo económico”, asegura Carlos Añaños.
¿Qué medidas concretas espera del gobierno?
El gobierno debe tener claro que la economía se basa en la empresa, que la empresa genera empleo, gastos e impuestos. Lo que esperaría es que se tomen medidas singulares de apoyo e impulso a ese motor económico del país. Bodegueros, restauranteros, transportistas, empresarios de diversos modelos, si hacemos que salgan adelante, ellos van a poder contratar gente. De lo contrario, el gobierno podrá ayudar a la población y es válido, yo aplaudo las medidas de ayuda inmediata, ¿pero el día en que esos recursos se acaben? El valor solo estará en que seamos capaces de generar empleo. Por eso, tiene que implementarse un programa robusto de apoyo a la pequeña y mediana empresa.
¿Considera que el Ministerio de Economía está teniendo ese enfoque?
Tenemos una buena ministra, la ministra Maria Antonieta Alva. Yo creo que lo están pensando. Pero también creo que los empresarios necesitan ver hechos y acciones coordinadas entre todos los actores, desde los bancos, los créditos, saber cómo se va a hacer con los impuestos, eso urge. Cada día que pasa es doloroso para las personas que no saben qué hacer, que no saben si despedir o no a su gente. Nosotros que estamos tan orgullosos de nuestra gastronomía: ¿cuántos restaurantes podrán pagar su renta o su planilla?
También urge saber cómo va a ser el proceso de recuperación al corto plazo. Son grandes preguntas y espero que el Ejecutivo y los nuevos congresistas estén pensando en las soluciones. Ahora más que nunca calza la frase: “no hay que dar el pescado sino la caña de pescar”, y en el Perú hay que promover el desarrollo empresarial que genera dinamismo económico.
La ministra Alva ha declarado que el principal propósito es “cuidar la vida de las personas” y que “del golpe económico vamos a recuperarnos”.
Estoy totalmente de acuerdo con que la salud es lo primero. Las palabras de aliento siempre son muy buenas, pero cuando las papas queman necesitas acciones y hechos. Necesita hacerse un proceso coordinado con las instituciones financieras y con los diferentes grupos empresariales, y también que nosotros ayudemos en esa cadena. Si se hace esa coordinación creo que podemos recuperarnos incluso antes que otros países.
Por supuesto que debo felicitar las acciones tempranas que se tomaron en el Perú frente al COVID-19. Paralizar la economía ha sido una decisión dura, pero esas decisiones rápidas hay que felicitarlas, y lo digo desde Madrid, donde veo el sufrimiento de tanta gente. Pero ahora ya toca ver cómo nos recuperamos. Las microempresas, las pymes no solo generan empleo, generan dignificación de nuestra nación.
¿Qué opina de la medida que autoriza el retiro de fondos de AFP para los trabajadores que no estén en planilla en los últimos doce meses?
Me parece una medida positiva pero es temporaria, se debe buscar una solución mas integrada al tema de las AFP. Mi sugerencia es hacerlo en momentos de calma, ahora hay emociones muy encontradas y se pueden cometer errores. Resolver temas tan fundamentales en momentos de crisis es complicado. Entiendo que las AFP tienen el dinero de los aportantes en fondos de inversión, y justamente los últimos treinta días han sido los más terribles para todas las bolsas del mundo. En este momento pretender tomar una decisión sería una aventura, hay que hacerlo en calma y estabilidad.
El Banco Central de Reserva ha anunciado que destinará cerca de 30,000 millones de soles vía préstamos garantizados por el MEF, a plazos de 3 años y tasas bajas. ¿Es suficiente para continuar con la cadena de pagos?
Es un monto importante. Pero la verdadera dimensión del daño lo veremos al regresar a nuestras labores y el BCR, al tener esa voluntad, también debe estar preparado por si hay mayor necesidad. Aquí yo me pregunto en voz alta: ¿de dónde salen esos 30 mil millones? Se ratifica mi filosofía: si hay empresa, hay impuestos que generan fondos de estabilidad y de ahorro. Yo creo que hoy podríamos ser un modelo en América Latina si mostramos un manejo disciplinado de nuestras finanzas, como lo está haciendo Julio Velarde [presidente del BCR] hasta ahora.
Creo que las decisiones que se están tomando en el Perú son las más coherentes y saludables. Si además en esta crisis somos conscientes de que el desarrollo empresarial va ser fundamental, si Perú tiene una visión clara de que el microempresario, el empresario pequeño mediano y el grande, somos parte relevante, podemos tener un modelo de gestión maravillosa que incluso podría significar la oportunidad para empresas peruanas de tener, eventualmente, una expansión en el mercado de América Latina.
¿Es banal en estos momentos, en plena crisis de salud, hablar del desarrollo empresarial?
Mi madre diría: “hay que separar el trigo de la paja”. Hay que entender quiénes hacen empresa, y gracias a quiénes hoy podemos disponer de 30 mil millones de soles, y seguramente de más, para ayudar a la población. Esa posibilidad de ayudar ha salido de los impuestos y del desarrollo empresarial. No podemos satanizar a todo el sector porque un grupo de empresas lo haya desprestigiado. Yo hablo de todos los empresarios peruanos, y existen más peruanos buenos que dos o tres malos. Por supuesto que todos podemos hacerlo mejor. Y tenemos que saber que el país no va a salir adelante solo por las acciones de las empresas grandes, sino por el desarrollo económico de los pequeños y medianos negocios. Más bien, hoy es de verdad cuando debemos hablar de la empresa en el país.
¿Cuál es el rol de los grupos empresariales peruanos en los meses venideros?
El empresario tiene que ver este 2020 como un año malo, y si tenemos que perder algo perderemos, pero tenemos que cuidar por sobre todo a nuestros trabajadores. Va a ser difícil, vamos a tener mucho menos ingresos, pero hay que pagar el año. Desde el lado empresarial es duro, pero pensemos en que este no es el único año, pensemos en los años venideros. Hoy es momento de sacar toda nuestra energía empresarial y nuestra capacidad financiera y sacar adelante al país. Y también en términos de compromiso social, que va más allá de la responsabilidad social. Pero silenciosamente, no por marketing. Sino por ayudar de verdad. Necesitamos salir adelante juntos porque nadie se esperaba esto, y nadie estaba preparado.