En “The Old Guard”, la nueva superproducción original de Netflix, interpreta a Andrómaca de Escitia –Andy para los amigos–, cabecilla de una banda de mercenarios que se ha propuesto defender a la raza humana de sus principales enemigos, si es posible, a patadas y puñetes. En esta conversación, la ganadora del Oscar nos habla, además, del trabajo de su fundación y de su compromiso con la prevención de la violencia de género en su tierra natal, especialmente durante los meses de confinamiento obligatorio.
Por Raúl Cachay A.
Charlize Theron, a los 44 años, se ha convertido ya en uno de los grandes íconos cinematográficos de nuestro tiempo. Gracias a un talento que la ha llevado a acumular un generoso palmarés de premios (un Oscar en 2004, por “Monster”, entre ellos) y a una belleza física ciertamente imponente (de hecho, Theron tentó suerte en el mundo del modelaje antes de dedicarse a la actuación), no es exagerado decir que la sudafricana representa algo parecido al arquetipo perfecto de lo que debe ser una estrella de cine.
Pero bastan unos cuantos minutos de conversación telefónica en plena cuarentena para descubrir que Theron es una persona extremadamente cordial y sencilla. Y que ha sido premiada con un contagioso sentido del humor. Andrómaca de Escitia, su personaje en “The Old Guard”, la nueva superproducción de ciencia ficción de la cadena Netflix, es exactamente lo opuesto: una guerrera inmortal que lidera, con cara de muy pocos amigos y una gran facilidad para la práctica de las artes marciales, una caterva de sujetos que, como ella, son literalmente incapaces de morir.
Guerrera inmortal
“Siento que actuar en este tipo de películas tiene algo de adictivo, y una vez que hiciste una quieres dar un paso más allá en la siguiente y filmar escenas cada vez más arriesgadas. Pero nada es posible si no estás rodeada por un gran equipo. Además, tuve bastante tiempo para prepararme para este papel. Fueron casi cuatro meses, en los que trabajé muy estrechamente con el departamento de escenas de riesgo, con quienes nos exigimos muchísimo para tratar de hacer algo que se sintiera fresco y novedoso. Y la verdad es que tienes que dedicarle mucho tiempo y concentración a las escenas de acción, especialmente a las secuencias de peleas”, asegura Theron, sobre su papel en “The Old Guard”.
Uno de los temas centrales de la película es la ‘paradoja’ de la inmortalidad. Los personajes de “The Old Guard” sienten que su ‘condición’ es, en realidad, una carga muy pesada. ¿Tener la capacidad de vivir para siempre es una bendición o todo lo contrario? He pensado mucho en ese tema y he llegado a la conclusión de que tiene que ser una maldición. Creo que un tiempo de vida es más que suficiente, por la cantidad de cosas que puedes experimentar o sufrir.
Pienso que, si pudieras vivir para siempre, terminarías irremediablemente solo. Y de hecho eso es algo que puedes percibir en Andy y los demás personajes de “The Old Guard”: su total imposibilidad de conectar con los demás.
¿Conocía la novela gráfica de Greg Rucka antes de involucrarse en el proyecto de la película?
En realidad no la conocía, pero debo decir que realmente me sentí atrapada cuando la leí por primera vez. Sentí que su argumento era muy poderoso. Creo que conecté de inmediato con los dilemas emocionales de estos personajes. Yo no lo sabía en ese momento, pero luego me enteré de que Greg Rucka escribió “The Old Guard” poco después de la muerte de su padre. Y para mí eso tenía mucho sentido, ya que siempre tuve la impresión de que esa historia fue creada desde un lugar de dolor y pérdida absolutamente reales. Eso me pareció muy emotivo.
A diferencia de usted, esta sí ha sido la primera experiencia de la directora Gina Prince-Bythewood en el cine de acción o de fantasía…
¡De hecho, creo que esta es su primera película con un presupuesto mayor a los cinco millones de dólares! (risas) Pero definitivamente lo hizo de manera estupenda.
En mi compañía productora queremos que el trabajo refleje que nosotros creemos en la igualdad de oportunidades, por eso no solo nos aseguramos de trabajar con directoras, como Gina, sino que nos esforzamos por armar equipos que se sostengan en ese principio de diversidad. Para nosotros esto se ha convertido en una especie de misión.
Tengo dos niñas pequeñas y hermosas. Cuando ellas crezcan y miren hacia atrás, quiero que piensen que su mamá hizo las cosas correctas en este negocio, que creó oportunidades de trabajo para las mujeres y promovió la diversidad. Quiero que ellas se sientan orgullosas de mí.
No voy a caer en el ‘spoiler’, pero el final de la película sugiere que habrá, cuando menos, una segunda parte de “The Old Guard”. ¿Le gustaría que se convirtiera en una nueva ‘franquicia’ cinematográfica, con secuelas y ‘spin-offs’?
¡Oh, Dios, eso sería demasiado terrible! (risas) Pero, hablando en serio, para nosotros era importante empezar con una película y, obviamente, dejar el final abierto, porque esta historia tiene muchos personajes y matices, así que siento que realmente todavía queda mucho por explorar ahí. Pero primero debemos esperar a ver cómo responde el público con “The Old Guard” para ver si empezamos a trabajar en la segunda.
En un momento de la película, Andy dice algo así como “el mundo puede incendiarse y venirse abajo, para lo que me importa”. Con todo lo ocurrido en lo que va de este año, parece que la realidad se adelantó a la ficción y el mundo ya está en llamas…
Siento que estamos en medio de una revolución. Pero no debemos dejar que se diluya. Y eso me preocupa. No quiero que más gente inocente tenga que morir para que el resto del mundo finalmente entienda que la desigualdad o el racismo existen y son problemas que nos afectan a todos. La lucha será difícil y de hecho tiene muchos frentes: por ejemplo, millones de mujeres pierden sus empleos por culpa del acoso sexual en el trabajo.
Ese es un tema con el que me familiaricé mucho al rodar la película “Bombshell”. Pero, como dije hace un rato, al tener dos niñas pequeñas, siento que participar en esta lucha es mi obligación como madre. Quiero que ese sea mi gran legado. Espero que algún día podamos llegar al punto en el que ya no sea necesario tener que pelear por todos estos cambios. Eso sería maravilloso. Pero me tranquiliza saber que en la actualidad existen muchas otras personas que, como yo, están dispuestas a participar en la lucha.
¿En qué ha consistido el trabajo hecho por su fundación Charlize Theron Africa Outreach Project y, especialmente, el programa de prevención de la violencia doméstica Together For Her durante la pandemia del COVID-19?
Desde su lanzamiento, el trabajo de la fundación ha estado básicamente orientado a la prevención del VIH y el sida entre la gente sin recursos de Sudáfrica. Trabajamos en coordinación muy estrecha con las organizaciones de base. Y, en los últimos meses, cuando la pandemia empezó a avanzar, notamos que una de las cosas que se hacían más difíciles para muchas de las personas con las que trabajamos, en especial las mujeres y niñas, era la idea de tener que estar encerradas en hogares donde reina la violencia. Y notamos que se trataba de un problema que ya se había manifestado en Estados Unidos y otros países, donde las cifras de violencia de género se incrementaron de manera notoria desde el inicio de la cuarentena.
Las víctimas están siendo obligadas a pasar todo el tiempo con sus agresores. Para muchas mujeres y niños, esto puede significar una condena a muerte. A través de Together for Her hemos tratado de canalizar recursos y el aporte de muchas otras organizaciones para apoyar a estas mujeres. Afortunadamente, cada vez más gente se está sumando a esta iniciativa.
¿Y tiene planeado extender el trabajo de Together for Her a otras partes del mundo en los que la violencia doméstica es también una epidemia, como América Latina?
Bueno, nos encantaría, pero ahora solo podemos trabajar hasta donde lo permitan nuestros recursos. Pero aquí estamos para el largo plazo. Y, así como todos soñamos con que algún día ya no sea necesario tener que luchar por todas estas causas, también esperamos que los buenos ejemplos se multipliquen y aparezcan más iniciativas como la nuestra. Ahora mismo no nos estamos limitando porque no tengamos interés en América Latina, sino porque aún no contamos con la capacidad de llevar el programa a otros países.
Finalmente, ¿qué vendrá después de “The Old Guard”? ¿Ya está trabajado en nuevos proyectos para el cine o la televisión?
La verdad es que mi compañía ha estado muy ocupada últimamente, entre proyectos que recién hemos empezado a desarrollar y otros que ya están casi listos para ser estrenados. Obviamente, todo se ha complicado como consecuencia del coronavirus, pero queremos aprovechar todo este tiempo libre para seguir explorando nuevas ideas e historias. Solo puedo adelantar que vienen